Petro ante su mayor escándalo a nueve meses de dejar la presidencia: ¿de qué se trata y quienes están detrás?

Revelan supuestas colaboraciones entre su gobierno y un disidente de las FARC. El mandatario de Colombia acusa a la agencia estadounidense CIA de las filtraciones que enlodan su administración.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro durante la ceremonia militar de investidura del nuevo director de la Policía Nacional, William Rincón (no aparece en la foto), en Bogotá, el 24 de octubre de 2025.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro durante una ceremonia de investidura.
Foto: Ovidio González

Redacción El País
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, enfrenta uno de los peores escándalos a nueve meses de dejar el poder. Dos altos cargos de la fuerza pública y un jefe guerrillero están detrás de las supuestas colaboraciones que enlodan al gobierno. ¿Quiénes son y qué hay detrás de este entramado?

El general Miguel Huertas y el director de inteligencia Wilmar Mejía fueron apartados de sus cargos por presuntamente intercambiar información sensible con alias Calarcá, líder de una disidencia de las FARC.

El jefe guerrillero, en negociaciones de paz con el gobierno sin avances concretos, fue requisado en un retén en 2024 donde le decomisaron teléfonos y computadores.

Una investigación periodística reveló decenas de chats hallados que dan cuenta de filtraciones de información para que los guerrilleros pudieran evadir controles militares. También sobre la creación de una empresa de seguridad que les permitiera portar armas legales incluso si las negociaciones de paz fracasaban.

Lobby de las oficinas de la CIA en Virgina, Estados Unidos.
Lobby de las oficinas de la CIA en Virgina, Estados Unidos.
Foto: archivo El País.

Petro acusó a la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) de filtrar las revelaciones y les restó credibilidad. El mandatario pidió a la justicia hacer un “examen forense” de las pruebas, en manos de la fiscalía.

Los implicados son tres: un licenciado en deportes que escaló rápidamente a director de inteligencia; un general retirado y reintegrado al Ejército, acusado de vínculos con grupos criminales; y un rebelde que rechazó el histórico acuerdo de paz de 2016.

Sin experiencia militar, Mejía pasó de ser licenciado en educación física y representante universitario a director de la Dirección Nacional de Inteligencia en menos de un año. Llegó a la institución en mayo de 2024, tras entregar “información sensible” al gobierno como informante y luego su ascenso fue vertiginoso. En los documentos lo apodan “El Chulo” (buitre), como denominan los grupos ilegales a las personas cercanas al Ejército que podrían ser una “amenaza”, según explicó él mismo en medios.

Mejía es además designado de Petro ante la Universidad pública de Antioquia, una combinación inusual. Conoció al mandatario a principios de los 2000 cuando era líder estudiantil.

Medios y fuentes consultadas por la AFP señalan a Mejía como encargado de la purga de altos cargos militares durante el mandato de Petro.

Por su lado, el general Huertas fue suspendido en 2021 por el gobierno anterior tras una advertencia de la CIA sobre sus supuestos vínculos con la guerrilla del ELN, según el entonces ministro del Interior, Daniel Palacios.

El presidente colombiano Gustavo Petro pronuncia un discurso en el Movistar Arena de Bogotá luego de su victoria en 2022.
El presidente colombiano Gustavo Petro pronuncia un discurso en el Movistar Arena de Bogotá luego de su victoria en 2022.
Foto: AFP

Muy activo en la campaña presidencial de Petro, Huertas fue reincorporado al Ejército en agosto como líder del Comando de Personal, división que decide contrataciones y despidos.

En los archivos decomisados, Huertas está vinculado a la creación de una empresa de seguridad con apariencia legal para que las disidencias se desplazaran en vehículos blindados y portaran armas.

Mejía es “amigo” de Huertas y apoyó su reintegración, una decisión poco habitual en el Ejército.

La derecha lo “va a capitalizar y utilizar como un caballito de batalla electoral” para los comicios de 2026, dice Felipe Lopera, profesor e investigador político de la Universidad de Antioquia.

El guerrillero Alexander Díaz, alias Calarcá, fue socio del hombre más buscado de Colombia hoy convertido en su peor enemigo: Iván Mordisco.

Un adversario que comparte con el presidente Petro, que compara a Mordisco con Pablo Escobar.

Organismos como la Defensoría del Pueblo cuestionan la voluntad real de Calarcá de firmar la paz. AFP

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