MARCHA EL 10 DE MARZO

El líder opositor venezolano Juan Guaidó llamó ayer viernes a una movilización el 10 de marzo para protestar contra el régimen de Nicolás Maduro.

Guaidó, reconocido por más de 50 países como el presidente encargado de Venezuela, ha impulsado que tanto Estados Unidos como la Unión Europea impongan sanciones a Maduro y a sus colaboradores como forma de presionarlos para que convoquen a elecciones presidenciales.

“Con fuerza nos levantamos en cada rincón y en cada esquina del país, vamos a las calles a exigir, vamos a levantarnos hasta lograr la libertad, la democracia”, dijo Guaidó, en una reunión con sindicatos, sectores sociales y estudiantes en la que anunció la marcha hasta la Asamblea Nacional.

Guaidó pidió a los gremios presentar un “pliego nacional de conflicto”, sin precisar el alcance de la medida. “No, no estamos dormidos (...) cada sector a organizarse y salir, a exigir, a protestar”, agregó el líder opositor, quien espera reactivar la movilización de 2019, cuando lideró una ola de protestas contra Maduro.

Guaidó también invitó a participar en una manifestación estudiantil el 27 de febrero.

Maduro endureció su retórica contra Guaidó el jueves, al llamarlo “rata de cañería” en un acto político transmitido por el canal estatal de televisión. El régimen ha amenazado con meterlo preso.

Desde hace semanas los diputados opositores no han logrado acceder a la Asamblea Nacional, ya que las fuerzas del régimen, así como los llamados “colectivos”, grupos civiles armados que operan como paramilitares, se lo han impedido.

El 7 de enero fue la última vez que Guaidó logró encabezar una sesión en el recinto. Desde entonces, se han convocado sesiones de la cámara en plazas y anfiteatros.

“¿Otra vez a la calle? Sí (...) a exigir, a protegernos, a defendernos hasta que sea necesario, hasta hacer realidad ese pliego de conflictos, hasta unificar cada sector, hasta que estemos libres, hasta que el mundo llegue a ayudarnos”, dijo Guaidó.

El líder opositor dijo que la actividad del 10 de marzo no será “definitiva” para sacar del poder a Maduro pero sí constituirá “un hito fuerte” en su lucha contra la llamada “revolución bolivariana”.