VENEZUELA

El concierto a favor de la ayuda humanitaria fue acompañado por miles de personas en Cúcuta.

Miles de personas asistieron ayer al concierto organizado por el multimillonario británico Richard Branson para recaudar fondos destinados a la ayuda humanitaria a Venezuela.

El Venezuela Aid Live tenía su escenario en la cabecera colombiana del puente Tienditas, muy cerca de donde hay almacenados cientos de toneladas de ayuda humanitaria proveniente de Estados Unidos y otros países a la espera de poder ser distribuidos hoy sábado en Venezuela, algo a lo que se opone rotundamente el régimen de Nicolás Maduro.

Branson dijo que espera que el concierto aliente a los militares venezolanos a desafiar las órdenes de Maduro y permitir que la ayuda humanitaria cruce la frontera.

“Este concierto se hizo para conseguir la necesaria ayuda humanitaria, se trata de marcar una diferencia en la vida de millones de personas”, dijo Branson al comienzo del concierto, que inició con la presentación del cantante venezolano José Luis “El Puma” Rodríguez.

Los organizadores esperaban recaudar 100 millones de dólares en donaciones en línea y con depósitos directos.

El líder opositor venezolano Juan Guaidó, quien se proclamó el 23 de enero presidente interino y ha sido reconocido por Estados Unidos y la mayoría de los países de América Latina y Europa, estará hoy sábado en la frontera para recibir y trasladar la ayuda humanitaria.

“Basta ya de dictaduras de izquierda en América Latina. A los venezolanos que están allá (les decimos) que la sangre que se ha derramado no va a ser en vano”, dijo El Puma antes de cantar Agárrense de las Manos.

Los miles de asistentes, muchos cubriendo sus cuerpos con banderas de Venezuela, respondieron el grito de “libertad, libertad, libertad”.

Luego del Puma, actuaron Juanes, Maluma, Carlos Vives, Alejandro Sanz, Paulina Rubio y Luis Fonsi, entre otros.

Por su lado, Maduro planeaba un concierto justo al otro extremo del mismo puente. Pero ya entrada la tarde, en un escenario grande se pasaban videos ante unos pocos cientos de personas y un DJ animaba a la concurrencia.

La escasa concurrencia al concierto chavista contrastaba con las miles de personas que cruzaron la frontera para asistir al del lado colombiano. Desde la fronteriza San Antonio, se veía temprano a grupos de vecinos caminando con banderas de Venezuela a un costado de la carretera hacia Ureña con destino a Cúcuta.

Cruzaron la frontera a través de las “trochas” o “caminos verdes”, como llaman a los pasos ilegales.

“Es emocionante. Estamos frente a los ojos del mundo”, dijo a AFP Aura Vargas, una abogada de 40 años que agradeció el apoyo de artistas internacionales a Guaidó. “¡Amo a Alejandro Sanz, a Carlos Vives, a Maná... Todos, todos... Es algo único, imperdible!”, agregó con una sonrisa.

Durante su caminata de diez kilómetros, el grupo de Aura pasó frente al extremo venezolano del puente Tienditas, bloqueado por los militares leales a Maduro con contenedores y otros obstáculos. Soldados, fuertemente armados, custodian los alrededores de la zona.

“Hay mucha gente que se está muriendo. Gente con cáncer, con enfermedades graves, está prácticamente condenada”, lamentó Magdalena Valero, de 64 años, refiriéndose a la escasez de medicamentos, uno de los síntomas más graves de la crisis económica de Venezuela. “La ayuda humanitaria es urgente”, añadió Magdalena antes de tomar una de las trochas, cerca de Tienditas. “¡Sí se puede!”, fue el canto de otra caravana, de unas veinte personas que cruzó por el río Táchira.

Los pasos peatonales formales que comunican San Antonio y Ureña con Cúcuta funcionan con normalidad. Sin embargo, muchos apostaron por las trochas para eludir aglomeraciones y controles fronterizos.

Ante el éxito del concierto en Cúcuta, el régimen de Maduro no perdió la oportunidad de aplicar la censura. La señal del canal español Antena 3 y del estadounidense National Geographic fueron sacadas del aire en Venezuela mientras transmitían el concierto. En Venezuela varios medios de comunicación han sido sacados del aire por orden del régimen, especialmente cuando son críticos con Maduro, tal es el caso de CNN en Español en 2017, los colombianos NTN24 en 2014, RCN y Caracol en 2017 y en 2007 el nacional Radio Caracas Televisión.

Unos 2,7 millones de venezolanos abandonaron su país desde el inicio de la crisis política y económica y el flujo de salidas no disminuye, anunció ayer viernes la ONU.

En un comunicado conjunto, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) precisaron que en total 3,4 millones de venezolanos viven en el extranjero, de los cuales 700.000 salieron antes de 2015.

Desde esa fecha, 2,7 millones hallaron refugio en países vecinos, principalmente en Colombia.

En promedio en el año 2018, unas 5.000 personas han dejado Venezuela cada día.

En base a esta cifra, la ONU declaró en diciembre que esperaba que el número de personas que hayan abandonado el país a finales de 2019 alcance los 5,3 millones, de los cuales 4,6 millones desde 2015.

Colombia alberga 1,1 millones de refugiados y emigrantes venezolanos, seguida de Perú, con 506.000 personas, Chile con 288.000, Ecuador con 221.000, Argentina con 130.000 y Brasil con 96.000.

“Los países de la región han demostrado una extraordinaria solidaridad ante refugiados y migrantes de Venezuela (...) Pero estas cifras revelan las dificultades para las comunidades de acogida y las necesidades permanentes de apoyo de la comunidad internacional”, declaró Eduardo Stein, representante especial de Acnur y la OIM para los refugiados y migrantes de Venezuela.

El éxodo de los venezolanos que huyen de la desastrosa situación económica de su país es considerado por la ONU como el desplazamiento de personas más masivo de la historia reciente de América Latina. Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo, pero el país está sumido en la peor crisis de su historia, con una severa escasez de alimentos y medicinas.

Unos 40.000 venezolanos cruzan diariamente a pie la frontera en Táchira. La mayoría regresa después de comprar medicinas y productos básicos o trabajar allí, aunque muchos forman parte del éxodo por la crisis. El FMI proyecta una hiperinflación del 10.000.000% para este año en Venezuela.