Con información de EFE y AFP
Los sistemas de defensa antiaérea de Rusia destruyeron 20 drones lanzados sobre la anexionada península de Crimea, y uno en el espacio aéreo de la región de Kaluga, cerca de Moscú, informaron ayer las autoridades militares y civiles.

Según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso, “esta noche fue frustrado un intento del régimen de Kiev de perpetrar un ataque terrorista con 20 aparatos no tripulados contra objetivos en Crimea”. “Catorce drones fueron derribados por las defensas antiaéreas y otros seis neutralizados por medios de guerra electrónica”, señala la nota.

Según la fuente, el suceso no causó víctimas, ni daños materiales.

Por su parte, el gobernador de la región de Kaluga, Vladislav Shapshá, informó ayer en Telegram que las defensas antiaéreas rusas habían derribado un dron a unos 200 km de Moscú.

“Condenamos rotundamente esos ataques terroristas. El puente de Crimea es un objeto de infraestructura puramente civil”, señaló la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova, en un comunicado.

Según Zajárova, las “acciones bárbaras” de Kiev “no tienen justificación” y “no quedarán sin respuesta”.

Ucrania ha denunciado que Rusia utiliza Crimea como “base militar” para lanzar sus ataques contra el resto del territorio ucraniano y ha tachado el puente que une la península, anexionada en 2014, con territorio ruso como “una construcción innecesaria”.

Las fuerzas ucranianas lograron rechazar fuertes ataques de artillería rusos en varios frentes, según un informe de ayer del estado mayor ucraniano.

Los rusos lanzaron ataques de artillería y ataques aéreos prácticamente en todos los frentes de batalla, según el parte.

Por tierra, los rusos intentaron avanzar en Kupiansk, Bajmut, Avdívka y Marinka pero lograron ser contenidos por los defensores ucranianos. Además, se registraron ataques en la región de Sumi, cerca de la frontera, donde, hubo nueve ataques a lo largo del viernes.

Los militares rusos aseguraron que habían mejorado sus posiciones en el frente de Kupiansk, en la región oriental de Járkov, donde rechazaron ocho ataques enemigos en una jornada. También el estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) que “las fuerzas rusas parecen estar intensificando las operaciones ofensivas al noreste de Kupiansk”.

Este país prevé reforzar su frontera oriental con Bielorrusia, aliada de Moscú, con alrededor de 10.000 soldados, anunció el ministro de Defensa esta semana, advirtiendo de potenciales riesgos de seguridad.

“Serán unos 10.000 soldados, 4.000 de los cuales participarán directamente en las operaciones de apoyo a la policía fronteriza y otros 6.000 como refuerzos”, dijo Mariusz Blaszczak a la radio pública.

La víspera, el ministro había anunciado el despliegue de 2.000 soldados adicionales para reforzar su frontera oriental, donde ya hay 2.000 militares apostados.

Polonia, un país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), advirtió recientemente de las provocaciones de Bielorrusia y los riesgos de la presencia del grupo ruso de mercenarios Wagner en el país. Varsovia también acusa a Minsk y a Moscú de organizar un nuevo flujo récord de migrantes hacia la Unión Europea (UE) para desestabilizar la región.

Según los guardias fronterizos polacos, 19.000 migrantes trataron de entrar en Polonia desde inicios de año.