Redacción El País
El juez brasileño Alexandre de Moraes ,del Supremo Tribunal Federal, emitir ayer una sentencia que refuerza la prohibición, vigente desde la semana pasada, del uso de las redes sociales por parte de Jair Bolsonaro, directamente o a través de terceros.
Ayer mismo, el expresidente canceló una entrevista que tenía prevista para el portal de noticias Metrópoles después de que su defensa advirtiera al medio sobre el riesgo de violar la orden de Moraes, dado que las declaraciones se transmitirían a través de YouTube y X.
En su fallo, Moraes afirmó que la prohibición de la presencia de Bolsonaro en redes sociales “incluye obviamente la transmisión, retransmisión o publicación de audio, video o transcripciones de entrevistas en plataformas de redes sociales de terceros”. El juez también añadió que no sería aceptable que “la persona investigada utilice estos medios para eludir la medida”.
Según el juez, como ya se destacó en la medida cautelar original, el incumplimiento de la prohibición implica “pena de revocación inmediata y prisión”.
Vetados
En la misma sentencia que ordenó el uso de un brazalete electrónico en el tobillo, el juez Moraes también prohibió a Bolsonaro hablar con al menos 177 personas. Esta cifra incluye a los embajadores extranjeros en Brasil y a todos los investigados en las demandas, la investigación y la petición relacionadas con el intento de golpe de Estado.
La lista incluye a su propio hijo, Eduardo Bolsonaro, y a varios aliados, como el presidente del Partido Liberal, Waldemar Costa Neto, su ex ayudante de campo, Mauro Cid, su ex asesor, Tércio Arnaud, y ex miembros de su administración, como Walter Braga Netto (quien está en prisión), Filipe Garcia Martins y Augusto Heleno.
En el STF existen cuatro procesos penales relacionados con intentos de golpe de Estado, además de la investigación sobre las acciones de Eduardo Bolsonaro en Estados Unidos con el presidente Donald Trump para tomar represalias contra Brasil.
Además, Moraes prohibió a Bolsonaro comunicarse con embajadores y “cualquier autoridad extranjera”. El expresidente también debe mantener una distancia de 200 metros de cualquier embajada. En Brasil todas las embajadas están en la capital, Brasilia.
De esta forma, hay al menos 177 personas con las que Bolsonaro no puede establecer contacto.
Plan de contingencia
En tanto, el Gobierno de Brasil dijo ayer lunes que cuenta con “planes de contingencia” en caso de que fracasen las negociaciones con Estados Unidos y entre en vigor el arancel del 50% a las importaciones brasileñas el 1 de agosto.
En una entrevista a la emisora CBN, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, insistió en que “Brasil jamás se fue ni se irá de la mesa de negociación”, pero admitió la posibilidad de no llegar a ningún tipo de acuerdo con la Administración de Donald Trump en los próximos diez días.
“La determinación del presidente (Luiz Inácio Lula da Silva) es que sigamos comprometidos de forma permanente. Enviamos una segunda carta la semana pasada, además de la de mayo. Vamos a insistir en la negociación comercial”, aseguró.
Haddad atribuyó la crisis abierta entre Brasil y EE.UU. a la “relación individual de Trump” con el expresidente Bolsonaro.
Al justificar el arancel del 50% adicional, el pasado 9 de julio, el líder republicano afirmó que Bolsonaro es víctima de una “caza de brujas” y exigió el cese de la “persecución” contra su aliado.
OGlobo (GDA), EFE