Inflación terminará 2017 en 8,4%, según sondeo de FocusEconomics.
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El año pasado la economía uruguaya tuvo que lidiar con los nubarrones que se cernían sobre sus dos vecinos, Argentina y Brasil. A esto se sumó una baja en los precios de varios de sus principales productos de exportación, como los granos y la carne.
A pesar de este escenario desafiante, el país mostró "resiliencia" y la actividad empezó a mejorar a partir de la segunda mitad del año. Esto, en parte, tuvo ayuda por el lado de la expansión fiscal que llevó adelante el Gobierno. La contracara fue que agudizó el déficit fiscal (terminó 2016 en 4% del PIB, el registro más alto en 27 años), lo que "amenaza la sustentabilidad de las finanzas públicas".
Estas son algunas de las afirmaciones que aparecen en la encuesta de marzo LatinFocus Consensus Forecast que elabora FocusEconomics y a la que accedió El País.
Además, añade que la economía uruguaya arrancó con buen pie el año en curso y mostró "señales de fortalecimiento" en este periodo.
Los analistas consultados en el relevamiento —se recogen las visiones de 17 agentes—mantuvieron la expectativa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que habían manifestado el mes pasado: 1,3% en 2017. Para 2018, en tanto, se espera una expansión más pronunciada, que llegaría a 2,3% (en este caso, también igual a la proyección de febrero).
En esta línea, el informe señala que el crecimiento se debería "acelerar" durante 2017, de la mano de un mejor escenario externo y de una inversión más tonificada (resultado de la política de participación público-privada que el gobierno trata de hacer despegar).
A la hora de nombrar una luz de color amarillo, los costos más altos de financiamiento —fruto de una política más contractiva por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos— son identificados como el "mayor riesgo".
En relación a la inflación, el informe apunta que su trayectoria a la baja debería sostener el consumo privado de los uruguayos en 2017.
Un cóctel de salarios ascendentes, expectativas altas de inflación y tarifas energéticas más elevadas, hace esperar que la inflación no se repliegue demasiado este año. En concreto, los analistas prevén que cerrará 2017 en 8,4%. Para el término de 2018, en tanto, habrá cedido un poco más, hasta llegar a 8%.
El déficit fiscal —junto a la inflación, el otro desequilibrio macroeconómico que mantiene en vilo al equipo económico— es otro de los puntos sobre los que la encuesta pregunta. En este terreno, se espera que cierre este año en 3,3% del PIB, y descienda hasta alcanzar 3% al término de 2018.
Para el caso de 2017, el pronóstico de déficit fiscal de marzo no difiere demasiado de los anteriores (había sido de 3,3% en febrero y 3,2% los dos meses previos).
Consultados acerca del tipo de cambio, los analistas sostuvieron que finalizará este año en $ 31,4, cifra que permanece incambiada respecto a la encuesta de febrero.
Para 2018, en tanto, se espera que alcance los $ 33,5. En este caso, la diferencia es prácticamente nula frente a los $ 33,4 que se habían estimado en febrero para fines del año próximo.
El relevamiento también indica que se espera que este año las monedas de los países latinoamericanos se debiliten frente al dólar americano, como consecuencia de las expectativas en relación a la suba de tasas por parte del banco central estadounidense.
Asimismo, el sondeo da cuenta de qué perspectivas hay a juicio de los analistas para el país en materia industrial. En esta edición, la expectativa es que la producción industrial crezca 1,7% este año, un ajuste a la baja de 0,3 puntos porcentuales en comparación con el relevamiento de febrero. Para 2018, por otra parte, se espera que aumente 2,4%.
Diferencias.
En el sondeo — del que participan consultoras, bancos y AFAP tanto locales como extranjeros— difieren las proyecciones en función de qué agente se trate.
Así, en marzo los más "positivos" acerca de cuánto crecerá la economía nacional este año fueron Oikos y JP Morgan (ambos pronosticaron una expansión de 1,6% en 2017). En la vereda de enfrente, los que tuvieron un pronóstico más magro fueron Capital Economics, Cinve y Santander con 1%.
Por el lado de la inflación, tanto Capital Economics como el Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración de la Universidad de la República estimaron el valor más alto: ambos esperan que cierre el año en 9%. BMI Research, en tanto, es quien proyectó el menor guarismo en este terreno: 7%.
Al momento de estimar a cuánto ascenderá el rojo de las cuentas públicas en 2017, Itaú BBA y Oxford Economics fueron los que manejaron el menor número, 2,7%. En el extremo opuesto, BBVA Research manejó un pronóstico un punto por encima (3,7%).
Finalmente, la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU, por su sigla en inglés) anticipa que el dólar cotizará a $ 29 a fin de año, el menor valor dentro de los encuestados. Por el contrario, Itaú BBA tuvo el pronóstico más elevado, con $ 33 al cierre de 2017.
Qué se espera para los vecinos.
La última edición del sondeo recuerda que, tras cinco años de desaceleración, en 2016 América Latina no logró crecer. De hecho, el PIB de la región se contrajo 0,8% el año pasado. Este fenómeno se explica por los desempeños de cuatro economías: Brasil, Argentina, Venezuela y Ecuador. Los economistas ahora esperan que Brasil crezca este año (un tímido 0,6% que lo haría empezar a dejar atrás la recesión), mientras que México lo haría a una tasa de 1,5%. De la mano de estos desempeños de sus dos países más grandes, América Latina aumentaría 1,5% este año. En febrero se había previsto 1,6%. Hacia más adelante, se espera que la región crezca 2,5% para fines de 2018. Argentina, por su parte, tendría un incremento de 2,9% de su PIB al término de 2017.
LO QUE SE ESPERA