La alianza entre Reino Unido y Francia que busca enfrentar la amenaza rusa y tranquilizar a los socios europeos

El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, firman un acuerdo sobre armas nucleares. Ambos países podrán lanzar una respuesta coordinada en caso de ataque.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, en una base militar en Northwood.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, en base militar en Northwood.
Foto: AFP

Redacción El País
Francia y Reino Unido, dos potencias europeas con armamento nuclear, están estrechando sus lazos en el tema, un paso importante para enfrentar el deterioro de la seguridad en el continente, complicar los cálculos de Rusia y tranquilizar a los aliados preocupados por el futuro del paraguas estadounidense.

“Hemos firmado la Declaración de Northwood, que confirma por primera vez que coordinamos nuestras disuasiones nucleares independientes. Desde hoy, nuestro adversarios saben que cualquier amenaza extrema a este continente conllevará una respuesta de nuestras dos naciones”, declaró ayer jueves el primer ministro británico Keir Starmer.

“Hemos tomado tres decisiones importantes”, agregó el presidente francés, Emmanuel Macron. “Reconocemos que no podemos imaginar una situación de amenaza extrema para Europa que no suscite una respuesta rápida por nuestra parte, sea cual sea la naturaleza de esa respuesta. La segunda decisión es que no descartamos la coordinación de nuestras respectivas disuasiones (...), la tercera es la elección de profundizar aún más nuestra cooperación en el ámbito de la disuasión”, dijo Macron.

Desde sus inicios, la disuasión nuclear francesa ha sido completamente independiente, basada en la valoración exclusiva del presidente sobre cualquier amenaza a los intereses vitales nacionales.

El primer ministro británico, Keir Starmer (izq.), y el presidente francés, Emmanuel Macron, asisten a la Cumbre Reino Unido-Francia en el número 10 de Downing Street en Londres.
El primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, asisten a una cumbre en Londres.
Foto: AFP

Según el instituto Sipri, Francia dispone de 290 cabezas nucleares, repartidas entre los misiles a bordo de cuatro submarinos y los que llevan los aviones Rafale.

Reino Unido tiene 225 cabezas nucleares. La disuasión británica solo tiene un componente oceánico, con cuatro submarinos lanzamisiles balísticos, pero en junio el gobierno anunció el restablecimiento de un componente aéreo.

A diferencia de Francia, las fuerzas nucleares de Reino Unido están integradas en la OTAN, por lo que contribuyen a la defensa de los 32 Estados miembros de la Alianza.

Aunque la disuasión francesa es y seguirá siendo independiente, Macron recordó en 2020 “la dimensión genuinamente europea” de los intereses vitales de su país.

El anterior marco de la declaración franco-británica de “Chequers” en 1995 se limitaba estrictamente a definir los intereses vitales de los dos países. El alcance de la nueva cooperación es mucho mayor.

“Chequers era una declaración puramente franco-británica a un nivel muy político”, afirma Héloïse Fayet, investigadora sobre cuestiones nucleares en el Instituto Francés de Relaciones Internacionales. Ahora, “la referencia a las armas nucleares es mucho más visible y clara”.

“Hay dos avances: en el plano operativo, con esta coordinación de las dos fuerzas de disuasión”, explica a AFP. “Y el segundo es, evidentemente, la ampliación a la dimensión europea conjunta”.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se ríe al ser recibido por el primer ministro británico, Keir Starmer (izq.), a su llegada a la cumbre entre el Reino Unido y Francia en el número 10 de Downing Street.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, saluda al primer ministro británico, Keir Starmer en Downing Street.
Foto: AFP

Los dos países afirman que no existe ninguna amenaza extrema para Europa que no suscite una respuesta de ambos de todo tipo, “convencional, con ciberataques y nuclear, por supuesto”, según Fayet. Así pues, se mantiene deliberadamente la ambigüedad sobre la existencia de un paraguas nuclear franco-británico sobre Europa, y sobre su alcance.

“Nunca responderé” a la pregunta de si concierne a Ucrania, respondió Macron a la prensa, en nombre de “la ambigüedad estratégica que acompaña a nuestras doctrinas nucleares”.

En materia de cooperación, las dos potencias también cambian de dimensión con “un grupo de supervisión nuclear”.

“Es realmente un paso más con un grado de coordinación sin precedentes a nivel militar y político”, afirma Fayet. Esto abre la puerta a medidas concretas como patrullas submarinas conjuntas, con por ejemplo un submarino de ataque de un país escoltando a un submarino lanzamisiles balísticos del otro, o la participación de aviones británicos en ejercicios franceses.

“Se trata de un avance positivo para la seguridad europea”, declara Artur Kacprzyk, del centro de investigación polaco PISM. “Complica los cálculos estratégicos rusos”.

“Es un mensaje adicional dirigido a ellos: Francia y Reino Unido podrían lanzar una respuesta nuclear coordinada a un ataque contra sus aliados”, subraya.

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