El Desarrollo Humano está experimentando una desaceleración sin precedentes, según un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), denominado "Un llamado a decidir: personas y posibilidades en la era de Inteligencia Artificial”, el cual analiza indicadores del Índice de Desarrollo Humano (IDH), que integra logros en los ámbitos educativo y de la salud junto con niveles de ingresos.
El ranking, conformado por un total de 193 países, está liderado por Islandia (puesto 1), Noruega y Suiza (ambos en segundo lugar), Dinamarca (4), Alemania y Suecia (5), Austria (7), Hong Kong y Países Bajos (8), y Bélgica (10). Les siguen Irlanda, Finlandia, Singapur, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, Canadá y Canadá, en ese orden.
Uruguay se ubica en el puesto 48 del ranking, lugar que corresponde a la categoría “muy alto índice de desarrollo humano”. Argentina, por ejemplo, está en el puesto 47, Costa Rica 62 y Brasil 84.
Los países que están en la parte más baja del ranking son Marruecos (puesto 120), Venezuela (121), Samoa (122), Nicaragua (123) y Nauru (124).
Marcado retroceso global
En lugar de experimentar una recuperación sostenida tras el período de crisis excepcionales de 2020-2021, el informe del PNUD revela un progreso inesperadamente débil.
Exceptuado esos años de crisis, el escaso avance del desarrollo humano a nivel mundial reflejado en el informe de este año supone el incremento más bajo desde 1990, dice el organismo.
Las proyecciones para 2024 muestran un estancamiento del IDH en todas las regiones del mundo y que las desigualdades entre los países ricos y pobres siguen aumentado. El informe también muestra cómo la Inteligencia Artificial (IA) podría reavivar al desarrollo.
“Durante décadas nos encaminábamos a vivir en un mundo con un desarrollo humano muy alto en 2030, pero esta desaceleración representa una amenaza muy real para el progreso global”, dice Achim Steiner, administrador del PNUD.
“Si el pobre avance de 2024 se convierte en ‘la nueva normalidad’, los objetivos fijados para 2030 podrían demorarse durante décadas, haciendo de nuestro mundo un lugar menos seguro, más dividido, y más vulnerable a las perturbaciones económicas y ecológicas”, advierte.
Por cuarto año consecutivo, según el informe, se observa un aumento continuado de la desigualdad entre los países con un índice de desarrollo bajo y los de índice de desarrollo muy alto. Esto invierte una tendencia de muchos años que mostraba una reducción en las desigualdades entre los países ricos y pobres.
La situación se ve agravada por crecientes tensiones comerciales, el empeoramiento de la crisis de la deuda y el surgimiento de una industrialización sin creación de empleos. “En medio de esta agitación global debemos explorar de manera urgente nuevas fórmulas para impulsar el desarrollo”, explica Steiner.
“Ante el rápido avance de la Inteligencia Artificial en tantos y tantos ámbitos de nuestras vidas, es preciso considerar su potencial para el desarrollo. Casi cada día surgen nuevas capacidades y, si bien la IA no es ninguna panacea, las elecciones que hagamos encierran el potencial de reavivar el desarrollo humano”, concluye.
Lo que piensa la gente
La mitad de las personas encuestadas en todo el mundo por el PNUD piensa que sus empleos pueden automatizarse. Una proporción aún mayor —seis de cada diez— cree que la IA tendrá un impacto positivo en su trabajo y que creará oportunidades laborales que quizás ni siquiera existen en estos momentos.
Solo el 13% teme que la IA pueda destruir empleos. Por el contrario, en los países con un valor de IDH bajo y medio, el 70% espera que la IA aumente su productividad, y dos terceras partes creen que utilizarán la IA en la educación, la salud, o el trabajo durante el próximo año.
De cara al futuro, el informe señala tres áreas críticas para la acción: construir una economía en la que las personas y la IA colaboren en lugar de competir; integrar la capacidad de actuación humana en todo el ciclo vital de la IA, desde el diseño hasta su aplicación; y modernizar los sistemas educativos y de salud para que respondan a las necesidades de este siglo.
El informe también refleja que la democratización de la IA ya está en marcha. Alrededor de uno de cada cinco encuestados declara utilizar la IA en la actualidad.