Con información de EFE y AFP
Las universidades estadounidenses han estado en el foco del presidente Donald Trump, con sus ataques centrados especialmente en dos miembros destacados de la Ivy League, Harvard y Columbia, que han reaccionado de manera muy distinta a las exigencias del mandatario.
La Universidad de Columbia en Nueva York está en el punto de mira del presidente prácticamente desde que asumió el poder y fue la primera en ser atacada por la nueva administración como parte de su esfuerzo por erradicar lo que llama antisemitismo en los campus. Usando supuestamente como pretexto las protestas propalestinas por la guerra en Gaza, que dieron lugar a que centenares de estudiantes establecieran campamentos en el campus el año pasado (bajo la presidencia de Joe Biden), la administración Trump le retiró 400 millones de dólares en subvenciones y contratos.
Para que la universidad pudiera recuperar dicha financiación, el Gobierno mandó una carta con una serie de exigencias a cumplir y aceptar por parte de la institución antes de la fecha tope, entre ellas la contratación de agentes de seguridad en el campus, la prohibición de las mascarillas o la supervisión externa de sus programas de estudios palestinos.
En un primer momento, la universidad accedió, pero las negociaciones para recuperar esos fondos continúan y la nueva presidenta -la tercera en menos de dos años- aseguró que no firmará ningún acuerdo con el Gobierno que les obligue a renunciar a su “independencia y autonomía como institución educativa”.
Por su parte, la Universidad de Harvard, la más prestigiosa en EE.UU., ha sido la única que se ha negado tajantemente a aceptar las exigencias del Gobierno de Trump -similares a las de Columbia-, a pesar de que esta congeló 2.200 millones de dólares a la entidad y amenazó con eliminar la exención de impuestos de la que goza. No solo se negó, sino que presentó una demanda contra el Gobierno para recuperar su financiación.
La universidad ha sido calificada recientemente por Trump como una “amenaza para la democracia”, una institución de “extrema izquierda” y “antisemita”, con unos estudiantes internacionales que quieren “destrozar nuestro país”.
Las universidades en EE.UU. han sido una gran atracción para más de un millón de estudiantes internacionales, procedentes de todas partes del mundo por su prestigio y educación de gran calidad, según la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales del Departamento de Estado.
Sin embargo, la cancelación de miles de visados de estudiantes extranjeros en las últimas semanas supone que estos se puedan replantear sus opciones antes de acudir a un centro estadounidense, en un momento en el que su libertad académica y de expresión están en riesgo.
Harvard y Columbia no han sido las únicas que han sido amenazadas, puesto que otras como Princeton, Brown o Cornell también están entre las afectadas, entre muchas otras.
Los presidentes de estas instituciones se unieron a otros centenares para firmar una carta de la Asociación Americana de Colegios y Universidades donde se criticaba una “injerencia política sin precedentes que ponen en peligro la educación superior”.
Migrantes indocumentados
En otro orden de temas sobre las decisiones de Trump, según sus declaraciones de ayer domingo, EE.UU. detuvo al 99,9 % de personas que intentaron entrar ilegalmente al país y que solo 3 personas consiguieron cruzar la frontera.
“99.9% en la frontera. La mejor cifra jamás registrada. 3 personas lograron entrar, frente a los cientos de miles de la administración anterior. Nunca antes había habido una diferencia tan grande. ¡Felicidades, Estados Unidos!”, escribió ayer el magnate republicano en su red social, Truth Social.
No obstante, en su escueto mensaje el presidente no detalló a qué periodo corresponden estas cifras, cuál fue el criterio para elaborar dicho cálculo o dónde se dieron estas detenciones.
Posible recorte de impuestos para ingresos menores de US$ 200.000
Por otro lado, el presidente Trump anunció este domingo la posibilidad de que cuando entren en vigor los aranceles se dé una reducción o eliminación de impuestos sobre la renta para los ciudadanos de EE.UU. que ganen menos de 200.000 dólares al año.
“Cuando entren en vigor los aranceles, los impuestos sobre la renta de muchas personas se reducirán sustancialmente, quizás incluso se eliminarán por completo. La atención se centrará en quienes ganan menos de 200.000 dólares al año”, escribió ayer en su red social, Truth Social, el presidente republicano.
Trump, además, resaltó en su mensaje que EE. UU. está creando muchos empleos con nuevas plantas y fábricas en construcción. “¡¡¡Será una bonanza para Estados Unidos!!! ¡¡¡El Servicio de Impuestos Externos está en marcha!!!”, concluyó Trump.
La semana pasada, una coalición de doce estados, encabezada por los fiscales de Oregón y Arizona, presentó una demanda que busca bloquear los aranceles impuestos por Trump argumentando que las tarifas impuestas son “ilegales”.
La demanda busca bloquear la imposición de aranceles del 145% a la mayoría de los productos de China y un arancel del 25% a la mayoría de los productos de Canadá y México, importantes socios comerciales de los estados demandantes.
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