Redacción El País
La industria láctea no tiene respiro, cuando todavía no hay una salida para el conflicto en Conaprole por el cierre de la planta en Rivera, ahora la empresa Claldy denuncia un “bloqueo sindical injustificado”.
En un comunicado, la empresa sostiene que medidas sindicales impiden que los supervisores cumplan con sus funciones. “Se está bloqueando el derecho a trabajar, a producir y a supervisar”, sostiene el directorio de Claldy.
El presidente del sindicato de Claldy, Hildo Rodríguez, explicó a El País que las medidas aplicadas consisten en la detención de las actividades cada dos horas. Tucla señaló que el problema inicial se desató a partir de un mal relacionamiento con el jefe de producción del sector de elaboración de quesos. Según comentó, la semana pasada se estableció la realización de paros en el área de quesos, compuesta por diez trabajadores.
Rodríguez relató que cuando los trabajadores fueron a retomar sus actividades el pasado miércoles, se encontraron con funcionarios de otras áreas manipulando la maquinaria allí ubicada, por lo que decidieron establecer la medida nuevamente. “Se perdió la higiene y buenas prácticas”, expresó. El País se comunicó con autoridades de la empresa, quienes prefirieron no brindar declaraciones a propósito del comunicado hasta no esclarecer la situación.
Por otra parte, en el comunicado divulgado, Claldy hace referencia a que el conflicto con el sindicato comenzó cuando se incorporaron nuevas máquinas a partir de una inversión del Fondo de Reconversión de la Industria Láctea (FRIL). Sin embargo, el sindicato sostiene que el comunicado es “una falta de respeto” ya que denuncia que se invirtió en maquinaria con años de uso.
"Confiamos en que la sociedad, los productores, clientes y actores políticos sabrán acompañar esta causa justa: la defensa de una industria nacional que quiere crecer, invertir y dar empleo en el interior del país", expresa la empresa.
A través del comunicado, Claldy también denuncia que las medidas impulsadas por el sindicato "se han hecho sin cumplir con los preavisos ni con los mecanismos de prevención de conflictos convencionales y legales". Por este motivo, la dirección de la empresa solicita apostar al diálogo, aunque aclara que "de persistir las medidas descritas, se avanzará por el camino disciplinario, sin perjuicio de las acciones civiles y penales que correspondan". Además, agrega: "El poder de dirección cabe exclusivamente a la empresa, sin participación ni injerencia alguna de la planta sindical".
Rodríguez sostuvo que la maquinaria requiere supervisión constante por parte del personal ante alguna posible falla, lo que enlentece los procesos de producción. El dirigente también agregó que durante los últimos cuatro años, se desperdició una “cantidad de materia prima millonaria”, aunque no especificó cuánta.
El sindicalista explicó que los trabajadores elaboran seis cajones con 400 hormas de queso por día, aunque resaltó que la capacidad del sector es aún mayor. Tucla señaló que el próximo lunes se planteará diferendo durante el plenario de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) y agregó que se aguarda la convocatoria a una reunión tripartita por parte del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).