Un estímulo hacia adentro, un ejemplo hacia afuera

Una abuela que ya puede ayudar a su nieto con los deberes escolares, un contratista que comprobó que no se necesita trabajar en una empresa grande para hacer su aporte a la sociedad, una psicóloga que obtuvo su primera experiencia laboral en la misma empresa donde trabaja su padre: son todas acciones concretas de la Academia Montes del Plata, que pretende ser un estímulo para sus empleados y al mismo tiempo representa un ejemplo del vínculo entre el mundo de la educación y el del trabajo.

En un año de funcionamiento, la academia generó más de 53.000 horas de formación a través de cuatro grandes escuelas: el Instituto Técnico de Certificación, la Escuela de Liderazgo y Gestión, la Escuela de Innovación y Eficiencia y la Escuela de Desarrollo Personal y Profesional.

“Nuestra idea era generar empleo, pero nos dimos cuenta que necesitábamos algo más potente: mejorar la empleabilidad de las personas vinculadas a la empresa”, destacó Diego Wollheim, gerente general de Montes del Plata, al presentar en público la academia, durante una conferencia el lunes 23 en el Hyatt Centric, un año después del lanzamiento interno de la iniciativa.

Aprendizaje. Este primer año del proyecto sorprendió por sus resultados, expresó Wollheim. “Todos aprendimos mucho en el camino”, aseguró.

El concepto de la academia está muy vinculado con el de la felicidad en el ámbito laboral: “Sentir que soy útil en el trabajo. Si me lo reconocen, mejor”, dijo.

El proyecto es muy ambicioso, pues aspira a ir más allá de los empleados y llegar a otros sectores, como los proveedores o los contratistas de la empresa. De la misma forma, se realiza formación en temas vinculados a la producción pero está abierta a cualquier otro tema que interese a los potenciales alumnos.

Está conducida por un comité académico y organiza sus contenidos en cuatro escuelas. Además, tiene una biblioteca de contenidos optativos que les permite elegir a los colaboradores entre 700 cursos en 250 universidades del mundo.

Esa amplia variedad de propuestas fue comparada jocosamente por Rodolfo Sosa, consultor académico: “Cuando era niño había una juguetería que sorteaba cinco minutos para entrar y elegir todos los juguetes que se pudiera. Nunca se me dio. Pero la posibilidad de entrar a una empresa como Montes del Plata y ver todo lo que se puede hacer es una revancha”.

Aldo Favre, gerente de Personas y Cultura Organizacional de la firma, señaló: “Queremos que el conocimiento llegue a muchos actores de la sociedad y genere empleabilidad. Eso es compartir valor”.

Testimonios. ¿Y cómo se generan esas oportunidades? Uno de los programas se denomina Rebrote y apunta a que los empleados puedan completar el Ciclo Básico, que por las razones de la vida tuvieron que dejar en algún momento. Fue el caso de Margot Centurión, encargada del vivero.

“Tengo dos nietos, uno en edad escolar, Benjamín. Un día me preguntó si lo podía ayudar con los deberes. Pero me sentía impotente porque no sabía hacerlos. Y entonces decidí terminar el liceo”, recordó sobre su decisión de convertirse en una de las 17 personas que participaron de la experiencia.

El desafío era que los alumnos provenían de distintos puntos del país, por lo que se trabajó en forma virtual sobre la base de escritura, cálculo y comprensión lectora. Fueron cinco meses de enviar ejercicios y recibir las respuestas por Whatsapp, hasta que por fin se realizó la prueba final, que llenó de nervios tanto a los participantes como a los responsables de los cursos, según contó Natalia Pauletti, del equipo de Gestión de la Academia.

Luego de casi cuatro horas de examen virtual supervisado por docentes de UTU, los 17 estudiantes salvaron y hoy pueden acreditar que completaron el Ciclo Básico. “Dos cosas quedaron claras para el éxito de Rebrote: el compromiso de cada participante y el acompañamiento y contención de las familias, los jefes y la academia”, indicó Pauletti. Como rúbrica, los alumnos recibieron una ovación por parte de los presentes en el Hyatt.

Germán Robaina, director de la firma Elecorp ZF y contratista de Montes del Plata, participó en la Escuela de Liderazgo y Gestión. “Fue muy inspirador, porque nos hizo pensar: si ellos pudieron hacer eso, nosotros también podemos. Montes del Plata nos abrió una puerta. Y pude comprobar que no necesitás trabajar en una empresa grande para hacer un aporte a la sociedad”.

Nicolás Geymonat, integrante del Consejo Directivo de la Academia, explicó que esta escuela “se dirige a los tomadores de decisión, los que generan estados de ánimo en la organización”. La interacción con contratistas no es algo nuevo para la compañía, que si bien cuenta con 650 empleos directos, involucra en su cadena de valor a más de 6.000 personas.

Apenas recibida de psicóloga, Sol Giraldi pudo realizar su primera experiencia laboral en Montes del Plata, donde su padre, Óscar, trabaja desde hace 20 años y es supervisor de Silvicultura. El programa se llama justamente “Mi primera experiencia laboral” y busca atender un aspecto clave para cualquier joven que ingresa al mercado de trabajo. Sol entró en la sección Personas y Cultura Organizacional. “Como padre fue algo muy emotivo. El primer día me sorprendió ver su nombre en una plataforma de comunicación interna que tiene la empresa. Ella estaba en Montevideo, yo en Young”, contó Óscar.

“El puesto enseña mucho. Se aprende el funcionamiento corporativo, se conocen los valores de la empresa. Es una experiencia hermosa, la recomiendo mucho”, dijo ella.

Autoridades. La presentación fue abierta por los ministros de Trabajo, Pablo Mieres, y de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, y cerrada por la especialista argentina en educación, Melina Furman.

Mieres destacó la necesidad de acercamiento entre el trabajo y la educación, mientras que Da Silveira subrayó la importancia de la educación para “ejercer ciudadanía en una sociedad democrática”.

Furman, finalmente, se refirió a las herramientas para alcanzar “el superpoder de aprender durante toda la vida”, para lo cual explicó los diferentes pasos para crear un hábito de aprendizaje: procesar la información, transformarla en conocimiento, enfocarse en un aspecto a la vez, y evocar, o sea recordar adrede lo estudiado.