Redacción El País
La corte suprema de Brasil comenzó a escuchar ayer lunes testimonios clave en el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de intento de golpe contra Luiz Inácio Lula da Silva. Bolsonaro, inhabilitado para las elecciones de 2026, se expone a penas de unos 40 años de prisión.
La Fiscalía lo acusó en febrero entre otros crímenes de tentativa de golpe de Estado y abolición violenta del Estado democrático de derecho. Para apoyar o refutar esas alegaciones, más de 80 personas, entre ellas altos rangos de las fuerzas armadas, exministros, policías y funcionarios de inteligencia fueron citadas a declarar en sesiones previstas para durar dos semanas, abiertas a la prensa.
Bolsonaro, de 70 años, se dice inocente y víctima de una persecución política. Las acusaciones “parecen el guión de una telenovela”, dijo la semana pasada al portal Uol. Bolsonaro será juzgado junto a otros siete excolaboradores, incluidos cuatro exministros y los exjefes de la Marina y de la agencia de inteligencia.
Varios mandatarios brasileños han ido a juicio desde el fin de la última dictadura militar (1964-1985), pero Bolsonaro es el primero señalado por una tentativa golpista.
De acuerdo con el informe de más de 800 páginas de la policía federal, el expresidente lideró una “organización criminal” que buscó impedir la investidura de Lula tras las elecciones de 2022. El supuesto plan golpista contemplaba medidas como la elaboración de un decreto para justificar un “estado de defensa” e incluso el asesinato de Lula y del juez del supremo Alexandre de Moraes, según la fiscalía. El supuesto complot no se habría consumado por falta de apoyo de altos mandos del ejército.
La investigación vincula también a Bolsonaro con los disturbios del 8 de enero de 2023, cuando sus seguidores asaltaron las sedes de los tres poderes en Brasilia mientras pedían una intervención militar contra Lula.
Por primera vez, actores clave de esos supuestos hechos serán escuchados por videoconferencia ante el Supremo Tribunal Federal en Brasilia, bajo la guía de un juez del despacho de Moraes, considerado un enemigo político por el bolsonarismo.
Entre los primeros a declarar esta semana están Marco Antonio Freire Gomes y Carlos de Almeida Baptista Júnior, comandantes del ejército y la fuerza aérea respectivamente durante el gobierno de Bolsonaro. En sus testimonios ante la policía, ambos admitieron haber participado en reuniones en las que Bolsonaro “presentó su hipótesis de utilización de instrumentos jurídicos” para justificar una intervención castrense.
El juicio continuará en los próximos meses con el interrogatorio de los acusados, antes de que la fiscalía y las defensas presenten sus alegatos. AFP