La aviación israelí bombardeó la ciudad siria de Sweida, una localidad de mayoría drusa del sur del país, donde las tropas del gobierno central entraron para poner fin a los mortíferos enfrentamientos entre comunidades. Las fuerzas gubernamentales entraron en la ciudad en la mañana, afirmando que querían restablecer la estabilidad después de dos días de enfrentamientos entre combatientes drusos y beduinos, que dejaron un centenar de muertos
Su entrada desencadenó enfrentamientos con los combatientes drusos, y la agencia de noticias oficial siria Sana informó posteriormente de bombardeos aéreos israelíes sobre la ciudad en poder de las fuerzas drusas.
Siria condenó el martes los bombardeos. Siria "condena en los términos más enérgicos la traicionera agresión israelí llevada a cabo hoy mediante ataques coordinados de drones y bombardeos aéreos militares", que mataron a "miembros de nuestras fuerzas armadas" y a "varios civiles inocentes", indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Damasco "responsabiliza plenamente a Israel de esta agresión y de sus consecuencias", añadió, subrayando el "legítimo derecho de Siria a defender su tierra y su pueblo por todos los medios permitidos por el derecho internacional".
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) afirmó el martes que fuerzas de "los ministerios de Defensa e Interior ejecutaron a 12 civiles tras asaltar la casa de huéspedes de la familia Radwan en la ciudad de Sweida".
Esta violencia ilustra los retos a los que se enfrenta el gobierno interino de Ahmad al-Chareh desde que él y una coalición de grupos rebeldes suníes derrocaron al presidente Bashar al-Assad en diciembre, en un país marcado por casi 14 años de guerra civil.
"El ejército israelí comenzó recientemente a atacar vehículos militares pertenecientes a las fuerzas del régimen sirio en Sweida", anunció un comunicado militar israelí.
"Actuamos para impedir que el régimen sirio les haga daño (a los drusos) y para garantizar la desmilitarización de la zona adyacente a nuestra frontera con Siria", declararon el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Israel Katz, en un comunicado conjunto.
La provincia de Sweida alberga la mayor comunidad drusa del país, una minoría esotérica descendiente del Islam que contaba con unos 700.000 miembros en Siria antes de la guerra civil, y que también está establecida en Líbano e Israel.
"Disparos" y confusión
Las autoridades sirias anunciaron el martes por la mañana un "alto al fuego total" tras dos días de mortíferos combates.
Sin embargo, la situación parecía confusa. "Seguimos oyendo disparos. Uno de mis amigos del oeste de la ciudad me contó que unos desconocidos entraron en su casa, echaron a los miembros de su familia tras confiscarles los teléfonos móviles e incendiaron la vivienda", declaró de manera anónima un vecino de Sweida, en el centro de la ciudad.
"Anunciamos un alto el fuego total, tras un acuerdo con los dirigentes de la ciudad", anunció el ministro sirio de Defensa, Mourhaf Abou Qasra, en su cuenta X.
Los enfrentamientos del martes se produjeron en medio de llamamientos contradictorios de los líderes religiosos drusos, la mayoría de los cuales pidió a los combatientes locales que entregaran sus armas, pero uno de ellos les pidió que lucharan.
Las autoridades habían declarado más temprano un toque de queda en la ciudad y llamaron a sus habitantes "a quedarse en casa y a informar acerca de cualquier movimiento al margen de la ley", en referencia a los grupos drusos
El domingo estallaron enfrentamientos entre combatientes drusos y tribus beduinas, cuyas relaciones son tensas desde hace décadas.
Las fuerzas gubernamentales intervinieron, alegando que querían pacificar la región, pero participaron en los combates contra las facciones drusas junto a los beduinos, según el OSDH, testigos y grupos drusos.
Según el OSDH, los enfrentamientos dejaron 99 muertos, entre ellos 60 drusos, la mayoría combatientes, pero también dos mujeres y dos niños, 18 beduinos, 14 miembros de las fuerzas de seguridad y siete hombres armados no identificados.
El Ministerio de Defensa informó de 18 muertos entre las fuerzas armadas.
El lunes, Israel anunció que había atacado varios tanques gubernamentales y añadió que no permitiría ninguna presencia militar en el sur de Siria.
"Clara advertencia"
Las fuerzas gubernamentales habían enviado grandes refuerzos a la región el lunes y habían tomado el control de varios pueblos drusos en las afueras de Sweida, según un corresponsal de AFP.
Las tensiones estaban latentes desde los enfrentamientos interconfesionales de abril entre combatientes drusos y fuerzas de seguridad en zonas drusas cercanas a Damasco y en Sweida, que dejaron más de 100 muertos.
Tras la caída de Bashar al-Assad, la violencia mortífera contra la comunidad alauita, de la que desciende Assad, y después contra los drusos, así como un atentado contra una iglesia en Damasco en junio, han hecho tambalear la confianza en la capacidad del nuevo gobierno para proteger a las minorías.
AFP