EFE,AFP
Los candidatos a las elecciones regionales en Cataluña, que se realizarán hoy, descansaron ayer en una jornada de reflexión, tras una campaña electoral que apunta a pactos para poder gobernar en esta comunidad clave en la política española.
Cerca de 5,7 millones de electores están llamados a las urnas para decidir un nuevo Parlamento regional, en 2.696 colegios electorales, explicó la vicepresidenta del Gobierno catalán, Laura Vilagrà.
La agencia de noticias EFE reunió en la jornada de ayer a los candidatos de los principales partidos en una foto de ‘familia’ en Barcelona de la que solo estuvo ausente Carles Puigdemont, de la formación independentista Junts, que se encuentra en Francia.
Puigdemont presidía el Gobierno catalán cuando en 2017 se produjo la ilegal declaración unilateral de independencia, tras lo cual huyó de la Justicia española.
El candidato socialista, Salvador Illa, es el favorito en las encuestas, seguido de Puigdemont y del actual presidente del Gobierno regional, Pere Aragonès, del independentista Esquerra Republicana de Cataluña.
Los sondeos sitúan tras ellos al ultraderechista Vox, con Ignacio Garriga; al anticapitalista CUP, encabezado por Laia Estrada; a los liberales de Ciudadanos, con Carlos Carrizosa, que pueden quedar fuera del Parlamento regional; y al conservador Partido Popular, con Alejandro Fernández como cabeza de lista, que aspira a recuperar votos.
Las encuestas auguran que el vencedor necesitá el apoyo de otras fuerzas para gobernar, sin dejar claro si los partidos independentistas sumarán escaños suficientes para pactar entre ellos, con una composición muy fragmentada del Parlamento catalán con al menos siete partidos en la pugna por repartirse los 135 diputados.
Impacto
El resultado influirá en la política española, pues el jefe del Ejecutivo central, el socialista Pedro Sánchez, necesita para gobernar España a los independentistas catalanes representados en el Parlamento nacional.
Después de las elecciones generales de julio de 2023 Sánchez fue reelegido presidente del Gobierno español gracias a los acuerdos parlamentarios con los soberanistas catalanes, entre otras fuerzas, y los socialistas promovieron una ley de amnistía, en tramitación, para implicados en el proceso independentista en Cataluña.
La amnistía permitiría el regreso de Puigdemont, quien ha anunciado que volvería a Cataluña incluso a riesgo de ser detenido, si puede optar a la investidura.
Fragmentación
Los últimos sondeos, publicados el lunes pasado, auguraban una composición muy fragmentada del Parlamento catalán tras los comicios regionales de hoy, lo que dificultaría muñir mayorías estables de gobierno y podría abocar, incluso, a una repetición electoral.
Con un alto porcentaje de indecisos, al menos siete partidos estarían en la pugna por repartirse los 135 diputados de la cámara, tanto de ámbito español como solo catalán, independentistas principalmente.
Los socialistas, que encabezan el gobierno español de coalición, ganarían los comicios catalanes con unos 40 diputados, lejos de la mayoría absoluta, así que tendrían que buscar el apoyo de otras fuerzas de izquierda para acceder al poder, según proyecciones.
Gobierne quien gobierne Cataluña, los socialistas o los independentistas, en la oposición seguirían los conservadores del Partido Popular (PP), que subirían en número de diputados, y la extrema derecha de Vox, mientras que irrumpiría algún partido ultraderechista catalanista y desaparecerían los liberales de Ciudadanos.
PP y Vox consideran que votar a los socialistas en Cataluña es apoyar a los independentistas debido a todas las “cesiones” que Sánchez les hace para mantenerse en el poder.
Desinformación en las previas electorales
Estados Unidos y España aunaron fuerzas contra la desinformación por el peligro que supone para la “seguridad nacional” y las elecciones, con un memorando de entendimiento firmado el viernes en Washington por sus jefes de la diplomacia, Antony Blinken y José Manuel Albares.
“La propaganda, la desinformación, la manipulación de la información son amenazas a la seguridad nacional”, debido a que los adversarios la usan para “crear o explotar las divisiones existentes”, afirmó Blinken justo antes de la firma. Coincidió con Albares en que la desinformación intenta interferir en los procesos electorales, cuando falta menos de un mes para las elecciones al Parlamento Europeo y de seis meses para las presidenciales en Estados Unidos.
Este memorándum de cinco puntos aborda la desinformación en varias lenguas, pero sobre todo en español, el segundo idioma más hablado en Estados Unidos, donde la población hispana superaba los 63 millones habitantes en 2022. La firma se produce días después de que el jefe de gobierno, Pedro Sánchez, consideró dimitir por lo que considera ataques de la derecha contra su esposa Begoña Gómez, investigada por la justicia por “corrupción”. Sánchez explicó que iba a reflexionar sobre si tenía “fuerzas para poder afrontar un desafío muy grave, como es el luchar contra la desinformación y contra la campaña de difamación”. Finalmente optó por permanecer en el cargo.
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