Por Lautaro Brum
La temporada de verano va llegando a su fin. Varias playas de los diferentes balnearios de las costas uruguayas se vieron colmadas de turistas y la expectativa de los operadores inmobiliarios por volver a contar con el flujo de visitas usual previo a la pandemia por coronavirus se volvía a sentir.
Por ello, El País dialogó con las principales autoridades de los mercados inmobiliarios de los diferentes departamentos para saber su evaluación de la temporada, qué fue lo más alquilado y cómo vivieron en cada lugar la llegada de turistas locales y extranjeros, esos que tanto hicieron falta en los veranos de pandemia.
Ricardo Pereira, representante de la Cámara Inmobiliaria de Rocha, sostuvo que se notó una alta demanda del público en la primera quincena de enero. En la segunda quincena de dicho mes, sin embargo, comenzaron a notar una baja de flujo de turistas mientras que en febrero la misma “fue abrupta”. A su vez, comentó que en esta temporada el departamento trabajó mucho con períodos cortos de estadía, ya que los turistas (locales y extranjeros) buscaban alquilar por periodos de tres a cuatro noches, dinámica “difícil de absorber para las casas en alquiler tradicionales ya que se suelen alquilar por quincena o por diez días”, según Pereira.
En ese sentido, destacó que quienes mejor trabajaron fueron los hoteles y complejos de bungalows, es decir, aquellos espacios que cuentan con servicios tales como limpieza o piscina. El alquiler de dichos complejos rondó los US$ 100 por noche en enero, aunque en febrero su precio bajó a la mitad debido a la “poca recepción de público y la gran caída de reservas”, explicó Pereira.
Destacó, por otro lado, que las zonas con mejor recepción de público en la temporada fueron Punta del Diablo y El Chuy, debido a su cercanía con la frontera y sus bajos costos en comestibles y combustible. Aún así, admitió que no hubo grandes diferencias respecto a alquileres en comparación a la temporada pasada y que aún no lograron superar en ningún balneario los números pre pandemia en cuanto a resultado económico, ubicándose por lo menos un 30% por debajo en valores fijos en dólares”.
“Aún se siente la falta del turista argentino, ya que son quienes te permiten mantener el precio en la temporada para sostener valores parecidos durante todo el verano. Se vio en la zona algún brasilero o paraguayo, pero siempre se destacó el público local”, agregó.
Por su parte, Javier Sena, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este-Maldonado, destacó el buen comienzo de temporada registrado sobre fines de diciembre y en la primera quincena de enero, aunque en el resto de dicho mes y en febrero la recepción de público también tuvo una tendencia a la baja.
“En la primera quincena de enero contamos con el 97% de los propietarios, mientras que en cuanto a alquileres registramos un 88% de ocupación”, explicó Sena a El País.
“Ese 12% que falta se debe a la clase media argentina que aún no ha podido volver a vacacionar en el departamento como lo hacía antes”, agregó.
En cuanto a precios, señaló que para esta temporada desde la Cámara le pidieron a los propietarios mantener precios para que los turistas no dejaran de vacacionar en dicha zona. En ese sentido, en enero las casas con piscina de tres dormitorios con dos baños rondaban los US$ 7.000 por quincena; las de dos dormitorios unos US$ 5.000 y los apartamentos de un dormitorio con vista al mar se ubicaban en los US$ 2.500. En el caso de febrero, el precio de dichas propiedades bajó un 20% debido a que suele haber menor recepción de público, según Sena.
Expectativas para turismo
Consultados sobre el flujo de turistas que creen que recibirán en el próximo mes, Pereira destacó que dependerá mucho del clima, ya que si se da un período de lluvias la gente no alquilará. Sena, por su parte, dijo que la semana se comportará igual que en carnaval, pero que aún estarán un 12% abajo de las reservas pre pandemia para dicha semana. Castellanos, en cambio, dijo que turismo “se posiciona fuerte” gracias a la llegada inminente de los turistas argentinos, mientras que Cruz opinó lo contrario, ya que -debido a la brecha cambiaria- sostuvo que los uruguayos aprovecharán dicha fecha para visitar el país vecino para aprovechar los precios, debido a que el turismo en Uruguay “está tres veces más caro que en Argentina”.
Desde Colonia, Andrés Castellanos, presidente de la Cámara Inmobiliaria de dicho departamento, comentó que la temporada “se comportó por encima de las expectativas iniciales”, ya que tuvieron dos meses parejos en cuanto a ocupación (durante el mes de enero registraron un 69% y 65% en febrero).
A su vez, destacó que los turistas optaron mucho por reservan los hoteles de cuatro o cinco estrellas, pero los de menor categoría también registraron un buen aforo en el verano, síntoma positivo según Castellanos debido a que ya no hay tanta diferencia de ocupación entre ambos extremos de calidad.
“El turismo extranjero viene creciendo, hemos logrado capitalizar su atención desde la pandemia, por lo que esperamos que se mantenga la tendencia”, agregó.
De todas formas, admitió que el turista uruguayo es quien ha movido la aguja este verano, ya que registraron un 44% de turistas locales contra un 37% de argentinos durante la temporada.
Por su parte, Luis Cruz, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Canelones, sostuvo a El País que en esta temporada el sector inmobiliario registró un 80% de ocupación en los principales balnearios de dicho departamento, tales como Atlántida, Costa Azul, Las Toscas y otros.
El punto fuerte como en los demás departamentos fue la primera quincena de enero, ya que en febrero señaló que “prácticamente no se concretaron alquileres en los balnearios”. El público optó mucho por casas equipadas de dos dormitorios con piscina. El precio, en este caso, rondaba los US$ 1.300 por quincena.