CONFLICTO EN UCRANIA
Países que estuvieron bajo el dominio soviético denuncian planes expansionistas.
Ucraniay varios países del este de Europa afirman que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quiere revivir la antigua Unión Soviética, desaparecida en 1991. Putin, sin embargo, asegura que ese no es su objetivo, sino impedir que Ucrania se sume a la OTAN.
Pero lo cierto es que la movida de Putin de reconocer la independencia de las regiones separatistas ucranianas de Donatsk y Lugansk y enviar tropas a esa zona, hace temer de los planes expansionistas del presidente ruso.
Para el ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Réznikov, Putin acaba de dar otro paso para reavivar la Unión Soviética. En un discurso dirigido al Ejército ucraniano, el titular de Defensa afirmó que Rusia quiere el renacimiento de la URSS “con un nuevo Pacto de Varsovia”, el acuerdo militar creado en respuesta a la OTAN, y “un nuevo muro de Berlín”.
Por su parte, el ministro polaco de Defensa, Mariusz Blaszczak, pidió “sanciones serias, no simbólicas” contra Moscú, pues según él “sólo así se impedirá la “vuelta del imperio soviético”.
Blaszczak enfatizó que Putin pretende “reconstruir el imperio soviético” y recordó unas declaraciones del entonces presidente polaco Lech Kaczynski, quien afirmó en 2008 que a la invasión rusa de Georgia sucederían las de Ucrania, los estados bálticos y Polonia.
La ministra checa de Defensa, Jana Cernochova, también interpretó la decisión del presidente ruso de reconocer la independencia de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk como un intento de recomponer la extinta Unión Soviética.
“El reconocimiento por Putin de las repúblicas separatistas del Este de Ucrania es un intento de renovar la Unión Soviética en perjuicio de los países libres y soberanos”, señaló Cernochova en su cuenta de Twitter.
La ministra checa aseguró que “en ese tablero de ajedrez no está sólo Ucrania, sino también nosotros”, en referencia a la antigua Checoslovaquia comunista que, durante cuatro décadas, entre 1948 y 1989, formó parte del bloque del Este controlado por Moscú.
Bálticos.
Por su parte, los países bálticos, que fueron ocupados en la década de 1940 por la Unión Soviética y recuperaron su soberanía con la disolución de esta en 1991, piden que se refuerce el flanco este de la OTAN, tras el “ataque a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania” derivada del reconocimiento por parte de Rusia de las autoproclamadas repúblicas separatistas del Donbás.
La jefa del Gobierno de Estonia, Kaja Kallas, condenó el “ataque a la integridad territorial” ucraniana.
En tanto, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, calificó el reconocimiento de las repúblicas separatistas ucranianas por parte de Rusia de “inaceptable violación del derecho internacional”.
“Al mundo democrático le puede parecer surrealista a lo que estamos asistiendo, pero de nuestra reacción ante ello dependerá lo que ocurra a las siguientes generaciones”, apuntó la jefa del gobierno lituano, Ingrida Simonyte.
También Letonia, miembro de la OTAN y de la Unión Europea, como el resto de las repúblicas bálticas, instó al reforzamiento del flanco este de la Alianza Atlántica en un comunicado suscrito por la Presidencia del país, del Parlamento y del gobierno.
La "mejor solución".
Desde Moscú, Putin respondió a todas estas reacciones. El presidente ruso afirmó ayer martes que la “mejor solución” para resolver la crisis en torno a Ucrania sería que este país renunciase a su voluntad de integrar la OTAN, y se “desmilitarice”.
“La mejor solución (...) sería que las autoridades actualmente en el poder en Kiev rehúsen por sí mismas unirse a la OTAN y se mantengan neutrales”, declaró Putin.
Rusia exige garantías a los países occidentales de que la Alianza Atlántica no seguirá extendiéndose hasta sus fronteras. El presidente ruso abogó además por la “desmilitarización” de Ucrania, alegando que recibe armas de sus aliados occidentales.
Putin negó además que pretenda restaurar el imperio ruso tras el reconocimiento de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk.
“Había previsto que habría especulaciones sobre ese tema, el de la restauración del imperio ruso”, dijo Putin durante una reunión en Moscú con su homólogo azerbaiyano, Ilham Alíev.
El jefe del Kremlin aseguró que estas afirmaciones “no se corresponden con la realidad en absoluto”.
Agregó que después de la disolución de la Unión Soviética, Rusia aceptó la nueva realidad geopolítica.
Sin embargo, el lunes de noche, en el Consejo de Seguridad de la ONU, la embajadora de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, dijo que “Putin está poniendo a prueba el sistema internacional y viendo hasta dónde puede presionar a la ONU”. (Con información de las agencias EFE y AFP)
El mismo “guion” que aplicó en Georgia
La presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, denunció ayer martes que Rusia repite en Ucrania el mismo guión de 2008 en Georgia para violar su integridad territorial al reconocer las autoproclamadas repúblicas separatistas prorrusas de Lugansk y Donetsk.
“Todos recuerdan la experiencia de Georgia en 2008. Rusia repite ahora en Ucrania este guion. Tengo la sensación de un ‘deja vu’”, declaró en una rueda de prensa. Según la mandataria, Georgia “está ligada al tema de Ucrania, por ello, cuando se habla de hallar una salida a la crisis, es evidente que todos deben también pensar en Georgia”.
Tanto Ucrania como Georgia aspiran a ingresar a la OTAN, algo que Rusia ha calificado como una “línea roja” para su seguridad por el acercamiento de la Alianza Atlántica a sus fronteras.
Zurabishvili dijo que no ve “por parte de Rusia ninguna intención de diálogo sobre el restablecimiento de la integridad territorial de Georgia”, perdida tras el reconocimiento por parte de Moscú en 2008 de los territorios separatistas de Abjasia y Osetia del Sur, donde hay bases militares rusas. “Rusia no tiene deseos de comportarse diplomáticamente”, indicó, en referencia también a Ucrania.
La mandataria comentó que habló con sus homólogos de Polonia y Francia, a quienes pidió que durante sus conversaciones sobre Ucrania “no se olviden de Georgia”.
La presidenta llamó a imponer sanciones a Rusia que representen un alto costo “moral, político y financiero”.
Rusia luego de la URSS
Las guerras en el patio trasero
Desde Chechenia a Siria, pasando por Ucrania, la Rusia de Vladimir Putin ha estado implicada en varias guerras desde la caída de la Unión soviética en 1991.
Chechenia. A fines de 1994, tras haber tolerado durante tres años la independencia de facto de Chechenia, Moscú hace intervenir a su ejército para controlar a esta república del Cáucaso ruso. Al hallar una encarnizada resistencia, las tropas federales se retiran en 1996. Pero en octubre de 1999, bajo el impulso del primer ministro Vladimir Putin, que pronto sería elegido presidente, las fuerzas rusas vuelven a entrar en Chechenia. En 2009, el Kremlin decreta el fin de su operación.
Georgia. En 2008, Georgia lanza una sangrienta operación militar contra Osetia del Sur, territorio separatista prorruso. Rusia replica masivamente enviando tropas a territorio georgiano y en cinco días inflige una severa derrota a esta exrepública soviética. Luego, el Kremlin reconoce la independencia de Osetia del Sur y de Abjasia, otra provincia separatista, y mantiene desde entonces una fuerte presencia militar. Occidente denuncia una ocupación de hecho.
Ucrania. En 2014, tras el movimiento pro Unión Europea, Moscu anexiona la península ucraniana de Crimea, anexión no reconocida por la comunidad internacional. Movimientos separatistas prorrusos emergen en el este de Ucrania, en Donetsk y Lugansk, regiones del Donbás fronterizas con Rusia. Se autoproclaman las dos repúblicas, generando un intenso conflicto armado con las fuerzas ucranianas. El conflicto disminuyó en intensidad a partir de 2015 y la firma de los acuerdos de paz de Minsk. Este lunes 21 Putin reconoció a las dos repúblicas separatistas y envió tropas a la zona.
Siria. Desde 2015, Rusia está presente militarmente en Siria, en apoyo al régimen de Bashar al Asad. La intervención militar rusa ha cambiado el curso de la guerra y permitido a Al Asad recuperar el terreno perdido ante los rebeldes y los yihadistas.