BRASIL
El mandatario brasileño dijo que la tarea del uruguayo "no es fácil", debido a que heredó el gobierno de "la izquierda".
Elpresidente brasileño, Jair Bolsonaro, reiteró este jueves sus críticas a su homólogo argentino, Alberto Fernández, y al mismo tiempo elogió al mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, de quien dijo que "está haciendo un buen trabajo".
En una breve conversación con un grupo de seguidores, Bolsonaro lamentó que Argentina, socio del Mercosur junto con Brasil, Uruguay y Paraguay, "esté en una situación bastante complicada", lo cual atribuyó a que "la población allá decidió votar por quienes hundieron al país en un hueco".
Aseguró que "el agronegocio en Argentina ya no compensa" al productor y criticó algunas medidas adoptadas en las últimas semanas por el presidente Fernández, como la suspensión temporal de las exportaciones de carne o aumentos de impuestos que afectan a diversos productos agropecuarios.
"Es una situación bastante complicada", reiteró el mandatario, quien aún así subrayó que "los argentinos son hermanos" de Brasil y que desea que "lo mejor" para ese país, aunque duda del Gobierno de Fernández, de talante progresista.
En ese mismo marco, Bolsonaro puso como ejemplo "positivo" a Lacalle Pou, de quien dijo que "está haciendo un buen trabajo", pese a que "no es fácil", pues heredó el Gobierno de "la izquierda".
Aunque Bolsonaro no hizo alusión al Mercosur, sus declaraciones en torno a dos de los países miembros ocurren en momentos en que el bloque se prepara para su próxima cumbre semestral.
Esa cita, aún sin fecha definida pero prevista para celebrarse este mismo mes, deberá ser organizada por Argentina y en ella Brasil asumirá la presidencia rotativa del bloque, que ejercerá hasta fines de este año.
La próxima cumbre del Mercosur abordará asuntos delicados y sobre los cuales no hay consenso, como la revisión de una cláusula que impone a los miembros la negociación conjunta de todo acuerdo comercial con otros países o bloques, o la reducción del arancel externo común.
En ambos casos, aunque con matices, el país más reacio a esas discusiones es Argentina, cuyo Gobierno mantiene una posición más proteccionista respecto a los otros tres socios y se opone a liberar las negociaciones comerciales individuales y plantea una reducción mínima de los aranceles a las importaciones del bloque.