Crisis en Venezuela
Rompió relaciones con EE.UU., reclamó lealtad a las Fuerzas Armadas e investigar a Guaidó.
Ante la rápida reacción de los gobiernos latinoamericanos que ayer reconocieron a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, Nicolás Maduro no dio ninguna señal de ceder. Por el contrario, se mostró desafiante, reclamó unidad a los militares para respaldar su régimen, rompió relaciones con Estados Unidos, y le pidió a la Justicia que actúe, que en los hechos es como darles a los jueces vía libre para que condenen a los líderes de la oposición.
Maduro rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos luego de que el gobierno de Donald Trump reconociera a Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de mayoría opositora, como mandatario interino.
"He decidido romper relaciones diplomáticas y políticas con el gobierno imperialista de los Estados Unidos. ¡Fuera! ¡Se van de Venezuela!", dijo Maduro, quien dio 72 horas a la delegación diplomática para abandonar Venezuela.
Caracas y Washington carecen de embajadores desde 2010, y mantienen una tensa relación desde la llegada al poder del fallecido Hugo Chávez en 1999.
Antes miles de seguidores desde un balcón en el palacio de Miraflores, Maduro señaló que la autoproclamación de Guaidó forma parte de un "golpe de estado" orquestado por la Casa Blanca.
"Es una gravísima irresponsabilidad, una gravísima insensatez de la política extremista del gobierno de Donald Trump contra Venezuela (...), tratar de imponer un gobierno por vías extraconstitucionales, no lo podemos aceptar", exclamó.
Maduro llamó a los poderes del Estado —que en el caso de Venezuela responden al régimen— a "cerrar filas" y pidió lealtad a la Fuerza Armada, considerada el principal sostén de su gobierno.
"Le pido a la Fuerza Armada Nacional (...) máxima lealtad, máxima unión, máxima disciplina que esta lucha la vamos a vencer también. ¡Leales siempre!, ¡traidores nunca!", clamó Maduro.
Si bien la Fuerza Armada dice estar unida, según la oenegé Control Ciudadano unos 180 efectivos fueron detenidos en 2018 acusados de conspirar, unos 10.000 militares pidieron la baja desde 2015 y más de 4.000 desertaron de la Guardia Nacional en 2018.
Por su parte, el ministro de Defensa del régimen de Maduro, Vladimir Padrino, dijo que los militares no aceptarán "a un presidente impuesto a la sombra de oscuros intereses", en referencia a Guaidó.
"El desespero y la intolerancia atentan contra la paz de la nación. Los soldados de la patria no aceptamos a un presidente impuesto a la sombra de oscuros intereses ni autoproclamado al margen de la ley", dijo en su cuenta de Twitter.
Ofensiva judicial.
Poco antes de la autoproclamación de Guaidó, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, de línea oficialista) ordenó a la Fiscalía investigar penalmente a los integrantes del Parlamento de mayoría opositora, al acusarlo de usurpar las funciones de Maduro.
Maduro abonó ayer esta decisión del STJ y dijo que ese organismo debe actuar luego de que Guaidó se autoproclamara como presidente interino.
"¿Puede autojuramentarse un cualquiera como presidente? ¿O es el pueblo venezolano quien elige a su presidente?", preguntó a sus seguidores reunidos a las puertas del palacio presidencial de Miraflores.
También el presidente de la oficialista Asamblea Constituyente, Diosdado Cabello, considerado el número dos del régimen, salió ayer a amenazar a la oposición con investigaciones judiciales. Cabello dijo que si la oposición "pasa la raya", la Justicia debe actuar, al ser consultado sobre la decisión del Parlamento de nombrar a un embajador ante la OEA.
"El día que ellos pasen la raya, la Justicia tiene que actuar, ya hay una investigación abierta, cada quien que asuma su responsabilidad", señaló Cabello desde la concentración en apoyo a Maduro frente al palacio de Miraflores.
Este martes, la Asamblea Nacional comenzó a asumir competencias del Ejecutivo, tal y como había dicho que haría, en vista de la "usurpación" de la Presidencia de la República por parte de Maduro, a quien consideran "ilegítimo". Los diputados acordaron designar a Gustavo Tarre Briceño como representante especial ante la OEA, "con el propósito de coordinar con esa organización las acciones necesarias para el restablecimiento del ordenamiento constitucional" en Venezuela.
El país está en medio de la peor crisis de su historia moderna, con escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación para este año que el FMI proyecta en 10.000.000%.
Según Naciones Unidas, 2,3 millones de venezolanos han emigrado desde 2015.
La proclamación de Juan Guaidó no es un golpe de Estado, dijo a El País el excanciller Didier Opertti. "No se puede hablar de un golpe de Estado porque la Asamblea Nacional fue elegida legítimamente", dijo. Además, consideró que el poder de Nicolás Maduro tiene una base ilegítima, y que la oficialista Asamblea Constituyente surgió "a espaldas" de la opinión pública. En cuanto a las elecciones de mayo que se adjudicó Maduro, Opertti dijo que no estaban dadas las condiciones para que participara la oposición. Sobre el reconocimiento y no a Maduro y del interinato de Guaidó, explicó que corresponde a cada país tomar una decisión, y que esto nada tiene que ver con el principio de no intervención.