Los descubrimientos de la economía de género pueden guiar las proclamas del 8 de marzo.
Es lógico que el Estado contribuya con recursos para fomentar las investigaciones.
Al analizar 50 años de políticas públicas, se descubrió que las inversiones directas qué más rinden son las que se enfocan en la salud y educación de los niños de hogares pobres.
El Plan Ibirapitá en el Piñeyro del Campo.
Bajar la discriminación a la hora de contratar aumenta la productividad en la empresa.
Es posible trabajar fuera de casa sin tener que reducir el tiempo dedicado a los hijos. Es clave diseñar bien los incentivos y enfocar bien la población objetivo.
Los programas sociales más efectivos son los que incluyen una batería de herramientas: coaching personal, actividades grupales e incentivos.
Es clave denunciar a las empresas que incumplen regulaciones medioambientales. La contaminación con plomo deteriora el rendimiento académico y aumenta el delito.
Los programas de asistencia social a la juventud son eficaces si exigen algo a cambio.
Los shocks económicos negativos aumentan la mortalidad. Fomentar la esperanza —con acciones concretas— es un buen antídoto.