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Ni la estatua de Winston Churchill está a salvo de la ola revisionista

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Policías custodian la estatua de Churchill frente al parlamento británica; ayer fue encerrada en una caja construida especialmente. Foto: Reuters

REINO UNIDO

El primer ministro Boris Johnson dijo que no se puede tratar ahora de “censurar o editar” el pasado y "preteder que tenemos una historia diferente".

Entre los estadistas que dejó el siglo XX, Winston Churchill destaca entre los primeros. Sin embargo, el hombre que lideró a los británicos hacia la victoria sobre el régimen nazi en la Segunda Guerra Mundial, no se ha salvado de la ola revisionista que está destruyendo estatuas de figuras acusadas de tener un pasado racista o colonialista en Estados Unidos y Europa.

La estatua de Churchill frente al parlamento británico en Londres ha sido vandalizada varias veces, al punto que por estas horas está con custodia policial, por temor de que sufra nuevos ataques durante las protestas convocadas para este fin de semana por el asesinato en Estados Unidos del afroamericano George Floyd, a manos de un policía blanco durante un arresto.

El primer ministro británico, Boris Johnson, calificó ayer viernes de “absurdos y vergonzosos” los actos vandálicos cometidos contra la estatua de Churchill en Londres, al destacar sus “logros” en la lucha contra la “tiranía fascista y racista”.

“Es absurdo y vergonzoso que este monumento nacional esté hoy en peligro por los ataques de manifestantes violentos. Sí, (Churchill) a veces expresó opiniones que son inaceptables para nosotros hoy, pero fue un héroe y se merece totalmente este homenaje”, escribió Johnson en su cuenta de Twitter.

El “premier” afirmó que no se puede “tratar ahora de censurar o editar” el pasado y “pretender que tenemos una historia diferente”, al tiempo que recordó que las estatuas en ciudades del país fueron “erigidas por generaciones anteriores”, las cuales tenían “diferentes perspectivas, diferentes entendimientos sobre el bien y el mal”.

La estatua de Churchill (1874-1965) en Londres es un “recordatorio permanente” de sus “logros para salvar a este país y a toda Europa” de la “tiranía fascista y racista”, insistió Johnson, en referencia al papel desarrollado por el ex primer ministro para derrotar a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

En los últimos días, también ha habido pintadas sobre las estatua de la reina Victoria (1819-1901) en el céntrico Hyde Park, donde se han podido leer palabras como “racista” o “asesina”, mientras que la del comerciante de esclavos Edward Colston (1636-1721) fue arrancada en Bristol, arrastrada por las calles y arrojada en el puerto de esta ciudad del oeste de Inglaterra.

La estatua del traficante de esclavos Edward Colston, derribada el domingo en la ciudad inglesa de Brístol. Foto: Reuters
La estatua del traficante de esclavos Edward Colston, derribada el domingo en la ciudad inglesa de Brístol. Foto: Reuters

Las manifestaciones por la muerte de Floyd y en contra del racismo en general continuarán este fin de semana en diferentes partes del Reino Unido, lo que ha obligado al Gobierno a proteger ciertos de monumentos con vallas y presencia policial.

Johnson es un admirador y biógrafo de Churchill. Según afirmó, ha escuchado “el sentimiento innegable de injusticia” de los que protestan, pero también instó a los manifestantes a mantener la distancia social para evitar una segunda ola del coronavirus.

“Está claro que las manifestaciones han sido tristemente secuestradas por los extremistas con intenciones violentas. Los ataques contra la policía y los actos indiscriminados de violencia que hemos presenciado durante la semana pasada son intolerables y aborrecibles”, declaró Johnson.

Boris Johnson. Foto: AFP.
Boris Johnson. Foto: AFP.

Por su parte, el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, expresó ayer viernes su preocupación ante la posibilidad de que haya violencia y vandalismo en las manifestaciones previstas para este fin de semana por organizaciones antirracistas y de ultraderecha.

La amenaza de disturbios violentos se suma a los riesgos sanitarios en plena pandemia de coronavirus. En el Reino Unido, con más de 41.000 muertos por COVID-19 y en desconfinamiento gradual, siguen sin estar autorizadas las reuniones de más de seis personas.

“Me preocupa enormemente que nuevas manifestaciones en el centro de Londres no sólo puedan propagar la COVID-19, sino que provoquen desórdenes, vandalismo y violencia”, dijo Khan en un comunicado.

Aunque dijo comprender el “legítimo deseo de manifestarse contra la discriminación” y reconoció que queda “mucho por hacer” para combatir el racismo, Johnson afirmó que “la única actitud responsable es mantenerse alejado de estas protestas”.

El Black Lives Matter de Londres desconvocó una concentración prevista en Hyde Park el sábado tras el llamado a manifestarse por parte de grupos ultraderechistas.

Las estatuas del capitán James Cook en Australia, de Cristóbal Colón en Estados Unidos y del rey Leopoldo II en Bélgica también integran la lista de figuras históricas atacadas.

¿La causa? Una profunda revisión general de la historia y el racismo iniciada luego de la muerte de George Floyd el 25 de mayo luego de que un agente de la policía de Mineápolis lo tendió en el suelo y presionó su rodilla contra su cuello durante casi nueve minutos mientras lo detenía.

Colón en Nueva York

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, se sumó ayer viernes al gobernador del estado, Andrew Cuomo, para defender que continúe en pie la famosa estatua de Cristóbal Colón en la céntrica rotonda de Columbus Circle. La estatua está siendo vigilada por la Policía tras los ataques a varias figuras de Colón en Estados Unidos, en el marco de las manifestaciones antirracistas. No es la primera vez que la estatua de Columbus Circle se ve envuelta en la polémica, pues desde hace años hay grupos que han pedido su retirada por el papel de Colón en la colonización y la matanza de indígenas.

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