Con información de La Nación/GDA
En un rincón de Italia, en la isla de Cerdeña, un pintoresco pueblo abre sus puertas a nuevos residentes, con una propuesta destinada a extranjeros que quieran vivir en medio del Mediterráneo sin pagar alojamiento. Clarese Partis, una diseñadora de software de Los Ángeles, fue la primera en aprovechar esta oportunidad.

A sus 39 años, Partis siempre había soñado con trabajar en un lugar alejado de las multitudes, y cuando se le presentó la oportunidad de unirse al programa “Trabaja en Ollolai”, no lo dudó. Llegó al pueblo de Ollolai para una estancia gratuita financiada por el municipio local. Su objetivo era claro: vivir en plena naturaleza, respirar aire puro, disfrutar de las majestuosas montañas y las playas paradisíacas, y experimentar un ritmo de vida más tranquilo.

En una entrevista que le dio a CNBC, comentó: “Necesitaba un cambio de ambiente”. Su deseo era lo opuesto a un destino turístico abarrotado; por el contrario, ansiaba estar rodeada de la naturaleza y la serenidad que solo Ollolai puede ofrecer.

Este pueblo mediterráneo, situado en la salvaje zona de Barbagia, alejado de las congestionadas costas de Cerdeña, estuvo experimentando una notable transformación durante el último siglo.

Su población disminuyó significativamente, pasando de 2250 habitantes a solo 1300, con apenas unos pocos nacimientos al año. En 2018, el pueblo adoptó una audaz medida al vender casas en ruinas por la simbólica cifra de 1 euro con el objetivo de revitalizar su antiguo distrito. El programa “Trabaja en Ollolai” es el siguiente paso en su ambiciosa iniciativa para convertirse en un destino codiciado por los nómadas digitales.

Las solicitudes en línea, disponibles en el sitio web de la alcaldía, están abiertas hasta diciembre, y los seleccionados tienen el privilegio de permanecer en el pueblo de forma gratuita durante un máximo de tres meses, que es el período máximo permitido para no europeos sin visa. Además del alojamiento gratuito, el programa cubre los impuestos municipales, el alquiler y las facturas de servicios públicos, mientras que los participantes deben asumir los costos de transporte, alimentación y pasajes.

El formulario inicial pide datos básicos como nombre de pila y apellido, país de procedencia y compartir un currículum vitae y un correo electrónico. A continuación se debe especificar la fecha en la que se está interesado en iniciar la experiencia y redactar un breve texto bajo la consigna "cuéntanos de ti".

Los interesados serán alojados en una vivienda privada que puede ser de uno o dos cuartos y deberán firmar un contrato de alquiler por el monto simbólico de 1 € ya que el alojamiento será costeado por el municipio, el resto de los gastos deberán ser cubiertos por los postulantes.

Aunque el programa promete “vivir gratis” en el encantador pueblo italiano, existe una condición importante que deben cumplir los nuevos residentes temporales: demostrar que son trabajadores remotos en campos como tecnología, medios, finanzas, bienes raíces, arquitectura, arte, escritura, música, ciencia o educación.

Al final de su estadía de tres meses, deberán presentar un trabajo que "enriquezca" la cultura local, ya sea a través de una conferencia, un ensayo, un documental o una investigación ya que el programa de la municipalidad de Ollolai busca que los profesionales intercambien sus experiencias con la comunidad rural del pueblo. Así como también "incrementar las oportunidades de los estudiantes locales" para que puedan aprender sobre las nuevas profesiones digitales, las oportunidades que ofrece el trabajo remoto y el intercambio cultural.