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En medio de hermetismo y dudas sobre la salud de Kate Middleton, investigan clínica que operó a la princesa de Gales

Un empleado de London Clinic habría intentado acceder al historial médico de la princesa. Middleton, esposa del heredero al trono británico, fue sometida el pasado 16 de enero a una operación abdominal.

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Kate Middleton: la Princesa de Gales ya sufrió una fuga de un parte médico suyo en 2012.
Kate Middleton: la Princesa de Gales
Foto: Archivo El País

EFE, AFP
Al menos una persona que trabaja en la clínica londinense donde fue operada la princesa de Gales, Kate Middleton, el pasado mes de enero, intentó acceder supuestamente a su expediente médico, reveló ayer miércoles el tabloide The Mirror.

Hay una investigación en curso, según diversas fuentes, ante las sospechas de que un empleado de la clínica londinense donde fue operada la princesa de Gales habría intentado acceder a su historial médico sin autorización.

Middleton, esposa del heredero al trono británico, fue sometida el pasado 16 de enero a una operación abdominal en la London Clinic, donde permaneció hospitalizada durante diez días.

El Palacio de Kensington, que se ocupa de la comunicación de los príncipes de Gales, no proporcionó detalles de la intervención e insistió en que Middleton quería que “su información médica personal se mantuviera en un ámbito privado”.

La edición de ayer del tabloide The Mirror informó que “al menos un miembro del personal de la clínica habría sido descubierto cuando intentaba” acceder al historial médico de la princesa.

El organismo británico de vigilancia y protección de datos, la Information Commissioner’s Office, dijo que había “recibido una información de violación” y que estaba “en el proceso de evaluar la información proporcionada”.

“Tengo entendido que se ha invitado a la policía a investigar el asunto”, dijo la subsecretaria de Salud, Maria Caulfield, a la radio LBC.

La policía de Londres, contactada por la AFP, afirmó no haber sido requerida para intervenir en el caso “por el momento”.

La London Clinic, contactada por el Mirror, insistió en el hecho de que todos los pacientes, “independientemente de su estatus, merecen total privacidad y confidencialidad con respecto a su información médica”. El Palacio de Kensington dijo que “este tema es un asunto de la London Clinic”.

La clínica, donde también está siendo tratado el rey Carlos III del cáncer que padece, ha sido el establecimiento elegido durante décadas por miembros de la casa real y de la clase política británica, por su discreción y privacidad.

Isabel II y su esposo Felipe de Edimburgo, junto a primeros ministros como Anthony Eden o Clement Attlee, han formado parte de su lista de pacientes.

Antecedente

No es la primera vez que Middleton sufre una intromisión en sus asuntos de salud, recuerda El País de Madrid. En 2012, cuando la princesa de Gales tuvo que ser ingresada en el hospital Edward VII de Londres aquejada de un grave episodio de náuseas matutinas durante un embarazo, una broma pesada por parte de una emisora de radio australiana tuvo consecuencias muy dolorosas.

Una enfermera a la que engañaron dos personas de la emisora, haciéndose pasar por el padre y la abuela de William, acabó revelando el parte médico de Middleton.

El escándalo se convirtió en una noticia de alcance mundial, y la enfermera, casada y con dos hijos, se acabó suicidando.

Por otro lado, Kensington había indicado, en el momento de la hospitalización, que Middleton no volvería a ocuparse de sus obligaciones oficiales ligadas al cargo antes de finales de marzo.

Pero la larga ausencia de la princesa, una de las mujeres más fotografiadas del planeta, ha dado lugar a todo tipo de rumores y especulaciones sobre su estado de salud.

Según la prensa británica, la futura reina consorte no volverá a sus obligaciones oficiales antes de mediados de abril.

Pero el equipo de comunicación de los príncipes de Gales explora, según avanza el diario The Times, la posibilidad de que Middleton pudiera hacer su primera aparición pública oficial el próximo 31 de marzo, Domingo de Pascua.

Las teorías de la conspiración empezaron a circular tras detectarse irregularidades en una fotografía de la princesa de Gales con sus tres hijos, los príncipes George, Charlotte y Louis, divulgada el pasado 10 de marzo, con motivo de la celebración del Día de la Madre en el Reino Unido.

Esto forzó a la princesa a admitir que había “editado” la imagen y se disculpó por cualquier “confusión” causada.

La princesa habría sido vista el pasado fin de semana saliendo de compras con el príncipe William a una tienda agrícola en Windsor, a las afueras de Londres, cerca de su casa de campo Adelaida, ubicada en los terrenos del castillo de Windsor.

Su supuesta presencia en la tienda fue captada en un video de un ciudadano y divulgada por el tabloide The Sun. No obstante, todavía no hay información oficial sobre la princesa.

Catalina de Cambridge
Catalina de Cambridge.
Foto: AFP

Además

Habló la supuesta amante de William

La falta de detalles y el total hermetismo del Palacio de Kensington han alimentado una serie de rumores en redes sociales que van desde su estado de salud hasta una supuesta crisis matrimonial.

Esta segunda versión ha cobrado más fuerza en los últimos días e involucra a una tercera persona, Rose Hanbury, una amiga de la familia y la presunta amante del príncipe William. Incluso se llegó a especular que los mellizos de la marquesa de Cholmondeley serían fruto de su relación con el heredero al trono del Reino Unido.

Rose, de 40 años, tiene sus propias conexiones reales: su abuela paterna fue dama de honor en la boda del príncipe Felipe y la reina Isabel II, en noviembre de 1947. En 2009, Rose, a quienes los tabloides califican de “rebelde” y “descontracturada” se casó con el marqués de Cholmondeley, el cineasta David Rocksavage.

Los rumores sobre la crisis matrimonial escalaron a tal punto que el presentador de televisión estadounidense Stephen Colbert dedicó una parte de su monólogo de apertura de su programa a hablar de la tercera en discordia.

“Según los tabloides, cuando Kate supuestamente lo enfrentó al respecto, él lo tomó para la risa y le aseguró que no había nada de cierto en ello”, continuó Colbert y bromeó: “Siempre es una buena respuesta cuando tu esposa te acusa de engañarla”. El monólogo de Colbert generó tal revuelo que obligó a Hanbury a romper el silencio.

En un comunicado que compartió al medio Business Insider días atrás, la marquesa de Cholmondeley se limitó a pronunciar una sola frase: “Los rumores son completamente falsos”. (La Nación/GDA)

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