BRASIL

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo ayer viernes que tiene el 80% de sus ministros “en la cabeza” pero que no los anuncia porque aún negocia la composición del Gobierno con otros partidos políticos.

Lula adelantó que lo más probable es que eleve el número de ministerios de los actuales 23 hasta cerca de 30, debido a que su intención es tener un gabinete similar al del final de su segundo mandato (2007-2010).

“Después de que me entreguen el diploma como presidente electo de Brasil el 12 de diciembre comenzaré a anunciar a los ministros, pero no es para que se preocupen porque tengo el 80% del gabinete en la cabeza”, afirmó en una rueda de prensa.

Lula explicó que continúa negociando la composición del gabinete con la decena de partidos políticos que lo ayudaron a vencer en las elecciones de octubre al actual presidente, Jair Bolsonaro, así como con otros partidos de centro y derecha que no lo apoyaron “pero son importantes en el Congreso”.

Sobre el Ministerio de Economía, para el que se especula como principal opción al excandidato presidencial Fernando Haddad, exalcalde de San Pablo y uno de sus principales colaboradores, aseguró que su intención es nombrar a alguien “que tenga la cara” de su primer mandato.

Aclaró, no obstante, que su ministro de Economía tendrá autonomía pero que será el jefe de Estado el que tomará las decisiones políticas y económicas, “porque yo fui quien ganó las elecciones y sé lo que es bueno para el pueblo y lo que es bueno para el mercado”.

Sobre el número de ministerios, afirmó que tendrá como base el Gabinete que tenía al final de su segundo mandato, con cerca de 30 carteras, por lo que recreará algunas que fueron eliminadas por Bolsonaro, como las de Industria y Comercio, Pesca, Mujer e Igualdad Racial.

Reiteró igualmente que creará una cartera específica para los Pueblos Originarios pero aún no sabe si con estatus de ministerio o de secretaría vinculada a la Presidencia.

Otro anuncio de Lula fue la permanencia de Gleisi Hoffmann en la presidencia del Partido de los Trabajadores (PT), por lo cual no integrará el gabinete.

Lula habló con los periodistas ayer a su llegada al Centro Cultural Banco do Brasil (CCBB), sede del gobierno de transición. Lo acompañó Hoffmann.

“Pensé que era importante no desmantelar el partido, porque ganamos las elecciones. La compañera Gleisi tiene un papel muy importante. El hecho de que le dije a Gleisi que no será ministra es un reconocimiento al papel que tiene en la organización política de Brasil. Quiero que sepan que el hecho de que ella no sea ministra es un reconocimiento a su grandeza. Ser presidente de este partido hoy es tan o más importante que ser ministro”, dijo Lula.

Antes de llegar al CCBB, Lula visitó al expresidente José Sarney, en Brasilia. Llegó a la residencia alrededor de las 10:40 AM y permaneció allí hasta las 12:10 PM.

Preguntado por O Globo sobre el motivo de la reunión, Lula bromeó: “Somos viejos amigos. Viejos, no. Jóvenes amigos”.

Ante los periodistas, Lula dijo que Sarney (92) es un personaje “histórico” y recordó su encuentro con otro expresidente, Fernando Henrique Cardoso: “Es una persona que tiene historia en este país. Y quiero estar tan saludable como él lo está hoy, 91 años. Son personas que me ayudaron”.

Lula llegó a la Capital Federal el domingo pasado acompañado de su esposa, Rosângela Silva, Janja, y de Haddad.

A lo largo de la semana, Lula mantuvo encuentros con el Presidente del Senado, Rodrigo Pacheco (PSD-MG), y el Presidente de la Cámara, Arthur Lira. También se reunió con líderes de partidos como el MDB, PSD y União.

En la agenda de las conversaciones, está la conformación de un bloque parlamentario para darle gobernabilidad el próximo año.