Gestión de riesgos: ¿Cómo las empresas uruguayas pueden transformarse en tiempos de incertidumbre?

Por la contadora y MBA Carolina Pantín, senior de consultoría en EY Uruguay.

Este nuevo escenario, que diversos expertos describen como un entorno NAVI (no lineal, acelerado, volátil e interconectado), exige que las empresas reevalúen cómo gestionan sus riesgos.

El nuevo enfoque estratégico del riesgo

El estudio de EY identifica un grupo de organizaciones que están liderando la transformación de la gestión de riesgos: las “Risk Strategist”. A diferencia de los enfoques tradicionales, estas empresas:

• Integran el riesgo con la estrategia del negocio.
• Usan métricas de negocio y riesgo para tomar decisiones.
• Son 48% más efectivas en reducir riesgos inesperados.

Este perfil no surge por azar. Requiere visión, cultura organizacional, incentivos adecuados y una estructura que permita integrar el riesgo en todos los niveles de la empresa.

A continuación, se presenta un gráfico comparativo que ilustra estas diferencias en cuatro dimensiones clave:

Este enfoque estratégico del riesgo requiere algo más que herramientas y procesos. Como señala Errol Gardner, Vicepresidente Global de Consultoría de EY:

“En un mundo de cambio acelerado y mayor volatilidad, la transformación efectiva requiere un enfoque dual.”

Las organizaciones deben ser capaces de planificar con visión de largo plazo, pero también adaptarse rápidamente ante cambios inesperados. La transformación efectiva no ocurre en línea recta: combina planificación estructurada con capacidad de reacción ágil.

¿Y en Uruguay?

En nuestro país, muchas organizaciones aún operan con estructuras tradicionales, procesos manuales y una visión del riesgo centrada en el cumplimiento. Sin embargo, el contexto global —y local— exige un cambio de enfoque: pasar de ver el riesgo como una amenaza a entenderlo como una palanca estratégica para tomar decisiones, innovar y crecer.

Cinco acciones para transformar la gestión de riesgos en Uruguay

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Desde nuestra experiencia como auditores internos, y siguiendo las buenas prácticas internacionales del Instituto de Auditores Internos (IIA), proponemos cinco acciones concretas para que las empresas uruguayas comiencen su transformación:

1. Definir una visión estratégica del riesgo: Involucrar a líderes clave para construir una hoja de ruta que alinee riesgos con objetivos de negocio.
2. Fomentar una cultura de riesgo inteligente: Pasar del miedo al riesgo a una actitud proactiva. Reconocer y premiar la identificación temprana de riesgos.
3. Medir el riesgo con criterios claros: Usar escalas de impacto y probabilidad, mapas de calor y métricas que permitan priorizar con objetividad.
4. Prepararse para adoptar tecnología: La inteligencia artificial y el análisis de datos serán claves en la gestión de riesgos. Aunque no se invierta de inmediato, hay que preparar los datos y las capacidades en los equipos.
5. Empoderar al talento interno: Capacitar, reconocer y dar autonomía a quienes gestionan riesgos. La transformación es, ante todo, tarea de todos los miembros de la organización.

El rol de la auditoría interna en esta transformación

Estas cinco acciones no pueden implementarse de forma efectiva sin una función de auditoría interna que acompañe el proceso. La auditoría interna moderna no se limita a revisar la operación de los controles. Su verdadero valor está en anticipar riesgos, alinear esfuerzos con la estrategia y adaptarse con agilidad.

En Uruguay, muchas empresas ya están dando pasos en esta dirección, pero aún queda camino por recorrer.

Contar con una auditoría interna profesional, basada en estándares internacionales como los del IIA, permite construir planes dinámicos, comunicar con claridad y agregar valor real al negocio.
 
Del cumplimiento a la estrategia

Transformar la gestión de riesgos no es solo una necesidad global. Es una oportunidad local. Las empresas uruguayas que se animen a repensar su enfoque podrán no solo protegerse, sino crecer con confianza en un entorno cada vez más incierto.