El País de Madrid, AFP, EFE
El supuesto robo de un maletín con 7.000 dólares en la casa de la jefa de Gabinete de Gustavo Petro, Laura Sarabia, desató un escándalo en Colombia que por ahora derivó en el cese de esta funcionaria y del embajador en Venezuela, Armando Benedetti.
Según el fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, dos empleadas domésticas de Sarabia, sospechosas del robo, fueron escuchadas ilegalmente por la policía. Para autorizar los pinchazos, las hicieron pasar por miembros del cartel de narcotraficantes Clan del Golfo. Barbosa aseguró que los implicados habían actuado como “la Gestapo colombiana”.
“Se han utilizado los medios más sucios”, insistió el fiscal, informó el diario El País de Madrid.
La fiscalía va a llamar a declarar a todos los implicados, incluido a Benedetti, a quien Sarabia acusa de haber dado a conocer el caso a los medios.
La guerra interna en el gobierno de Petro le dio pie al fiscal Barbosa -nombrado por el expresidente Iván Duque- para asegurar que estamos ante un caso de “parajusticia”, la justicia al margen de la ley.
El presidente colombiano, con tan solo diez meses en el Gobierno, cesó ayer viernes a Sarabia y a Benedetti.
“Mientras se investiga, mi funcionaria querida y estimada, y el embajador de Venezuela se retiran del gobierno para que desde el poder que implican esos cargos no se pueda tener ni siquiera la desconfianza de que se van a alterar los procesos de investigación”, declaró Petro en una ceremonia de ascenso de oficiales del Ejército.
“Este gobierno no ha ordenado una sola interceptación ni a ilustres funcionarios ni a personas humildes”, aseguró.
En Twitter, Sarabia se dijo “presta a rendir todas las explicaciones necesarias para el esclarecimiento de los hechos”.
Benedetti oficializó su “renuncia” y agradeció haber hecho parte del restablecimiento de relaciones entre Colombia y Venezuela, rotas desde 2019.
El origen
El supuesto hurto del maletín con dinero de la casa de Sarabia, atribuido a Marelbys Meza, quien trabajó para ella como niñera, fue el detonante de la crisis.
Sarabia es una joven abogada que trabajó con Benedetti cuando era senador y de la mano de este llegó a Petro, quien la nombró su jefa de Gabinete.
Así se convirtió en una de las mujeres más poderosas del gobierno colombiano, pero su meteórico ascenso se vio frenado por el escándalo de las interceptaciones ilegales.
Todo comenzó en enero cuando, según publicó la revista Semana, Marelbys Meza fue acusada de hurtar el maletín con el dinero de la casa de Sarabia.
Meza fue primero niñera de los hijos de Benedetti hasta junio de 2022, cuando la despidieron por sospechas de robo de miles de dólares tras una prueba con polígrafo que detectó mentiras en su explicación, de acuerdo al ahora exembajador.
Sarabia la contrató en agosto de 2022, luego de consultar con Benedetti, según el propio exdiplomático.
El 30 de enero la niñera fue sometida a una segunda prueba con polígrafo por el robo en la casa de Sarabia y que según la exjefa de Gabinete correspondía a 7.000 dólares.
Meza contó a medios locales que fue llevada a un sótano anexo a la presidencial Casa de Nariño donde durante cuatro horas le hicieron preguntas intimidantes sobre el robo del maletín.
“Me sentí secuestrada, aturdida, ahogada”, contó en una entrevista que incendió las redes sociales y fue la punta del iceberg de un escándalo que abarcó al gobierno.
“Fuego amigo”
Hasta ahí el escándalo era por el posible abuso de poder del Estado para esclarecer un asunto particular, pero de repente los reflectores apuntaron hacia Benedetti, quien según el periodista Daniel Coronell, podría estar detrás de la denuncia de Meza, en un episodio de “fuego amigo” en el Gobierno.
Benedetti es un polémico exsenador que fue uno de los primeros aliados de Petro en 2021, cuando lanzó su candidatura, y decisivo en su triunfo, por lo cual lo designó embajador en Venezuela.
Tras la denuncia de Meza surgió la conexión de Benedetti con el caso, revelada en W Radio por Coronell, según la cual el ahora exembajador y Sarabia tuvieron choques por cargos en el Gobierno.
Según versiones de prensa, Sarabia acusa a Benedetti de tenderle una trampa y chantajearla con la no publicación del interrogatorio de la niñera a cambio de un ministerio.
Según esas versiones, Benedetti quería dejar la embajada en Caracas y le pidió a Petro el Ministerio de Defensa, lo que fue rechazado por el presidente, y Sarabia “le ofreció el Ministerio del Interior o la Cancillería”.
El exembajador, que trasladó a Meza en un vuelo privado a Caracas donde la niñera permaneció varios días, dice que él trataba de ayudar a Sarabia y es ella quien “está manipulando la información y esa cortina de humo que no justifica el abuso de poder, el secues- tro y la intimidación”, según un mensaje en su cuenta de Twitter.
Benedetti regresó esta semana a Bogotá para reunirse con Petro y, mientras el país esperaba los resultados de ese encuentro, la revista Cambio reveló que Meza no solo fue interrogada sin orden judicial sino que su teléfono fue interceptado por la Policía usando la fachada del Clan del Golfo.
Esa versión fue corroborada el jueves por el fiscal Barbosa, quien dijo que en los próximos días se tomarán “decisiones judiciales” en este caso.
“Con la utilización de un informe falso” los teléfonos de la niñera y una empleada doméstica de Sarabia fueron interceptados bajo sospecha de ser dos integrantes del Clan del Golfo, la banda narco más grande de Colombia, según la Fiscalía.
Paradójicamente, Petro fue desde la oposición un feroz crítico de las interceptaciones ilegales hechas durante el Gobierno de Álvaro Uribe.
Los frentes de Petro
Este escándalo entre Sarabia y Benedetti a partir del supuesto robo del maletín con dinero y que está lleno de cabos sueltos, se produce en un momento en que el Gobierno de Petro vive horas bajas, con problemas en diferentes frentes.
Por un lado, sus reformas sociales están paradas en el Congreso y la coalición de Gobierno acaba de estallar, hasta el punto de que congresistas del partido Alianza Verde presentaron el jueves una propuesta para archivar la polémica reforma a la salud.
El presidente, además, mantiene un duro enfrentamiento con el fiscal, con el Consejo de Estado, con la Procuraduría e incluso con la prensa.
En un intento de inclinar la balanza a su favor, Petro anunció que el próximo 7 de junio caminará “al lado del pueblo trabajador” en una movilización convocada por centrales obreras en defensa de las reformas. Ese mismo día Sarabia estaba citada por el Congreso para responder por el caso de la niñera.
Laura Sarabia
Cesada jefa de Gabinete
Desde que Gustavo Petro llegó al poder, Laura Sarabia siempre estuvo a su lado. Sarabia, de 29 años, era la única que tenía acceso directo al despacho presidencial y el enlace con los ministros ante un presidente parco en el trato, así que fue ella quien llamó a varios de ellos para comunicarles su salida.
Nacida en Bogotá, el 20 de marzo de 1994, es hija de una funcionaria y su padre es militar. Se considera una persona muy católica y quiso de hecho ingresar al servicio militar, pero finalmente estudió Ciencia Política y Relaciones Internacionales en la Universidad Militar Nueva Granada. Su mayor experiencia política fue como asesora en la Unidad de Trabajo Legislativo del senador Armando Benedetti -ahora embajador cesado- y asesora política del Partido de La U.
Armando Benedetti
Cesado embajador en Venezuela
Polémico personaje. Nació en Barranquilla el 29 de agosto de 1967. Fue diputado y senador por el Partido de la U y el partido Liberal. Se desempeñó como coordinador de Telecaribe en Bogotá. Entre 1990 y 1991 perteneció a la redacción política e internacional del periódico El Tiempo y fue reportero del Noticiero QAP.
Fue Secretario General del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte y vicepresidente comercial de la Empresa Colombiana de Recursos para la Salud. Benedetti ha sido acusado en diferentes oportunidades por el fiscal Néstor Humberto Martínez, con quien ha tenido varias disputas públicas. Benedetti fue quien presentó a la exjefa de Gabinete Laura Sarabia al presidente Gustavo Petro.
Aprobación al presidente pasó del 50% en noviembre de 2022 al 33,8% en mayo
La aprobación del presidente colombiano, Gustavo Petro, ha caído en picado tras 10 meses en el cargo y la cadena de polémicas que ha seguido a su gobierno en los últimos meses, según una encuesta divulgada ayer viernes que fija la aprobación del considerado primer mandatario de izquierdas de Colombia en el 33,8%.
Así, Petro, cuya valoración subió al 50% en noviembre de 2022 tras los primeros meses de Gobierno, ahora cae al 33,8% en mayo de este año, según un estudio de la firma Invamer para El Espectador, Noticias Caracol y Blu Radio, realizado entre el 26 y 29 de mayo.
Esa percepción se conoce en momentos en que el jefe de Estado enfrenta una delicada crisis por el escándalo de interceptaciones ilegales y posibles abusos de poder que involucran a su mano derecha y jefa de Gabinete, Laura Sarabia, y al embajador en Venezuela, Armando Benedetti.
En el sondeo fueron consultadas 1.200 personas en 57 municipios del país, incluidas 16 ciudades capitales, en las que se preguntó: ¿usted aprueba o desaprueba la forma como Gustavo Petro se está desempeñando en su labor como presidente de Colombia?
A lo que el 33,8% de las personas respondió que aprobaba la forma como se está desempeñando Petro, mientras que el 59,4% contestó que la desaprobaba.
Así, esa desaprobación también tuvo una fuerte crecida, pues en noviembre de 2022 solo el 43% desaprobaba la gestión del presidente.
Por otro lado, un 70,7% afirmó que Colombia va por el mal camino y solo un 23,6% opinó que va por el buen camino. Un 5,8% respondió que no sabe o no quiso responder.
Además, el 66% de las personas encuestadas dice no haber percibido el cambio que anunció Petro, y que fue su lema de campaña, y un 78,2% dice que si lo ha habido a sido para peor.
Otra de las consultas realizadas fue sobre el uso que tiene Petro del Twitter, como forma habitual de comunicación de ciertas decisiones importantes y también de desquitarse con la oposición o incluso la prensa.
Ahí, el 54,9% manifestó estar en desacuerdo con el uso que el presidente hace de Twitter y el 38,4% señaló estar de acuerdo.
Petro utiliza el Twitter para comunicar aspectos relevantes de su Gobierno y de asuntos de interés nacional, pero en ocasiones los mensajes son equivocados como cuando anunció que cuatro niños indígenas, que están perdidos en las selvas del sur del país tras un accidente del avión en que viajan con otros tres adultos, habían sido encontrados vivos.
En cuanto a las principales reformas anunciadas por el Gobierno -salud, pensiones, laboral, entre otras- el 60,9% afirmó que está en desacuerdo y el 32,1% las respalda.
La vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, tampoco sale bien parada de la encuesta, ya que casi el 60% de los encuestados desaprueba su labor como segunda al mando y solo un 27,9% está a favor.