Las novedades que están en Uruguay en materia de viviendas y la falta de crédito en el sector

En un escenario donde la innovación redefine la manera de habitar y trabajar, referentes del sector inmobiliario coinciden en que la clave del futuro estará en la capacidad de integrar confort, sostenibilidad y herramientas digitales a los diversos desarrollos. En este caso, algunos expertos del sector destacaron cómo la domótica, la inteligencia artificial y la eficiencia energética ya no son un lujo, sino una necesidad para responder a las nuevas generaciones de usuarios.

El presidente de Liderus, Santiago Pierro, destacó que su estrategia se centra en ofrecer viviendas de calidad para todos, más allá de la capacidad adquisitiva del comprador. “La calidad no es un beneficio de los que más tienen; es un atributo que todos deberían poder disfrutar”, afirmó.

Foto: Archivo/El País

Según el ejecutivo, la industria enfrenta desafíos importantes: medidas de fuerza, retrasos en la construcción y costos de mano de obra que impactan tanto en los plazos como en los presupuestos. Aun así, dijo que Liderus mantiene su apuesta por proyectos que combinan ubicación estratégica, infraestructura urbana y estándares de calidad, priorizando viviendas funcionales para residencia permanente y no sólo para uso turístico.

Uno de los principales factores de crecimiento, según remarcó Pierro a El País, es el acceso al crédito hipotecario: “Hoy el nivel de crédito sobre la vivienda es muy bajo. Todos los países desarrollados han crecido con el crédito, y Uruguay debería hacer lo mismo para generar un segundo renacer del mercado de vivienda”.

En este apartado, Matías Medina, vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria Uruguaya (CIU) y director de Macari, señaló que la demanda de vivienda refleja cambios significativos en los hábitos habitacionales: hogares más pequeños, unipersonales o monoparentales, menor número de hijos por familia y el incremento del teletrabajo tras la pandemia, que genera la necesidad de espacios para home office en los nuevos desarrollos.

Ignacio Sanchez/Archivo El Pais

También mencionó que los apartamentos ganan protagonismo, en parte por su funcionalidad, amenities integrados y conectividad, reemplazando algunas utilidades de las casas tradicionales.

Medina resaltó que los edificios modernos ofrecen cada vez más servicios que responden a las necesidades actuales: gimnasios completos y bien equipados; salas de juego para niños y adolescentes; parrilleros y terrazas para socialización y espacios adaptados para mascotas.

“Estos servicios agregan valor al edificio, mejoran la experiencia del residente y sirven como herramientas de venta”, explicó Medina. Además, la automatización y gestión digitalizada permite reservas de amenities, control de consumos y administración de servicios desde aplicaciones móviles.

La seguridad es una preocupación creciente. Tanto Liderus como la CIU coinciden en que los sistemas de portería virtual, cámaras y barrios privados son cada vez más demandados.

En materia de sostenibilidad y eficiencia energética, se destacan los sistemas de calefacción individuales regulables, la iluminación LED, aberturas con doble puente térmico y paneles solares en edificios y locales comerciales.

“Esto no solo mejora la comodidad y la calidad de vida, sino que reduce gastos comunes y optimiza el consumo de energía”, aseguró Medina. La domótica, aunque aún incipiente en Uruguay, empieza a permitir control de luces, electrodomésticos y servicios desde el celular.

El CEO de Vitrium Capital (una desarrolladora que se especializa en crear propuestas habitacionales que combinen innovación, sustentabilidad y tecnología), Federico Gagliardo, hizo foco en uno de sus proyectos más recientes: 01 Vila. Este es el primer proyecto residencial del país certificado bajo la norma EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies, por sus siglas en inglés), estándar internacional impulsado por la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial (BM).

Esta certificación garantiza un uso eficiente de recursos, desde la construcción hasta la vida útil del edificio. “Este proyecto va a tener ahorros de energía del 41%, de agua del 46% y de energía en la fabricación de materiales del 27% frente a una construcción tradicional”, explicó Gagliardo a El País.

Según el ejecutivo, la sostenibilidad no solo implica beneficios ecológicos, sino también económicos: los gastos comunes de los edificios certificados son más bajos y, en el mediano plazo, las unidades mantienen mejor su valor en el mercado. “Los edificios tradicionales van a ir perdiendo valor porque es muy difícil transformarlos en sustentables una vez construidos”, agregó.

Entre las soluciones implementadas en 01 Vila se incluyen paneles solares para precalentamiento de agua, sistemas de calefacción por losa radiante más eficientes y fachadas con doble vidriado hermético, que mejoran el aislamiento térmico.

Además, el proyecto incorpora tecnologías que reducen significativamente el consumo de agua.

Gagliardo ilustró la magnitud del impacto con un ejemplo: “Una persona puede desperdiciar entre 20 y 30 litros de agua diarios esperando que salga caliente en la ducha. En una vivienda unifamiliar, eso equivale a unos 9.000 litros al año. Si lo multiplicamos por las 82 unidades de 01 Vila, estamos hablando de más de 2,2 millones de litros de agua ahorrados anualmente”.

Con esta certificación, Vitrium Capital se convirtió en la única compañía en Uruguay en desarrollar proyectos residenciales bajo la norma EDGE, marcando un precedente para el mercado inmobiliario local a futuro.

“La sustentabilidad ya es un valor central para las nuevas generaciones, y lo será aún más en los próximos años”, concluyó el CEO.

El análisis conjunto de los expertos evidencia un mercado inmobiliario en evolución constante, que combina calidad, tecnología, sostenibilidad y accesibilidad financiera.