El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) publicó un decreto en el que habilitó la posibilidad de que los clientes que son generadores de energía para su autoconsumo y tengan excedentes, puedan volcarlos a la red de UTE y cobrar dinero por ello.

La reglamentación del decreto se aprobó con el objetivo de que empresas comerciales y principalmente industrias, de tamaño mediano, puedan volcar sus excedentes de energía a la red de UTE y no desecharlos como ocurría hasta el momento.

Por volcar esa energía inutilizada a la red, UTE les pagará al precio del mercado spot (calculado por la Administración del Mercado Eléctrico). Esto implica que si el precio spot es mayor a cero, los privados cobrarán determinada cantidad de dinero por inyectar esos excedentes a la red, mientras que si el precio spot es inferior a cero, no recibirán dinero y UTE tendrá más disponibilidad de energía en su red de forma gratuita.

El director nacional de Energía, Fitzgerald Cantero, dijo a El País que este era un reclamo “que las empresas e industrias venían haciendo desde el inicio de la actual administración”. Según explicó el jerarca del MIEM, aquellos emprendimientos que tienen sus propios procesos de generación de energía para autoconsumo (utilizada para sus procesos productivos), “encontraban una fuerte barrera operativa” dado que la normativa no les permitía inyectar el sobrante de energía.

“Por ejemplo, un molino uruguayo que tiene su propio aerogenerador, consume esa energía para su producción pero los fines de semana, si no produce, le queda un excedente que solo es desperdiciado porque no estaba permitido volcar esa energía a la red de UTE. Era una restricción importante”, señaló Cantero.

La nueva normativa permite la inyección de excedentes energéticos a la red de UTE, a aquellos generadores de una potencia total superior a 150 kilovatios (kW), (para los microgeneradores esa posibilidad ya se permitía) quienes deberán solicitar autorización expresa al MIEM.

Según explicó el director de la consultora especializada SEG Ingeniería, Ernesto Elenter, para el sector privado “es una muy buena noticia” porque significa “un avance en la promoción de energías renovables a nivel de los consumidores finales”. En relación al alcance de la nueva normativa, Elenter explicó que “industrias, shoppings, grandes edificios corporativos o hasta un hospital” pueden verse beneficiados por esto. “Este decreto levanta esa barrera al permitir que se inyecte esa energía y no tener que tirarla, lo cual era una lástima”, indicó el director de SEG.

En el decreto, el Poder Ejecutivo establece además que será “necesaria” la creación de una nueva categoría tarifaria en UTE, la cual reflejará “la nueva modalidad de consumo e inyección de energía según el nivel de tensión”. Sin embargo, aún no se conocen los detalles específicos de cómo será esa nueva tarifa.

Esta es la principal interrogante que aún mantiene el sector privado para terminar de evaluar si el cambio normativo “es completamente positivo y conveniente o no”, indicó Elenter. “Cuando se conozcan esos detalles del aspecto tarifario se verá si es conveniente acogerse al nuevo régimen e inyectar la energía a la red de UTE o no”, agregó.

No obstante, el decreto plantea la posibilidad de que quienes cuenten con una autorización de generación de energía eléctrica para autoconsumo, “podrán mantener su actual categoría tarifaria hasta que se cumpla el máximo entre cinco años desde la aprobación” del decreto “y 10 años desde la autorización de generación de energía eléctrica para autoconsumo otorgada” por el MIEM.

El director de UTE, Felipe Algorta dijo a El País que el decreto “es muy positivo” no solo para la empresa estatal sino también “para todo el país”, da-do que UTE podrá obtener más energía a un precio más barato.

“En el panorama actual (de crisis hídrica), esto le va a servir mucho a UTE porque va a tomar la energía de esa red y quemar menos gasoil” para la producción de electricidad. Es muy positivo, sobre todo ahora con los altos costos de generación (energética) que tenemos”, indicó.

Para el director de UTE, la nueva normativa implica “un ganar-ganar” tanto para la estatal, como para los privados. “Nosotros recibimos más energía y encima renovable, a un precio más barato, y los privados pueden llegar a ganar dinero por la venta de energía que hoy tiran”, remarcó Algorta.

Pese a ese beneficio para ambas partes, Algorta admitió que el cambio normativo “no redundará” en una rebaja tarifaria. “Al país le sirve porque UTE puede conseguir energía más barata y nosotros tenemos que tratar de reducir todos los costos lo más que podamos, en ese sentido es una señal positiva, pero no implicaría una rebaja tarifaria porque los volúmenes (de los sobrantes energéticos) son bajos”, indicó.

En este sentido, Cantero explicó que además “de dejar de ser una restricción operativa” para las empresas generadoras de su propia energía, la normativa “hasta ayudará a UTE a normalizar sus redes”. No obstante, dijo que la inyección de energía a la red “tiene costos asociados al mantenimiento y otros aspectos de la propia infraestructura”, los cuales, según el decreto deberán ser contemplados por el cliente.

Por ese motivo, el decreto establece una multa gradual a aquellos suscriptores que vuelquen más energía a la red que el tope que les fue permitido por el MIEM.

Algorta manifestó que la elaboración del decreto “llevó un tiempo” porque desde UTE “no se quería dar una señal equivocada” de que se pensara que con esto “se subsidia la generación” de energía por parte de los privados. “UTE hizo sus propias inversiones que cuestan dinero y que las traslada a las tarifas, entonces, no se trata de eso, se trata de aprovechar energía que no se utiliza”, concluyó.