Publicidad

Kamala Harris, icono del cambio social en Estados Unidos

Compartir esta noticia
Kamala Harris, candidata a vice por el Partido Demócrata, símbolo del cambio. Foto: AFP

CARRERA POR LA CASA BLANCA

Es la primera mujer negra y la primera mujer de ascendencia india en formar parte de la fórmula presidencial de uno de los partidos principales en EE.UU.

Cuando la madre de Kamala Harris se fue de India hacia California en 1958, el porcentaje de estadounidenses que eran inmigrantes estaba en su punto más bajo en más de un siglo. Eso estaba a punto de cambiar.

Su llegada a Berkeley como una joven estudiante de posgrado -y la de otro estudiante, un inmigrante de Jamaica con quien se casaría- fue el comienzo de una ola histórica de inmigración desde países fuera de Europa que transformaría a Estados Unidos de maneras que sus líderes jamás imaginaron. Ahora, los hijos nacidos en Estados Unidos de estos inmigrantes -personas como Harris- son el rostro del futuro demográfico de este país.

La decisión de Joe Biden de elegir a Harris como su compañera de fórmula ha sido celebrada como un hito, pues ella es la primera mujer negra y la primera mujer de ascendencia india en formar parte de la fórmula presidencial de uno de los partidos principales en la historia de Estados Unidos. Sin embargo, su nombramiento también destaca un cambio extraordinario en este país: el surgimiento de una nueva ola de hijos de inmigrantes, o estadounidenses de segunda generación, como una fuerza política y cultural creciente, distinta de cualquiera que le haya precedido.

El último influjo significativo de inmigrantes, a finales del siglo XIX y principios del XX, provino principalmente del este y el sur de Europa. En esta ocasión, el repunte viene de todo el mundo, desde India y Jamaica hasta China y México, entre otros.

En California, el estado donde Harris creció y que ahora representa en el Senado, cerca de la mitad de todos los niños son de familias de inmigrantes. La Institución Brookings ha descubierto que, a nivel nacional, por primera vez en la historia de esta nación, las personas blancas representan menos de la mitad de la población menor de 16 años; esta tendencia es impulsada por cantidades cada vez mayores de personas asiáticas, hispanas y multirraciales.

Mosaico cultural.

En la actualidad, más de una cuarta parte de los adultos estadounidenses son inmigrantes, o nacidos en Estados Unidos de padres inmigrantes. Alrededor de 25 millones de adultos son nativos de Estados Unidos e hijos de inmigrantes, y representan más o menos el 10 por ciento de la población adulta, según Jeffrey Passel, demógrafo principal del Centro de Investigaciones Pew. En contraste, la porción de la población que nació en el extranjero sigue siendo mucho más grande: cerca de 42 millones de adultos, o aproximadamente uno de cada seis de los 250 millones de adultos en el país, señaló Passel.

A sus 55 años, Harris pertenece al bloque de mayor edad de esta segunda generación de estadounidenses cuyos padres llegaron al país en esos primeros años. No obstante, su familia es parte de una tendencia más amplia que tiene repercusiones profundas en la identidad del país, pues transforma a una sociedad que estaba conformada casi en su totalidad por baby boomers (nacidos después de la Segunda Guerra Mundial) en un mosaico multiétnico y multirracial.

Debido a la afluencia de inmigrantes de países fuera de Europa y sus hijos, cada generación sucesiva en Estados Unidos en los últimos 50 años ha sido menos blanca que la anterior: el 71,6 por ciento de los baby boomers son blancos, el 55 por ciento de los milénials son blancos; y el 49,6 por ciento de la generación post-Z -los nacidos después de 2012- son blancos, de acuerdo con William Frey, demógrafo de la Institución Brookings.

Joe Biden y Kamala Harris se saludan en la convención demócrata; todos los discursos fueron muy duros contra la gestión de Donald Trump. Foto: AFP
Joe Biden y Kamala Harris se saludan en la convención demócrata; todos los discursos fueron muy duros contra la gestión de Donald Trump. Foto: AFP

Cambio demográfico.

“La demografía está avanzando”, dijo Marcelo Suarez-Orozco, rector de la Universidad de Massachusetts, campus Boston, quien ha estudiado a estos hijos modernos de inmigrantes que provienen del Caribe, China, Centroamérica y México. “Este es el futuro de Estados Unidos”.

Los inmigrantes que llegaron hace unos 50 años de países como India, China y Corea, solían tener títulos de educación superior, pero rara vez incursionaban en la política. Sus hijos, que ahora son adultos de mediana edad, son los que entran a la esfera pública.

La histórica Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1965, que abolió los límites establecidos en la década de 1920 para que la población estadounidense siguiera siendo blanca y protestante, produjo profundos cambios en la sociedad. La ley prohibió la discriminación basada en el origen étnico en el sistema migratorio y priorizó la entrada de personas con parientes que ya residían en el país, y aquellas con aptitudes especiales.

En 1970, cuando Harris era niña y los efectos de la ley de 1965 aún no se hacían presentes del todo, Estados Unidos era aún, en su mayoría, un país de negros y blancos. Los inmigrantes eran menos del 5 por ciento de la población. Los padres de Harris se divorciaron cuando ella tenía 5 años, y su madre las crió a ella y a su hermana como niñas de raza negra porque sabía que la sociedad las vería así.

Crece peso del voto de inmigrantes

La influencia cultural de las familias inmigrantes crecerá aún más en Estados Unidos, debido a que, en este momento, la población crece a su ritmo más bajo desde 1919, como resultado de una disminución de nacimientos y una aceleración de muertes. Si las tendencias actuales continúan, el 93 por ciento del crecimiento de la población de edad productiva desde ahora hasta 2050 será representado por inmigrantes y sus hijos nacidos en Estados Unidos, según las proyecciones del Centro de Investigaciones Pew.

También son un fuerza política creciente: más de 23 millones de inmigrantes podrán votar en las elecciones presenciales del 3 de noviembre, según el Centro Pew. Eso se traduce en alrededor del 10 por ciento del electorado, un máximo histórico. Y como ellos y sus hijos han tendido a votar por el Partido Demócrata, los vientos políticos están cambiando en estados como Arizona, Nevada, Virginia, Georgia y Texas.

Minoría de uno en la escuela
Kamala Harris. Foto: AFP

“Mi madre sabía muy bien que estaba criando a dos hijas de raza negra”, escribió Kamala Harris en su libro Las verdades que defendemos.

Navegar la división entre negros y blancos puede ser difícil para los hijos de inmigrantes que no pertenecen a ninguna de esas comunidades. Ghazala Hashmi creció en el sur de Georgia como parte de la única familia india en su pequeño pueblo. Su padre llevó a la familia allí tras terminar su doctorado a fines de la década de los ‘60. “Éramos una minoría de uno en nuestra escuela”, dijo Hashmi, de 56 años, que ahora es senadora estatal de Virginia. Estaba en segundo año cuando su escuela empezó a ser integrada. Recuerda la sensación incómoda de no encajar en una categoría racial clara en un país donde la gente quería asignarle una. “De niña, estaba consciente de que no era negra ni blanca”, relató. “Los niños blancos no jugaban con los negros y, al parecer yo no podía jugar con ninguno de los dos. A veces hacía de mediadora. Aprendí mucho de vivir eso como inmigrante y de crecer en el sur”.

Biden tiene ventaja en Colegio Electoral y en estados clave
Joe Biden junto con su esposa Jill Biden. Foto: AFP.

Por ahora, Joe Biden, candidato presidencial del Partido Demócrata, se encamina hacia la victoria sobre el presidente Donald Trump, en las elecciones del 3 de noviembre. Este panorama surge del promedio de las encuestas nacionales y por estados que realiza todos los días el sitio RealClearPolitics, especializado en información política.

El promedio nacional de encuestas indica que Biden tiene 49,8% de la intención de voto contra 42,2% de Trump. En estados que son clave, el candidato demócrata tiene ventaja en Ohio, Florida, Georgia, Michigan y Nevada, mientras su rival republicano, que busca la reelección, lidera en Texas y Carolina del Norte.

Estados Unidos tiene un sistema indirecto de elección presidencial a través del Colegio Electoral. Cada estado tiene tantos delegados en el Colegio como el número de diputados más dos senadores. El triunfo se obtiene con 270 votos en el Colegio. RealClearPolitics indica que Biden tiene 212 votos contra 115 de Trump, en tanto todavía están en juego otros 212 votos.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad