Las coimas K

Adelantan que el juez Claudio Bonadio pedirá la prisión preventiva para la expresidenta.

El caso de los cuadernos de las coimas K compromete cada vez más a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Medios argentinos adelantaron ayer domingo que el juez Claudio Bonadio la procesará y pedirá prisión preventiva para la expresidenta.

La declaración que podría terminar llevando a la cárcel a Cristina es la del exsecretario de Obras Públicas, José López, que hace dos años se hizo famoso por intentar esconder en un convento bolsos con casi 9 millones de dólares.

El diario La Nación informó ayer que López declaró ante el juez Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli que esos dólares eran de la expresidenta. "Cristina Kirchner nunca fue ajena al esquema de sobornos montado por su marido cuando se hicieron cargo del gobierno. Hay nuevas pruebas", escribió en La Nación el periodista y columnista Joaquín Morales Solá.

En su artículo, explica que López declaró ante el juez y el fiscal que los 9 millones de dólares, más joyas y otras valores que intentó esconder en un convento, se los dio Fabián Gutiérrez, exsecretario privado de Cristina. "Gutiérrez nunca dejó de ser un hombre de extrema confianza de Cristina, aún después de que debió renunciar, perseguido por la Justicia en un juicio por enriquecimiento ilícito. Durante la gestión kirchnerista, Gutiérrez aumentó su patrimonio en más de 700 por ciento", dice Morales Solá.

Gutiérrez llamó a López en nombre de Cristina. Lo citó en el Hotel City, en la calle Bolívar de Buenos Aires, y ahí le dijo que había "que mover plata". Esa misma noche, el 13 de junio de 2016, López recibió los bolsos en su domicilio de la capital argentina. "López siempre supo que Gutiérrez era Cristina. Nunca dudó de ese vínculo", sostiene Morales Solá.

López ya había declarado en el juzgado que ese dinero era "de la política", pero hasta ahora se había negado a brindar nombres. "Solo lo hizo ante Bonadio y Stornelli cuando quedó seriamente comprometido por su condición de receptor de los sobornos que pagaban los empresarios de obras públicas", y que quedaron al descubiertos cuando La Nación reveló los cuadernos de las coimas K.

José López declaró que los dólares del convento eran de Cristina FernándezBy Irene Nuñez

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Morales Solá informa además que el juez Bonadio procesará y ordenará la prisión preventiva de Cristina, pero no le pedirá al Senado su desafuero inmediato. Esperará que la Cámara Federal ratifique sus decisiones para que la orden de arresto llegue al Senado con una doble sentencia judicial.

"Caería, así, uno de los argumentos de los senadores peronistas de que no podrían desaforar a una senadora por la decisión de un juez de primera instancia. Serían (...) dos instancias judiciales las que reclamarían al Senado que les permita poner entre rejas a la expresidenta", explica.

En tanto, el diario Clarín informó ayer que la declaración de López "será el núcleo central" que usará el juez Bonadio para procesar a Cristina. "El magistrado pedirá también su prisión preventiva", coincide Clarín, que adelanta que el escrito del juez se conocerá entre hoy lunes y mañana martes.

El juez recogió sus pruebas con una serie de videos, fotos y escuchas telefónicas legales.

"En un expediente de más de 38 cuerpos, Bonadio acusa a Cristina de haber liderado una organización criminal para acumular sumas de dinero ilegítimas, por parte de diversos particulares, muchos de ellos, empresarios contratistas de obras públicas …", dijo este diario. Agrega que además de la de López, "hay más confesiones de hombres de negocios y ex funcionarios" que alimentan el expediente". Según Clarín, varios de estos "arrepentidos" coincidieron en que el exministro de Planificación, Julio de Vido, o sus funcionarios les pidieron en algún momento no solo plata, sino también acciones de sus compañías para que puedan así seguir ganando contratos con el Estado.

López, preso desde 2016, espera ahora que su colaboración con el juez alivie su situación en el juicio que enfrenta por enriquecimiento ilícito. Ya repuesto del estrés que le ocasionó tomar la decisión de presentarse como arrepentido ante la Justicia, el exfuncionario kirchnerista se siente aliviado y confiado en que hizo lo correcto, recogió La Nación desde su entorno.

El exfuncionario está en juicio por su enriquecimiento, una causa que se aceleró a raíz de la aparición de los bolsos en junio de 2016.

Si el tribunal lo considera culpable del delito podría dictarle a López una condena de hasta seis años de prisión, la máxima pena prevista. La manera más sencilla de que López pueda verse beneficiado sería que pida ampliar su declaración para aportar nuevos datos. No será como arrepentido, porque la ley no contempla esa figura en un juicio, pero será una confesión, que también implica una reducción de pena más cercana al mínimo, que por este delito es de dos años, informó La Nación.

López está ahora en un programa de testigos protegidos. Su paradero es secreto: está alojado en un espacio con cuidados especiales dentro de algún penal de Argentina.

López había sido condenado a 19 meses de prisión por la portación ilegal de armas de fuego durante aquella alocada noche que culminó con los bolsos en el convento.

El gobierno uruguayo está preocupado por cómo puede lesionarse la imagen del país las sucesivas denuncias de ingreso de dinero ilegal proveniente del entorno de los Kirchner. A los viajes del financista "arrepentido" Ernesto Clarens, se le suma el ex secretario privado de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz. Ambos utilizaron aeronaves del Banco Macro de Argentina para realizar viajes relámpago a Uruguay.

Secretario K hizo viajes relámpago a UruguayBy EL PAIS

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La información surge de registros migratorios y de vuelo a los que accedieron los diarios La Nación y El País. Clarens y Muñoz hicieron los viajes por separado. Los traslados fueron entre 2008 y 2012, período en que ambos movieron decenas de millones de dólares de sobornos y fondos para las campañas electorales, según surge de la confesiones que Clarens efectuó ante la Justicia argentina.

Las partidas son del mismo aeropuerto: San Fernando, que es conocido por los pocos controles de seguridad y migraciones. A su vez las estadías de las aeronaves en territorio uruguayo fueron por poco tiempo, según surge de los documentos a los que se accedió. Los viajes se hicieron en un Learjet 60, un Cessna Excel y un Bell 407 del banco que fundó Jorge Brito, amigo y socio comercial de Clarens, quienes incluso comparten vecindario en Carmelo. La Nación consultó a las autoridades del banco, quienes indicaron que "ninguna de las aeronaves pertenece, hoy, a la flota del Banco Macro". Sin embargo evitaron dar mayores detalles.

Denuncia de destrozos y robos

Cristina Fernández de Kirchner denunció ayer domingo "destrozos" y robos en los allanamientos que se produjeron el pasado agosto en su residencia de El Calafate. La exmandataria denunció los hechos a través de un vídeo en su canal de Youtube, donde muestra algunas de las partes con desperfectos y reitera que su residencia fue "literalmente tomada" en los allanamientos que se llevaron a cabo por orden del juez federal Claudio Bonadio, que la acusa de recibir millonarios sobornos. Los registros en El Calafate se sumaron a los que el juez mandó realizar en su domicilio del barrio de Recoleta en Buenos Aires y en su otra casa de Río Gallegos. Según Cristina, muchos de sus bienes personales fueron extraídos sin tener nada que ver con la investigación.

El fallecimiento en un accidente automovilístico de uno de los líderes del opositor peronismo, José Manuel De la Sota, suspendió por un momento la feroz confrontación política en Argentina, al difundirse el domingo condolencias del presidente Mauricio Macri y la opositora Cristina Kirchner. "Conmocionado por la muerte del exgobernador de Córdoba José Manuel de la Sota en un trágico accidente automovilístico. Mis condolencias a toda su familia", dijo Macri en un mensaje en las redes sociales. Cristina, por su lado, dijo estar "muy conmocionada por la triste noticia". "Mis condolencias a su familia y a sus compañerxs y amigxs", escribió en Twitter. De la Sota murió el sábado a los 68 años en una ruta cordobesa, cuando la camioneta en la que viajaba se estrelló contra un camión.