El grupo terrorista libanés Hezbolá rechazó renunciar a las armas, en pleno conflicto en Medio Oriente

La formación proiraní conmemoró un año de la muerte de su líder, Hasán Nasralá, asesinado por Israel en el marco de su lucha contra el terrorismo, y prometió que no abandonará su lucha.

Soldados de Hezbolá.
Foto: AFP

El grupo terrorista libanés Hezbolá rechaza desarmarse, reiteró ayer sábado su jefe Naim Qasem ante decenas de miles de partidarios de la formación proiraní que conmemoraban la muerte de su antecesor, Hasán Nasralá, asesinado hace un año por Israel.

“No abandonaremos nuestras armas. No permitiremos el desarme. Enfrentaremos (...) esta batalla existencial” y “estamos preparados para el martirio”, aseguró el nuevo jefe del Hezbolá, en Beirut. Debilitado por una sangrienta guerra con Israel, que terminó con un cese el fuego en noviembre, Hezbolá, que dominaba la vida política en Líbano, está sometido a una intensa presión para entregar sus armas al Estado libanés.

A petición de Estados Unidos, el ejército elaboró un plan para desarmarlo, comenzando por el sur del país, fronterizo con Israel.

“¡Muerte a Estados Unidos! ¡Muerte a Israel!”, gritaba ayer sábado una multitud, esgrimiendo los banderines amarillos del grupo terrorista y banderas libanesas e iraníes, según periodistas de la AFP.

Hasán Nasralá fue asesinado durante un bombardeo israelí que destruyó todo un bloque de viviendas en un suburbio del sur de Beirut el 27 de septiembre de 2024, en el marco de su guerra contra el terrorismo.

Su sucesor designado, Hashem Safiedin, también murió en otro bombardeo, a inicios de octubre.

La muerte de Nasralá fue un golpe muy duro para el grupo terrorista, que perdió a la mayoría de sus jefes militares en la guerra.

Hezbolá abrió un frente contra Israel poco después de que empezara la guerra en la Franja de Gaza entre el ejército israelí y el grupo terrorista palestino Hamás, desencadenada por el ataque de este grupo en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023. Al iniciar las hostilidades, Hezbolá alegó actuar en apoyo de Hamás, aliado suyo. Los enfrentamientos viraron a una guerra abierta en septiembre de 2024, que se prolongó hasta el cese el fuego el 27 de noviembre. Sin embargo, los ataques cruzados continúan.

AFP

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