Uno por uno, los cuerpos de 54 palestinos no identificados, que habían sido entregados por las autoridades israelíes, fueron enterrados el miércoles en el suelo arenoso de Deir al-Balah, en la Franja de Gaza, mientras continúa el intercambio de restos entre Israel y Hamás. El ejército israelí dijo que los muertos eran combatientes en Gaza, una afirmación que The New York Times no pudo verificar independientemente.
Tras las oraciones en la ceremonia funeraria, funcionarios de la oficina de prensa del gobierno, respaldada por Hamás, se dirigieron a la prensa. Banderas de un grupo militante aliado, la Yihad Islámica Palestina, ondeaban detrás de los funcionarios.
Los médicos forenses del Hospital Nasser de Gaza, que recibió los restos, dicen que no han podido identificar aproximadamente dos tercios de los cuerpos.
Esto ha dejado a los funcionarios de salud de Gaza y a las familias con muchas preguntas sin respuesta sobre quiénes eran los muertos, las circunstancias de sus muertes y qué les había sucedido antes de morir.
“Están enterrando a personas sin nombre, sin forma de saber quiénes son”, dijo Motwakel al-Degran, de 54 años, quien estuvo presente en la ceremonia de entierro en Deir al-Balah, y agregó que sus dos hijos y su yerno estaban desaparecidos. “Estar aquí es lo mínimo que puedo hacer como padre, porque quizás estén entre los cuerpos”.
Según los términos de un acuerdo de alto el fuego, que entró en vigor este mes, Israel debe liberar los cuerpos de 15 prisioneros palestinos a cambio de cada rehén israelí muerto que sea devuelto por Hamás.
Hamás ha devuelto los cuerpos de al menos 15 personas a Israel. Por su parte, Israel ha devuelto los cuerpos de casi 200 palestinos.
Algunos de los cuerpos devueltos a Gaza se encontraban en un estado preocupante, según el Dr. Ahmed Dheir, especialista forense superior del Hospital Nasser. Añadió que muchos presentaban signos de lesiones traumáticas y que todos estaban sin identificar, salvo un número asignado por Israel.
En una declaración en relación con esas acusaciones, el ejército israelí dijo que “opera estrictamente de acuerdo con el derecho internacional”.
La piedra angular del acuerdo de alto el fuego de este mes fue un intercambio de rehenes y prisioneros el 13 de octubre, cuando Hamás liberó a los 20 rehenes israelíes restantes en Gaza a cambio de la liberación de casi 2.000 prisioneros y detenidos palestinos.
El regreso de los muertos ha sido menos sencillo, porque Hamás dice que dos años de guerra han dificultado la localización y recuperación de cuerpos de edificios dañados o destruidos.
Los funcionarios israelíes han dicho que esperan que Hamás devuelva a los rehenes israelíes muertos a un ritmo más rápido, y algunos han acusado al grupo militante de no cumplir con los términos del alto el fuego.
El vicepresidente JD Vance, de visita en Israel el martes, pidió paciencia respecto a la recuperación de los cuerpos restantes, diciendo que algunos restos están enterrados bajo miles de libras de escombros.
“El objetivo de todos aquí es que esos cuerpos regresen a sus hogares con sus familias para que puedan tener un entierro apropiado”, dijo, y agregó: “Esto no sucederá de la noche a la mañana”.
A pesar de la tensión causada por esta disputa y los recientes estallidos de violencia en Gaza, tanto Israel como Hamás dicen que siguen comprometidos con la tregua.
A las autoridades de Gaza les ha resultado difícil identificar los cuerpos devueltos debido a la falta de capacidad del sistema de salud local, que está diezmado, para realizar pruebas de ADN. Sin embargo, 50 de esos cuerpos han sido identificados por sus familias y se les han ofrecido funerales privados, afirmó Dheir.
Describió esas tristes reuniones familiares como “un éxito en condiciones extremadamente limitadas”. El resto de los cuerpos no identificados estaban a la espera de un futuro entierro, dijo.
Algunos de los dolientes que asistieron al entierro masivo del miércoles dijeron que habían ido al Hospital Nasser una y otra vez desde el alto el fuego, tratando de encontrar a sus seres queridos desaparecidos.
Entre los dolientes se encontraba Howaida Ali Hammad, de 60 años, quien dijo que había estado buscando a su sobrino de 24 años, Ahmed Sufian Abu Hadda.
“Vengo aquí todos los días para ver si puedo reconocerlo, su ropa, su rostro, algo”, dijo con voz temblorosa. “Es injusto enterrar estos cuerpos sin saber quiénes son”.
Ismail al-Thawabta, portavoz de la oficina de prensa del gobierno, respaldada por Hamás, afirmó que se habían tomado muestras de ADN de los cuerpos, para que sus familias pudieran identificarlos algún día. Hasta entonces, añadió, permanecerían en el cementerio de Deir al-Balah.
“Esta es una manera de preservar su dignidad”, dijo al-Thawabta. “Pero esperamos que este lugar pronto esté lleno”.
Liam Stack y Bilal Shbair / The New York Times
-
Israel confirma haber recibido el cuerpo de otro rehén; todavía quedan cadáveres de 16 cautivos por Hamás
Netanyahu afirmó que aspira a un nuevo mandato en Israel, y exigió nuevamente el desarme de Hamás
Marco Rubio advierte que planes de anexión de Israel en Cisjordania "amenazan" el acuerdo en Gaza