Un nuevo aliado contra las manchas: Mela B3, innovación en dermatología

Las pigmentaciones oscuras en la piel, las manchas tras procesos inflamatorios como el acné y la coloración progresiva en determinadas zonas del cuerpo son alteraciones cutáneas frecuentes en la población latinoamericana. Se estima que entre el 8% y el 15% de las personas en la región presentan algún tipo de hiperpigmentación, lo que hace necesario implementar tratamientos para su mejora.

Esta problemática fue uno de los principales temas tratados durante la Reunión Anual de Dermatólogos Latinoamericanos (Radla), que congregó a más de 2.500 profesionales de toda la región en Punta del Este. Durante esa instancia, el doctor y presidente del próximo Congreso Mundial de Dermatología (Guadalajara 2027), Jorge Ocampo, destacó la importancia de abordar de forma integral los trastornos pigmentarios, especialmente considerando los fototipos de piel más frecuentes en Latinoamérica, que van desde intermedios hasta oscuros.

Según informó el experto, entre los problemas de pigmentación más habituales se encuentran el melasma —manchas oscuras—, la hiperpigmentación postinflamatoria —que suele aparecer tras enfermedades como el acné—, los léntigos solares —causadas por la edad y la alta exposición al sol—, y la hiperpigmentación localizada en zonas como axilas, ingles o párpados.

En este contexto, el doctor Ocampo, destacó los avances en los tratamientos disponibles, entre ellos el lanzamiento de Mela B3, un dermocosmético de La Roche-Posay que ya está disponible en Uruguay y que representa un nuevo enfoque terapéutico. “Este medicamento nuevo es una molécula que llevó cerca de 15 años desarrollarla. Está hecha en base a la inteligencia artificial y se ha visto que es muy efectiva”, informó Ocampo.

A diferencia de los despigmentantes tradicionales, que suelen actuar inhibiendo la enzima tirosinasa, el Mela B3, de acuerdo al dermatólogo, interviene en múltiples etapas del proceso de pigmentación, ofreciendo un enfoque más integral y prometedor. “Ese es su valor diferencial: actúa sobre distintas bases del proceso pigmentario, con una vía de acción completamente distinta”, agregó.

Según informó, los estudios clínicos realizados en Latinoamérica han demostrado su eficacia para tratar melasma, léntigos solares e hiperpigmentación postinflamatoria, con resultados sostenidos por hasta seis meses y con buen perfil de tolerancia para su uso prolongado.

Con el objetivo de prevenir este tipo de manchas, el experto subrayó también la importancia de un enfoque integral que incluya el seguimiento dermatológico y una correcta fotoprotección.

En ese sentido, destacó la importancia del uso diario de protección solar como la principal medida preventiva contra los trastornos pigmentarios, ya que, según informó, la radiación UV estimula la producción de melanina, provocando la aparición de manchas.

“Las recomendaciones más importantes para tratar cualquiera de estos trastornos de la pigmentación es que el paciente acuda con su dermatólogo de confianza. Y algo muy importante es la fotoprotección. Se debe buscar un protector solar de amplio espectro, con un factor adecuado para cada tipo de piel y edad, algo que recomienda su dermatólogo”, explicó Ocampo.

El experto resaltó la relevancia de un abordaje integral que combine la prevención, el tratamiento y el mantenimiento para obtener resultados óptimos. “Esto incluye la protección solar diaria, el uso de productos despigmentantes específicos y consultas regulares con un dermatólogo”, concluyó.

El desarrollo de tratamientos como Mela B3 marca un avance significativo en el abordaje de las alteraciones pigmentarias, especialmente en una región donde los trastornos de hiperpigmentación son cada vez más frecuentes. Con el respaldo de la ciencia, la tecnología y el seguimiento profesional, es posible mejorar visiblemente la calidad de la piel y, con ello, también la calidad de vida de los pacientes.