Salen a la luz cartas del papa Francisco sobre el caso de Angelo Becciu que sacuden y dividen al Vaticano

El máximo pontífice dejó en claro su voluntad de que el cuestionado cardenal sea excluido del cónclave, pero no es claro que se vaya a respetar esa posición en la Santa Sede.

Los cardenales esperan en la Plaza de San Pedro antes de la ceremonia fúnebre del Papa Francisco en el Vaticano
Los cardenales esperan en la Plaza de San Pedro antes de la ceremonia fúnebre del Papa Francisco en el Vaticano.
Foto: AFP

Elisabetta Piqué - La Nación (GDA)
Golpe de escena. Confirmando ese Vaticano lleno de intrigas pintado por Dan Brown, justo en vísperas de los funerales solemnes del papa Francisco de ayer sábado, parecería haberse resuelto la gran incógnita que amenazaba las reuniones precónclave, es decir, si el cuestionado cardenal Angelo Becciu, puede participar, o no, de la elección del próximo pontífice. Y la respuesta es “no”, al parecer.

El Papa dejó dos cartas en las que confirmó su voluntad de que Becciu sea excluido del cónclave, según el diario Domani. Cartas que, en medio de discusiones sobre si Becciu -defenestrado en 2020 al salir a luz un escándalo de corrupción y a quien el Papa le quitó los derechos cardenalicios -que implican ingresar al cónclave-, pero no el título, el cardenal Pietro Parolin le habría mostrado a Becciu como para conminarlo a dejar de lado su campaña.

Becciu, que al principio del pontificado fue uno de los más estrechos colaboradores de Jorge Bergoglio, fue condenado a cinco años de prisión por un tribunal Vaticano, en el denominado “juicio del siglo”, el primero de este tipo contra un funcionario de grado tan alto en la Santa Sede. Becciu, de 77 años, siempre se proclamó inocente e incluso acusó a la justicia vaticana de no ser ni justa ni imparcial y se consideró un chivo expiatorio de operaciones turbias urdidas por sus enemigos.

Cuando el Papa lo echó, de un día para el otro, en septiembre de 2020, también debió renunciar a su cargo de prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos. Y pese a estar muy implicado en una trama de lo más oscura -por una inversión millonaria en Londres con fondos reservados de la Secretaría de Estado, así como en envíos de dineros extraños a sus familiares sardos-, comenzó, junto a abogados, una campaña mediática para limpiar su nombre. Incluso sorprendió al denunciar a la revista L’Espresso, que fue la que reveló el escándalo, para que le pague una enorme indemnización por haber perdido su posibilidad de ser Papa, al quedar afuera del cónclave.

Los cardenales asisten al funeral del difunto Papa Francisco en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Los cardenales asisten al funeral del difunto Papa Francisco en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
FILIPPO MONTEFORTE/AFP fotos

Empeñado en dar vueltas las cosas y desafiando la sanción de Francisco, evidente porque según las listas de la Sala de Prensa del Vaticano, Becciu, que tiene menos de 80 años, no está entre los 135 electores que podrán acceder a la Capilla Sixtina, comenzó una campaña subterránea para obtener apoyos en ese sentido durante las congregaciones generales de estos días.

Aunque en estas reuniones preparatorias se hace un juramento por el que no se debe contar de qué se habla allí dentro, ya es un secreto a voces de que el tema estalló desde el primer día, el martes pasado.

División

Así como el Papa, con generosidad, en los últimos años había invitado a Becciu a participar de diversas ceremonias y liturgias, también fue invitado a estas reuniones

Según Domani, al no existir hasta el momento documentos que confirmaran la voluntad del Papa de excluirlo, sino tan sólo un comunicado de prensa, al parecer al principio el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, de 91 años y al frente de este fase de transición, le habría dicho que estaba a favor de su reinserción en la lista de electores.

Cardenales asisten al funeral del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro del Vaticano
Cardenales asisten al funeral del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro del Vaticano
Foto: AFP

Aunque se manifestó totalmente de acuerdo con esta línea, el cardenal estadounidense de origen irlandés, Kevin Farrell, que es el camarlengo -quien maneja la sede vacante, de 77 años-, le hizo saber que el papa Francisco le había comunicado en forma clara que no quería que Becciu ingresara al cónclave. “A este punto dos fuentes indican que Re le habría dicho a su colega sardo que diera un paso hacia atrás”, escribió Domani, que subrayó que, pese a esto, Becciu volvió a insistir que no iba a renunciar a su deber de elegir al próximo papa al no existir ningún documento papal al respecto.

Entonces el cardenal camarlengo habría quedado en silencio. Y, en medio de un clima que ni siquiera se vio en la película Cónclave, “sabiamente” los demás cardenales habrían decidido tratar el asunto más adelante, cuando lleguen todos los cardenales. Y es aquí que llegó el golpe de escena. “Ayer a la noche el cardenal Parolin le habría mostrado a Becciu dos cartas escritas a máquina y firmadas por el Pontífice con una F que lo excluirían del cónclave: una de 2023 y la otra de marzo, cuando el Papa enfrentaba la última y gravísima enfermedad”, escribió Domani.

“El cardenal sardo habría tomado nota, pero no es claro si dará un paso para atrás o si deberán ser las congregaciones generales las que decidan”, agregó, en un artículo firmado por Giovanni Maria Vian, exdirector del Osservatore Romano, periodista e historiador, cercano a Becciu.

filtraciones de discordia

Posiciones distintas en el Vaticano

Se cree la filtración de la discordia sobre el caso Becciu tiene que ver con otro artículo “bomba” que salió en el diario Il Fatto Quotidiano, que reveló que en la congregación del pasado jueves, el cardenal italiano Claudio Gugerrotti habría propuesto instituir una comisión de cinco cardenales -en la que estaría incluido Becciu- para decidir si se lo excluye o no de la elección del sucesor de Francisco.

Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, cercano a Parolin, de todos modos, se manifestó en contra de la eventual readmisión del purpurado. Lo mismo hizo el cardenal polaco, Konrad Krajevski, limosnero papal y prefecto del Dicasterio para el Servicio de la Caridad. Mientras que se manfiestaron en favor del reclamo de Becciu los cardenales italianos Lorenzo Baldisseri y y Fernando Filoni, considerado anti-Parolin. Consultado respecto de esta noticia bomba de la aparición de cartas papales que confirman que la decisión pontifica ha sido tomada en forma irreversible, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, prefirió no hablar del tema.

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