economía china
Con un entorno externo complejo, la economía uruguaya ingresa al año 2025 con desafíos en materia de crecimiento. Todos los deberes pendientes.
Es la locomotora de la economía y una de las joyas culturales del gigante asiático y ahora apunta a la innovación.
El descenso en el apetito por las acciones de las empresas chinas refleja un optimismo decreciente en la viabilidad de la recuperación pos COVID, en el país que representa el motor de la economía mundial.
El gigante asiático representa una producción industrial superior a la de Estados Unidos, Alemania y Japón juntos, y la salud de su economía se propaga a todo el mundo.
Invertir en el futuro suele ser bueno, pero cuando una inversión muy alta choca con una población en declive, es inevitable que una gran parte de esa inversión produzca rendimientos decrecientes.
TEMA DE ANÁLISIS KPMG (*) La alusión a los motores de la economía es un recurso lingüístico que ha sido utilizado recurrentemente por las autoridades del presente gobierno. El mensaje específico era que luego del duro traspié sufrido en 2020 por el coronavirus, dichos motores se encenderían prontamente y pondrían en marcha la reactivación económica. Así parecía indicarlo el comportamiento del PIB durante los cinco trimestres que van de Q2/21 a Q2/22, donde el crecimiento trimestral desestacionalizado fue continuo y viajó a una tasa promedio del 1,9%. Lamentablemente, el último dato referido al tercer trimestre no ratifica la tendencia. Al comparar frente al producto del mismo período del año anterior, era esperable una desaceleración a instancias de un agotamiento del rebote estadístico tras la recuperación del COVID. Así lo muestra el gráfico 1, donde el crecimiento del PIB pasa de un 7,8% en promedio al 3,7% en Q3/22. Visto por el lado de la demanda, el crecimiento del 3,7% estuvo por debajo del consumo (el componente de mayor ponderación) que creció 4,7%, y también de la inversión en capital fijo, que continúa mostrando un formidable desempeño al haber crecido 10,1%. ¿Cómo se explica entonces que a nivel global hayamos crecido menos? En parte por la balanza comercial, dado que el muy buen desempeño de las exportaciones de bienes y servicios (18,9%) fue contrarrestado por el aumento de las importaciones (18,8%). Pero el otro factor explicativo fue la Formación Bruta de Capital que cayó 3,9%.
LOS TIEMPOS HAN CAMBIADO the new york times En más de cien ciudades de China, cientos de miles de propietarios chinos se están uniendo y se niegan a pagar los préstamos de propiedades sin terminar, uno de los actos de desafío público más generalizados en un país donde incluso las protestas menores son reprimidas. Los boicots son parte de las consecuencias del empeoramiento de la economía china, desacelerado por los bloqueos de COVID, las restricciones de viaje y la confianza vacilante en el gobierno. La economía del país está en camino a su crecimiento más lento en décadas. Sus fábricas venden menos al mundo y sus consumidores gastan menos en casa. La pasada semana, el gobierno dijo que el desempleo juvenil había alcanzado un nivel récord.
TEMA DE ANÁLISIS BBVA REsearch (*) La última década nos está acostumbrando a que los mayores impactos económicos vienen determinados por factores de carácter no estrictamente económico, ya sean políticas proteccionistas, el COVID o, ahora, la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha deteriorado el panorama global y le ha añadido gran incertidumbre. El conflicto militar en Europa del Este, y las severas sanciones asociadas, representan un significativo choque de oferta negativo sobre el crecimiento y la inflación global, a través de los canales de materias primas, volatilidad financiera, confianza y cadenas de suministro. Como resultado, en un contexto de incertidumbre excepcionalmente elevada, la economía global se ralentizará más de lo previsto. Tras expandirse 6,1% en 2021, se prevé que el PIB global crezca 3,9% este año y 3,6% en el siguiente (antes del conflicto esperábamos 4,4% y 3,8%). La revisión a la baja del crecimiento es significativa en Europa, que se expandirá 2,0% este año (antes 3,7%) y moderada en el resto de geografías dónde las previsiones se verán más afectadas por otros factores. Por ejemplo, en Estados Unidos que crecerá 3,1% (antes 4,2%), el panorama económico va a estar más determinado por la política económica y la lucha contra la inflación que por los efectos colaterales de las sanciones a Rusia.