AFP, EFE
Con un minuto de silencio, banderas a media asta y misas, República Checa rindió homenaje ayer sábado a los 14 muertos en una matanza la semana pasada en la Universidad Carolina de Praga, el peor ataque de este tipo que ha sufrido el país.
El gobierno pidió a la población que guardara un minuto de silencio ayer al mediodía, y que las iglesias hacieran sonar sus campanas dos días después de que un estudiante de 24 años abriera fuego en el campus y posteriormente se suicidara. Este país, que es miembro de la Unión Europea (UE) y de la OTAN, quedó conmocionado por la tragedia en la que murieron 14 personas, 13 el día del ataque y un herido que falleció el viernes. Además otras 25 personas resultaron heridas.
Los estudiantes encendieron miles de velas en un memorial improvisado frente a la Facultad de Artes y en la sede de la Universidad Carolina, en el centro histórico de la capital checa. Las identidades de las víctimas, estudiantes y profesores, comenzaron a ser publicadas por sus familiares y la universidad.
Entre los fallecidos está el experto en literatura finlandesa Jan Dlask y la estudiante Lucie Spindlerova. Entre los heridos hay tres extranjeros, un neerlandés y dos ciudadanos de los Emiratos Árabes Unidos.
El ministro del Interior checo, Vit Rakusan, indicó que no hay indicios de que este crimen tenga relación alguna con el “terrorismo internacional”.
Desde el jueves, la policía detuvo a cuatro personas que amenazaron con realizar ataques similares o que celebraron la matanza. El ministro del Interior anunció un refuerzo de la vigilancia policial en varios lugares y centro de estudios, al menos hasta el 1 de enero. El jefe de la Policía, Martin Vondrasek, subrayó que el atacante disponía de un “enorme arsenal de armas y municiones”.
El presidente de EE. UU., Joe Biden, expresó sus condolencias y denunció un tiroteo “sin sentido”. El papa Francisco; el presidente francés, Emmanuel Macron; la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski ofrecieron también sus condolencias.
Atacante
David Kozák, el universitario checo de 24 años que mató a 14 personas e hirió a otras 25 en Praga, antes de suicidarse, no tenía antecedentes policiales, pero había anunciado una matanza en redes sociales y estaba siendo buscado por la Policía como sospechoso de un doble homicidio hace una semana y otro el pasado miércoles.
Kozak, estudiante de Historia en la Universidad Carolina de Praga, entró ayer en el edificio de la Facultad de Filosofía de ese centro y disparó indiscriminadamente, lo que causó una matanza, antes de subir al tejado y disparar contra los transeúntes, lo cual hirió a un matrimonio de Emiratos Árabes y a un ciudadano neerlandés.
Asediado por la Policía, el agresor se suicidó de un disparo en la cabeza.
Las autoridades ya estaban tras la pista de Kozák como sospechoso de la muerte el pasado día 15 de un hombre de 32 años y de su hija de dos meses, cuyos cadáveres fueron encontrados en un bosque cerca de Praga, tal y como confirmó el viernes el jefe de la Policía Criminal de Praga, Aleš Strach, informa Radio Praga.
“Estábamos a pocos días de evitar este trágico suceso que ocurrió ayer”, reconoció Strach.
Además, las fuerzas de seguridad estaban buscando a Kozák como supuesto autor de la muerte de un hombre, que se cree es su propio padre, el miércoles en la localidad de Hostoun, a 35 kilómetros al oeste de Praga.
De hecho, este último crimen provocó que la Policía desplegara un dispositivo en un edificio de la Universidad donde se esperaba que el agresor acudiera a clase ayer por la tarde. Kozák, sin embargo, se dirigió a la sede principal de la Facultad de Filosofía, donde cometió la masacre.
David Kozák, quien no tenía antecedentes penales, gozaba de un buen expediente académico y ha sido descrito como “retraído” por algunos de sus compañeros de estudios. Había especulado en la red social Telegram con la idea de cometer una matanza.
Kozák tenía licencia para ocho armas, dos de las cuales eran largas, y una con mirilla telescópica, que se cree que fue la que utilizó en el ataque.
Reforma legal
El Parlamento checo está tramitando una reforma legal para facultar a la Policía a confiscar las armas a personas sospechosas de posturas radicales y que obliga a los vendedores a suministrar información sobre compras atípicas, por su volumen o por sospechas sobre los clientes.
El número de armas de fuego registradas en República Checa ha subido un 85 % en los últimos años y, actualmente hay casi un millón, una por cada 10 habitantes.
El ministro de Interior, Vit Rakusan, pidió a la prensa y a la ciudadanía “no seguir la corriente ni dar publicidad a estos actos”, argumentando que “es lo que el agresor busca”.
Asimismo, declaró en rueda de prensa que el ataque era difícil de prever. “Es un tipo de atentado que difícilmente se puede prevenir”, afirmó.
Jornada de dolor y condena
“Todos intentamos construir el paraíso en la tierra, pero la realidad de la vida nos muestra que el mal existe”, dijo el arzobispo de Praga, Jan Graubner, en la misa por las víctimas en la catedral de San Vito. El presidente Petr Pavel asistió a la ceremonia. “Es difícil encontrar las palabras para expresar la condena y el dolor y la tristeza de toda nuestra población”, dijo el primer ministro, Petr Fiala.