Uruguay busca ingresar al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (Cptpp, por sus siglas en inglés) para poder catalizar un cambio significativo en el comercio internacional y el crecimiento económico del país. Entrar al acuerdo le permitiría al país abrir puertas en términos de acceso a mercados, inversión y bienestar social. Además, si Uruguay logra ser aceptado dentro del mismo, lograría diversificar sus socios comerciales y fortalecer su posición en la economía mundial.

En ese marco, Omar Paganini, ministro de Relaciones Exteriores, dijo que la economía mundial se mueve hace tiempo en torno a cadenas internacionales de valor. Los diferentes eslabones productivos o de servicios de escala regional y global están ubicados en diferentes espacios geográficos políticos (lo cual se alínea con las características competitivas de cada uno de los posibles espacios donde caen inversiones), por lo que resaltó que “resulta muy importante facilitar el flujo de créditos para asegurar la competitividad e incluso la viabilidad de cadenas productivas”.

Por ello (en un país comparativamente pequeño como lo es Uruguay), sostuvo que “hay que abrirse al mundo” para atraer los eslabones importantes de las cadenas productivas. Además, admitió que “el tamaño del mercado uruguayo no permite soportar un desarrollo productivo potente en este mundo globalizado sin esta integración a cadenas globales de valor internacionales”, dejando en claro que “es estratégico abrirse al mundo”.

En esa línea, el valor que genera entrar en este acuerdo internacional, según el ministro, es “mejorar la producción de riqueza en el país”.

“De eso se trata abrirnos (en el mercado internacional), no solamente para acceder a mejores mercados, sino también para generar mejores condiciones de integración a nuestras cadenas”, agregó.

Asimismo, indicó que en el contexto del mundo actual, la negociación de acuerdos comerciales se torna relevante, sumado a que las dificultades en el avance de reglas globales para el libre comercio se vienen acentuando. Dicho fenómeno ha generado, según Paganini, “la conformación de bloques comerciales”.

“Es por ello que es importante para Uruguay formar parte de esta movida de comercio internacional en este mundo que ya no es tan aperturista y forma más bien acuerdos y bloques para que la economía fluya. Es en ese contexto que tenemos que pensar en la Cptpp”, afirmó en un evento en la Facultad de Ciencias Sociales, en donde se dialogó sobre el impacto de este acuerdo.

Por su parte, Marcel Vaillant, coordinador del Doctorado en Economía del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales y presidente de la Comisión Académica de Doctorado de esa facultad, manifestó que la integración de Uruguay al Cptpp “representa una oportunidad inigualable para expandir nuestro horizonte comercial y fortalecer nuestra economía en el contexto global”.

Además, opinó que este acuerdo no solo facilitará un acceso más amplio a mercados clave, sino que también impulsará al Uruguay hacia adelante en términos de innovación y desarrollo sostenible.

A su vez, en el documento “Impactos del Cptpp y el ingreso de nuevos miembros, China y Uruguay: aplicación de un Modelo Gravitatorio Estructural de Comercio Dinámico”, los autores (Vaillant, Pedro Moncarz, Flavia Rovira y Sebastián Villano) predicen un impacto positivo en el ingreso per cápita del país, proyectando un aumento entre el 2,76% y el 5,27% dependiendo de diversos escenarios económicos. Estos datos subrayan, según Vaillant, “la importancia de este movimiento estratégico para el futuro económico de Uruguay”.

“Al ingresar al Cptpp, Uruguay se coloca a la vanguardia de la economía internacional, adoptando estándares de comercio e inversión que promueven la transparencia, la competitividad y el crecimiento inclusivo,“ agregó Vaillant.

Otro aspecto positivo, según señalaron en el informe los autores, es que la adhesión a este acuerdo plurilateral no sólo reduciría los costos de comercio para Uruguay, sino que podría incrementar las exportaciones totales en un 16% en el largo plazo.

En ese marco, Paganini sostuvo que “en América Latina tenemos normalmente una visión bastante miope de los beneficios del comercio”, debido a que “pensamos que es bueno todo lo que nos permita exportar más, y al mismo tiempo importar menos”.

“No siempre entendemos el verdadero alcance del concepto de inserción internacional, el cual es mucho más amplio y más vasto. La vieja visión mercantilista, de intentar aumentar las exportaciones y frenar las importaciones termina en una paradoja, ya que dificultar las importaciones en el fondo obstaculiza la producción total y por lo tanto también impacta en las exportaciones”, agregó el ministro de Relaciones Exteriores.

Por otro lado, subrayó que los insumos importados son necesarios para buena parte de la producción de las exportaciones. Sin embargo, si se desean aplicar etapas productivas de alto valor agregado, Paganini indicó que “inevitablemente Uruguay deberá formar parte de cadenas productivas internacionales”.

“Estos eslabones de cadenas internacionales se instalarán en nuestro país si resulta más sencillo el comercio desde y hacia el Uruguay”, sostuvo.

Por su parte, Gabriel Oddone, cofundador del think tank Ágora, afirmó que el ingreso de Uruguay al Cptpp “es un tema muy relevante y pertinente”, ya que el establecer ideas de apertura global “contribuye al crecimiento económico del país”.

Además, hizo énfasis en que adherirse a un tratado de este tipo “tiene efectos muy positivos en términos de comercio”, sumado a que se cuenta con la ventaja de adherirse a tecnologías institucionales, de gobernanza o de requisitos técnicos en los que Uruguay “debe poder jugar”.

Por otro lado, opinó que Uruguay debe “dejar de jugar en una liga de de negociaciones” como el Mercosur, ya que la misma “es relevante”, según Oddone, pero a la vez es una liga “de segunda o tercera categoría” en relación a lo que se discute en el mundo en términos de adhesión a aspectos institucionales, requisitos en términos laborales, derechos civiles, transparencia y gobernanza.