Publicidad

Fiscalía investiga al primer ministro de Italia por muertes en la pandemia del coronavirus

Compartir esta noticia
El primer ministro Giuseppe Conte se pone la mascarilla después que hizo una exposición sobre la crisis sanitaria ante el Parlamento. Foto: AFP

COVID-19 EN EUROPA

La Fiscalía trata de dilucidar las razones por las que la región de Lombardía (norte) se convirtió en la más afectada por la pandemia de todo el país.

El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte testificó el viernes ante la Fiscalía para explicar sus decisiones al inicio de la pandemia y aclarar por qué no se aisló inmediatamente la zona de Bergamo (norte), de las más azotadas por el coronavirus.

La fiscal de esa ciudad, María Cristina Rota, llegó a primera hora de la mañana al palacio Chigi de Roma, sede del Gobierno, e interrogó durante más de tres horas a Conte en calidad de “persona informada” de los hechos, sin atribuirle por el momento delitos.

Después testificaron la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, y el de Sanidad, Roberto Speranza, dos de los máximos conocedores de aquellos momentos en los que Italia se asomaba ya a la mayor crisis sanitaria de su historia reciente.

La Fiscalía trata de dilucidar las razones por las que la región de Lombardía (norte) se convirtió en la más afectada por la pandemia de todo el país, especialmente su provincia de Bérgamo, y si detrás de esta tragedia hubo algún tipo de responsabilidad política.

A finales de mayo también fueron interrogados el gobernador de la región, Attilio Fontana, y su consejero de Sanidad, Giulio Gallera.

El Gobierno central, de coalición entre el antisistema Movimiento 5 Estrellas y partidos de centroizquierda, y el regional de Lombardía, en manos de la ultraderechista Liga, se atribuyen recíprocamente la responsabilidad de la gestión de los primeros días de la crisis.

Por medio de un portavoz, Conte se limitó a comunicar que ha aclarado “todos los pasos hasta en los mínimos detalles”. En los últimos días había asegurado que estaba tranquilo ante su cita con la Fiscalía.

“Lo que tenga que decir al fiscal, lo haré ante él y no puedo adelantarlo. Informaré debidamente sobre todos los hechos en mi conocimiento. No estoy para nada preocupado”, declaró.

El viernes volvió a defender su postura en una larga entrevista al diario La Repubblica en la que, sin embargo, habló someramente sobre esta cuestión concreta.

“Volvería a hacer lo que hice porque actué basado en la ciencia y la conciencia”, zanjó Conte, abogado de formación, al ser preguntado sobre si ahora tomaría las mismas decisiones de entonces.

A su salida del palacio, la fiscal Rota aseguró que el encuentro transcurrió en “un clima de máxima distensión y colaboración institucional” que servirá para completar la investigación.

Interrogante.

La pregunta de fondo que los fiscales tratan de aclarar es por qué no se aislaron varias zonas de la provincia de Bérgamo desde un primer momento a pesar de que había datos que certificaban que el virus ya recorría las calles y hospitales de sus municipios.

Lombardía, cuya capital es Milán, es la región más afectada de Italia: acumula 91.000 de los 236.000 contagios registrados en todo el país y las muertes ya superan las 16.000 (de las 34.000 totales).

En la provincia de Bérgamo los muertos oficiales rondan los 2.800 aunque su ayuntamiento estima que en realidad son unos seis mil, ya que a muchas personas no se les practicó la prueba antes de morir.

Habitantes de Bergamo vuelven a disfrutar de encuentros al aire libre en la terraza de un café, tras aliviarse las restricciones. Foto: AFP
Habitantes de Bergamo vuelven a disfrutar de encuentros al aire libre en la terraza de un café, tras aliviarse las restricciones. Foto: AFP

Todo empezó el 21 de febrero, cuando se confirmó el primer caso de contagio en el cercano municipio lombardo de Codogno. Un día después el Gobierno aisló once focos, diez pueblos de Lombardía, de la provincia de Lodi, y otro en el Véneto (nordeste).

Sin embargo en esa lista de pueblos cerrados no figuraban dos en los que los casos ya comenzaban a acumularse: Nembro y Alzano, zonas de alta concentración industrial en la provincia de Bérgamo. El aislamiento de estos dos municipios no llegaría hasta el 8 de marzo, dos semanas después, cuando el Gobierno decretó el cierre de toda la región y otros territorios aledaños, un día antes de confinar todo el territorio nacional para contener los contagios.

Los familiares de las víctimas de Nembro y Alzano han denunciado ante la Fiscalía que durante esas dos semanas el virus circuló por la zona libremente, por lo que la situación devino en crítica.

Covid
Covid

Basta pensar que en un mes Nembro enterró a 145 vecinos y Alzano a 122, muchos de ellos fallecidos en las residencias de ancianos, más de los muertos que registran de media anualmente.

Pieza clave de la investigación es el hospital de Alzano, donde el 23 de febrero ya se registraron las dos primeras muertes de coronavirus. Ante esta situación el director del centro ordenó su cierre, pero el Gobierno regional lo reabrió pocas horas después.

“No queremos venganza, queremos justicia”, aseguró Stefano Fusco, de 31 años, entre los fundadores del grupo en Facebook “Denunciaremos. Verdad y justicia para las víctimas del COVID-19”, cuyo abuelo murió del virus en marzo en un hogar para ancianos.

Los familiares presentaron 50 denuncias a la fiscalía de Bérgamo, la ciudad mártir de la pandemia, “porque se ha convertido en el símbolo de esta tragedia”, explicó.

La página de Facebook, que en solo dos meses cuenta con más de 50.000 adhesiones, se transformó en un comité nacional, con abogados que estudian presentar otras 150 querellas, explicó Fusco.

La situación también tiene un entorno político. Durante toda la crisis ha sido constante la disputa entre el gobierno central, formado por el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático (PD, centro-izquierda), y las autoridades de la región Lombardía, de la que depende Bérgamo y donde gobierna la derechista Liga, por la gestión de la epidemia.

Una de las grandes sospechas es si los responsables políticos recibieron presiones por los empresarios para no aislar y detener la producción en esos dos municipios, muy industrializados y enclavados en el mismo corazón económico del país.

Nadie olvida la campaña lanzada el 28 de febrero por la patronal de los industriales Confindustria para tranquilizar a sus socios internacionales, titulada Bergamo is running (Bergamo sigue funcionando), en la que participó hasta el alcalde, Giorgio Gori.

El regidor ha expresado su arrepentimiento por aquella iniciativa, similar a la de Milano non si ferma (Milán no se detiene), pero ha asegurado que entonces nada permitía predecir lo que se avecinaba y ha descartado eventuales presiones.

Conte pidió ayer sábado un plan de reconstrucción económica valiente para salir de la crisis. “Estamos viviendo una conmoción sin precedentes, que trae costos humanos, sociales y económicos muy elevados”, declaró Conte, al abrir una conferencia en la que participaron, por video, dirigentes europeos, funcionarios de gobierno y de otros sectores, pero con la ausencia de la oposición.

Golpe emotivo de una factura

Cristina Longhini, farmacéutica que perdió a su padre Claudio, de 65, en la pandemia, quiere saber la verdad sobre su muerte en el hospital de Bérgamo, colapsado entonces por la emergencia.

“Acababa de jubilarse, estaba en buen estado físico, cuando comenzó a presentar síntomas, fiebre, disentería y vómitos”, contó. “Cuando murió se olvidaron de avisarnos”, lamenta Longhini, quien tuvo que identificar el cuerpo. “Estaba irreconocible, los ojos hinchados”.

Debido a que los cementerios locales estaban llenos, el ataúd fue transportado, con una docena más, en un camión militar a un destino desconocido para la familia, que finalmente descubrió debido a que recibió por correo la factura de la funeraria por su cremación, realizada a 200 km de distancia.

Violencia en calles de París y Londres

Miles de personas volvieron a las calles ayer sábado en varias ciudades europeas, convocadas por grupos que pretenden denunciar la “violencia policial y el racismo” después de la conmoción causada por la muerte del estadounidense George Floyd.

En París y Londres hubo incidentes con las fuerzas del orden, y también tensión por la presencia de militantes de extrema derecha.

La muerte de George Floyd, un afroamericano asfixiado por un policía blanco el 25 de mayo en la ciudad estadounidense de Minneapolis, ha provocado indignación mundial y la movilización de grupos antirracistas y de extrema izquierda, que aprovecharon para ampliar las demandas y atacar estatuas y símbolos históricos.

En París, la policía utilizó gases lacrimógenos tras recibir el impacto de botellas y objetos de algunos manifestantes en la Plaza de la República. La manifestación fue convocada por el comité que lleva el nombre de Adama Traoré, un joven negro muerto en 2016 tras haber sido arrestado por los gendarmes en la región parisina.

Bajo el actual estado de emergencia, la manifestación, que tenía previsto atravesar el centro de París, estaba prohibida, así que la policía bloqueó las salidas de la plaza, lo que provocó el enojo de los miles de convocados. Mientras se producían los forcejeos entre los que intentaban abandonar la plaza y las fuerzas del orden, el Consejo de Estado, la más alta instancia administrativa francesa, anunciaba el levantamiento de la prohibición de reunión de más de diez personas, aunque tomando precauciones.

En el centro de Londres fueron centenares de personas las que secundaron el llamado a seguir con las protestas.

En las últimas marchas, militantes al abrigo de la multitud derribaron estatuas o las pintaron con graffitis, como la dedicada al ex primer ministro Winston Churchill, el líder que dirigió las riendas del país durante la II Guerra Mundial. (AFP).

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

italiacoronavirus

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad