Entretelones de la emisión en pesos y dólares por US$ 1.850 millones, en la que el gobierno pagó la menor tasa

El gobierno obtuvo el equivalente a US$ 1.750 millones en efectivo, mientras despejó vencimientos de corto plazo por unos US$ 100 millones en la salida al mercado de capitales internacional.

Gabriel Oddone, Ministro de Economía y Finanzas.
Gabriel Oddone, Ministro de Economía y Finanzas.
Foto: Estefanía Leal

Redacción El País
El gobierno de Yamandú Orsi salió en la mañana ayer al mercado internacional con la emisión de un bono global en pesos a 10 años de plazo (vencimiento en octubre de 2035) y la reapertura del bono global en dólares con vencimiento en 2037 en una operación de deuda que también incluía una recompra de títulos en pesos a menor plazo. Así, el gobierno obtuvo el equivalente a US$ 1.750 millones en efectivo, mientras despejó vencimientos de corto plazo por unos US$ 100 millones y lo hizo con la menor tasa pagada (tanto en pesos como en dólares) desde que Uruguay accede a los mercados internacionales. El ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone había señalado la semana pasada que en Washington DC (donde participó de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial) encontró "avidez" en los encuentros que tuvo con inversores por una emisión de deuda uruguaya.

El lunes, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) anunció que había mandatado a los bancos Bank of America Securities, HSBC Securities e Itaú BBA USA Securities para "organizar una serie de llamadas a inversores internacionales y locales" desde ese día con el objetivo de realizar una emisión de deuda. El director de la Unidad de Gestión de Deuda del MEF, Herman Kamil lideró el proceso junto a su equipo.

Dos días después, el gobierno concretó la operación de deuda que incluyó la oferta a los inversores de recomprarles los bonos globales en pesos que vencen en el año 2028 y en el año 2031. Además, les ofrecía recomprar las Notas del Tesoro en pesos que vencen en 2026 y 2029, y las Letras de Regulación Monetaria del Banco Central (BCU) que vencen en 2025 (noviembre y diciembre) y 2026.

Es la segunda vez en una operación de deuda global de Uruguay que se habilita la opción para que inversores residentes y no residentes puedan integrar las Letras de Regulación Monetaria del BCU (junto a las Notas del Tesoro) como forma de pago para comprar el bono global denominado en pesos. "La implementación de este mecanismo financiero y la estrategia de comunicación a inversores, requirió de una estrecha coordinación entre el MEF y las áreas técnicas y operativas del BCU", indicó el MEF anoche en un comunicado.

Ayer en la tarde, El País adelantó que el gobierno había obtenido el equivalente a US$ 1.750 millones por esta salida al mercado. Faltaba conocer cuánto recompró el MEF de títulos de deuda en pesos que estaban en manos de los inversores y que estos daban como parte de pago del nuevo bono global en pesos. Anoche, el comunicado del MEF señaló que fueron US$ 100 millones que entraron por esa vía (despejando esa deuda a menor plazo).

Oddone y Kamil
Herman Kamil, director de la Unidad de Gestión de Deuda del Ministerio de Economía y Finanzas.
Foto: Estefania Leal

El comunicado, indicó que la emisión total conjunta alcanzó el equivalente a US$ 1.850 millones, de los cuales US$ 1.350 millones fueron del nuevo bono global en pesos al 2035 a tasa fija nominal ("US$ 1.250 millones fueron del libro de órdenes considerado como efectivo" y el "monto restante -US$ 100 millones- será utilizado para el canje por bonos globales en pesos de menor madurez") y US$ 500 millones correspondieron a la reapertura del bono global en dólares al 2037.

Allí resaltó que "tanto la tasa fija conseguida por el nuevo bono en pesos nominales (8% anual) como la prima de riesgo en la reapertura del bono global en dólares (78 puntos básicos), son las más bajas que Uruguay ha conseguido en pesos y dólares, respectivamente, desde que accede a los mercados de capitales internacionales".

"La demanda total por ambos bonos (incluyendo la demanda por canje con títulos globales en pesos de menor plazo) alcanzó un máximo de US$ 3.835 millones equivalente", indicó el MEF.

El ministerio que encabeza Oddone destacó que "la emisión del nuevo bono global en pesos se realizó a un rendimiento de 8% anual, lo que supone la menor tasa fija nominal en pesos alcanzada en una emisión global" en dicha moneda.

Hasta ahora, la menor tasa pagada por un bono global en pesos nominales había sido de 8,25% anual, cuando en 2021 el entonces gobierno de Luis Lacalle Pou colocó un bono global en pesos a 10 años, con un monto emitido por efectivo de US$ 750 millones equivalente.

A su vez, "la reapertura del bono global en dólares se realizó a un rendimiento de 4,73% anual. El diferencial sobre el bono de referencia del Tesoro de Estados Unidos en ese plazo (prima de riesgo) fue de 78 puntos básicos (0,78% anual)" lo que "representa el spread más bajo pagado por Uruguay para una emisión de un bono global en dólares", resaltó el MEF.

Hasta ayer, el spread más bajo en la tasa de rendimiento pagado por una emisión global en dólares de Uruguay era el de la reapertura del bono 2031 en dólares, en mayo de 2021. Aquella vez, el spread fue de 80 puntos básicos sobre la referencia de Estados Unidos del momento, y el monto emitido fue de US$ 574 millones.

Un comerciante trabaja en el piso de la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE) en la campana de apertura
Un operador trabaja en el piso de la Bolsa de Valores de Nueva York en la campana de apertura.
Foto: AFP

Uno de los objetivos del gobierno con esta salida al mercado internacional (bajo ley de Estados Unidos) era "completar el programa de fondeo del gobierno en el mercado internacional para el año en curso", lo que logró con los US$ 1.750 millones en "cash" que obtuvo

Otro objetivo era el de "apuntalar el proceso de desdolarización de la deuda del gobierno", lo que también consiguió ya que el grueso de la emisión de deuda fue en pesos.

Y en tercer lugar, el MEF tenía como objetivo "continuar desarrollando el mercado secundario de bonos en moneda local, estableciendo un nuevo bono de referencia (benchmark) en pesos para un plazo de 10 años". El mercado secundario es donde se compran y venden los títulos de deuda ya emitidos. Para esto son clave dos cosas: que el bono tenga un tamaño importante (unos US$ 1.350 millones -incluyendo la parte de recompra- lo es) y que los inversores que hayan adquirido el nuevo título de deuda estén bien diversificados por tipo para que tenga liquidez (esto es la posibilidad de venderlo y hacerse del dinero en caso de requerirlo).

Esto implica que haya fondos de inversión y fondos de pensiones que van a quedarse con el bono por un buen tiempo y tambipen lo que se denomina en la jerga financiera como inversores de "mano caliente" (por ejemplo fondos de cobertura) que van a venderlo más rápido (lo que asegura que haya ofertas de compra y venta en el mercado secundario).

El gobierno tiene discrecionalidad para adjudicar a quién y cuánto monto asigna de las ofertas recibidas por cada bono. Por eso, un factor central es que haya buena demanda (que permite eso, además de pagar una tasa menor por la deuda emitida).

La visión de operadores y analistas

El managing partner de WealthMan Corredor de Bolsa en Uruguay, Nicolás Coccino dijo ayer a El País que "el fuerte interés por el nuevo bono en pesos uruguayos, con una demanda que duplicó la oferta, refleja la solidez y la profundidad que ha alcanzado el mercado de deuda en moneda local".

"A su vez, la reapertura del bono global 2037 en dólares contribuye a fortalecer la curva en moneda extranjera y se colocó a un spread que se mantiene en niveles muy bajos, destacando el buen posicionamiento crediticio del país", afirmó.

El socio de Vixion Consultores, Aldo Lema dijo en su cuenta de X (anteriormente Twitter) que "previsiblemente Uruguay volvió al mercado global de deuda con tasas muy alineadas a los rendimientos de mercado".

En tanto, el socio director de Gastón Bengochea Corredor de Bolsa, Diego Rodríguez, señaló en su cuenta de X que "Uruguay se termina financiando en el mercado internacional al 8% en pesos en un bono a 10 años. El país gana soberanía financiera al emitir en su propia moneda y a tasa fija nominal no indexada ni al tipo de cambio ni a la inflación. Eso dice mucho de la reputación construida en dos décadas".

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