EFE, AFP
Estados Unidos frenó ayer miércoles el envío de un cargamento de armas a Israel, una de las únicas medidas que tenía el presidente Joe Biden para influir sobre su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu, para que no avance con su incursión terrestre en Rafah. Israel ha ordenado la evacuación de esa zona al sur de la Franja de Gaza, previo a un ataque para acabar con los últimos focos de la organización terrorista Hamás en el territorio palestino.

“En estos momentos estamos revisando algunos envíos de asistencia de seguridad a corto plazo en el contexto de los acontecimientos que se desarrollan en Rafah”, afirmó el jefe del Pentágono, el general Lloyd Austin, en un subcomité del Senado.

“Nos gustaría que no ocurrieran combates importantes en Rafah, nuestro enfoque principal es asegurarnos de proteger a los civiles”, añadió reiterando la postura que ha defendido Estados Unidos desde hace semanas.

Este era un paso que desde hace meses reclamaban a Biden sectores del Partido Demócrata que se oponen a la guerra de Israel en Gaza.

Unos 40 legisladores, a los que se unió por sorpresa la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, pidieron hace un mes a la Casa Blanca que tomara esta medida de fuerza frente a Netanyahu. Lo hicieron después de que un ataque israelí matase a siete trabajadores de la ONG World Central Kitchen.

El jefe del Pentágono no dio detalles ayer sobre el contenido del cargamento retenido, aunque dijo que son “municiones de alto calibre”.

Foto: AFP

Según la CNN, se trataría de un paquete con 3.500 bombas: 1.800 de 2.000 libras (907 kilos) de peso y 1.700 bombas de 500 libras (226 kilos). Estados Unidos estaría sobre todo preocupado por el uso que Israel haga de las más pesadas en zonas densamente habitadas.

“Una bomba de pequeño diámetro, que es un arma de precisión, es muy útil en un entorno denso y urbanizado, pero tal vez no lo sea tanto una bomba de 2.000 libras que podría ocasionar muchos daños colaterales”, explicó Austin.

En su comparecencia, sin embargo, quiso dejar claro que el Gobierno de Estados Unidos “no ha tomado una decisión final sobre cómo proceder con ese envío”.

La senadora republicana Susan Collins le reprochó en nombre de sus compañeros la decisión: “Pausar o retrasar la entrega de armas a Israel ya es una decisión, y es una con la que la mayoría de los miembros del Congreso estarían en desacuerdo”.

La Casa Blanca se negó a comentar el freno al envío de armas y su portavoz, Karine Jean-Pierre, se limitó a repetir que el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel es “férreo”.

El Ejército israelí continuó bombardeando ayer la localidad de Rafah, fronteriza con Egipto, mientras que en El Cairo los equipos negociadores de Egipto, Catar y Estados Unidos dieron comienzo a una nueva ronda de negociaciones para lograr un alto el fuego en la Franja de Gaza.

El Ejército de Israel “está llevando a cabo una operación antiterrorista precisa en áreas específicas del este de Rafah. Se eliminaron terroristas y se ubicaron pozos subterráneos e infraestructura en diferentes áreas”, indicó un comunicado castrense israelí.

Asimismo, el Ejército anunció la muerte en la ciudad de Gaza de quien describió como el “comandante de la unidad naval de Hamás”, identificado como Ahmed Ali. “Durante la guerra, Ali fue responsable de varios ataques en territorio israelí y contra las tropas terrestres del ejército que operaban en Gaza”, aseguró otro comunicado militar.

Se desconoce en qué punto están las negociaciones de una tregua. La propuesta firmada por Egipto, Estados Unidos, Catar y las Naciones Unidas estipula una tregua de tres fases, de 42 días cada una, que llevaría al canje de rehenes israelíes en manos de Hamás por prisioneros palestinos en cárceles israelíes, la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y de una “calma sostenida” en la franja.

La construcción de un muelle en el Mar Mediterráneo, frente a las costas de Gaza, por parte del Ejército de Estados Unidos con el fin de agilizar la entrega de ayuda humanitaria al enclave palestino ya se ha completado.

El proyecto ha sido bautizado con el nombre de Joint Logistics Over-the-Shore (JLOTS) y consta de dos muelles, uno flotante al que se amarrarán los barcos cargados con ayuda y otro llamado Trident o la “calzada” por donde transitarán los camiones que transportarán los suministros a tierra.

Las condiciones climáticas actuales en el Mediterráneo han impedido situar los muelles en su ubicación final y de momento, están flotando en el mar frente a la costa de Israel, cerca del puerto de Ashdod, a unos 29 km al norte de Gaza.

El carguero MV Sagamor se encuentra en Chipre para ser cargado con los suministros para Gaza.