Por Fabiana Culshaw
La ministra de Economía, Azucena Arbeleche, defendió la gestión de la cartera que lidera, la cual, según sus palabras, “encendió las luces largas”, en la medida en que “se está trabajando para alcanzar un crecimiento sostenible en el tiempo y que dé más beneficios a la población, en especial a los que más lo necesitan y a más personas”, afirmó. “La mejor política social es la que podemos mantener en el tiempo”, agregó.

De esta manera, Arbeleche comenzó a pasearse por los principales puntos de la política económica de esta administración -desde que asumió en marzo de 2020 a la fecha- en una presentación que realizó ayer en el tradicional almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM), en el hotel Radisson.

“Luces largas” fue precisamente el título de eligió para su presentación, que contó con asistentes como el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado; el presidente del Banco Central (BCU), Diego Labat; el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, entre otras autoridades del sector público y privado, ante un auditorio lleno de empresarios, que aplaudieron principalmente dos comentarios de la ministra: cuando se refirió a las políticas para ayudar a la primera infancia (grupo en el que recae mayormente la pobreza en el país), y al destacar la regla fiscal como forma de estabilizar la deuda pública y no “bailar al ritmo de la economía” como en el pasado.

“Reinstalar la credibilidad fiscal es la base para desarrollar políticas sociales sostenibles”, reafirmó. Todo esto vinculado a la competitividad empresarial, la cual “va más allá del tipo de cambio real”, afirmó.

“Hoy, el tipo de cambio real está por debajo del promedio (histórico). El gobierno tiene que mejorar la competitividad, con menor gasto fiscal, menores impuestos, contribuyendo con la evolución de las tarifas públicas”, afirmó. En esa línea, le dedicó varios minutos a lo que implica que las calificadoras de riesgo hayan mejorado la nota de Uruguay (“la mejor en la historia”, recordó).

“Mejor calificación significa pagar menos intereses de deuda y eso permite destinar más recursos a la política social, más inversiones, más valor en bonos en las AFAP y que las empresas puedan acceder a créditos internacionales en mejores condiciones”, detalló.

Sobre el precio del dólar, fundamentó que existe mucha oferta en el mercado y exhortó que la compra de divisas sea realizada en el mercado cambiario para contrarrestar la tendencia alcista. Asimismo señaló que el país avanza en una “transformación estructural” a nivel económico, dado que esta gestión no quiere “gastar, como antes, lo que se termina financiando con más impuestos”. Por el contrario, esta administración “no solo no aumentó impuestos, cumpliendo con la promesa de campaña, sino que se bajaron”, comentó en alusión a los US$ 150 millones de la rebaja del IRPF y el IASS.

Arbeleche no descuidó el tema bancario, ante la quiebra o absorción de bancos internacionales últimamente, y dio tranquilidad al mercado local ya que los bancos “acá tienen alta solvencia” y niveles bajos de morosidad.

“Más empleo, más inversión y más apoyo a las pymes” ocuparon gran parte de su discurso como logros del gobierno, en especial ante episodios complicados sucesivos, como la pandemia, el alza del precio de los combustibles por la guerra en Ucrania (varias materias primas siguen con precios altos, lo que favorece las exportaciones de Uruguay, pero con tendencia a la baja) y ahora, la sequía que afecta el crecimiento del Producto Interno Bruto, estimado en un tímido 2% para 2023.

Aclaró que la inflación -un punto infaltable- venía bajando y subió fundamentalmente por “factores externos”. “Hubo una caída en los últimos meses. El BCU resolvió una baja de 25 puntos básicos en su tasa de referencia”, agregó.

Arbeleche consideró que la complejidad del escenario internacional y factores internos como la sequía, con impacto en la producción agroindustrial, seguirán pegando en el PIB este año, especialmente con un sector exportador menos dinámico que tiempo atrás y con una Ancap que entra en parada técnica obligada de mantenimiento.

De todas formas, aclaró que el entorno de 2% de crecimiento económico “permite llevar a cabo políticas públicas” (sociales). Mencionó que “si queremos gastar más -de forma focalizada y eficiente- hay que crecer más”.

Para este año, la ministra también proyecta recuperación del salario y anunció que continuarán con el apoyo a las pymes (destacó el alivio tributario a las empresas más pequeñas que representó la tasa progresiva del IRAE, con un esquema similar al IRPF).

La política monetaria continuará apuntando a bajar la inflación para llevarla al rango meta de entre 3% y 6%, aseguró. En esa línea, puso foco en las expectativas de 8% del empresariado, esto es, por encima de las estimaciones del BCU. “Me gustaría que se anclaran en niveles más bajos porque se terminan transmitiendo en los precios de los bienes”, afirmó.

Una pregunta de la audiencia se refirió al gasto fiscal en la previa de un año electoral, el cual generalmente aumenta. Arbeleche respondió que están previstas reuniones, donde el ministerio presentará lineamientos para la Rendición de Cuentas. Otras preguntas fueron sobre el atraso cambiario, reducción de la jornada laboral, un posible TLC con China hoy truncado, otros potenciales acuerdos, y si se va a recurrir a “impuestos verdes” (vinculados a asuntos ambientales).