El canciller Mario Lubetkin celebró este miércoles que la Unión Europea haya iniciado el proceso final para ratificar el acuerdo de libre comercio con el Mercosur.
"Se reunieron los comisarios de la Unión Europea y activaron el mecanismo para que por un lado el Parlamento Europeo y por otro lado el Consejo de Europa ratifiquen el acuerdo que aquí en Montevideo el 6 de diciembre del año pasado quedó sellado entre los cuatro países del Mercosur y la Unión Europea", confirmó el canciller uruguayo en rueda de prensa y celebró: "La alegría nuestra es que empezó ese proceso final".
"Estas son excelentes noticias para Uruguay, pensando en el desarrollo de este país no en semanas o meses, sino en años", dijo el titular de la cartera y agregó: "Un acuerdo de este tipo nunca lo firmamos. No lo firmó Uruguay y no lo firmó el Mercosur. Las propias autoridades de la UE hoy decían que es un cambio de calidad nunca antes registrado para la UE. Podemos usar las mismas palabras de nuestro lado".
Además, Lubetkin anunció que el acuerdo entre el Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) se firmará -en caso de que "no haya sorpresas"- durante el mes de setiembre.
Claves de la propuesta
La Comisión Europea (CE) propuso este miércoles los actos legales para que los Estados miembros de la Unión Europea (UE) y el Parlamento Europeo completen la ratificación del acuerdo de asociación con el Mercosur que creará la mayor zona de libre comercio del mundo.
La Comisión ha propuesto una base legal del acuerdo de manera que primero pueda aplicarse de forma provisional la parte comercial a través de un pacto interino que, más adelante, sería sustituido por el acuerdo completo que incluye además provisiones políticas.
Esto es posible ya que el comercio es una política plenamente comunitaria, y el pacto comercial interino saldría adelante con una mayoría cualificada en el Consejo de la UE (el 55 % de los Estados miembros, lo que significa 15 países que representen al menos al 65 % de la población de la Unión) y el consentimiento del Parlamento Europeo. Bruselas confía en que pueda estar a finales de este año.
En cambio, el acuerdo de asociación completo requerirá además el visto bueno de los parlamentos de los Veintisiete.
"Tenemos que acelerar nuestra forma de actuar, lo que hacemos, cómo negociamos", dijo el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, en un momento en el que la UE se ha propuesto diversificar sus relaciones comerciales tras desavenencias con su mayor socio, Estados Unidos.
"No son solo acuerdos comerciales, sino instrumentos estratégicos que contribuirán a definir el papel de Europa en la economía mundial durante las próximas décadas", aseguró el político eslovaco.
Dejó claro que la decisión de separar un primer acuerdo interino comercial del bloque pactado se debe a que pueda ser aprobado con rapidez y no deje de "tener relevancia".
El acuerdo UE-Mercosur contiene una cláusula de salvaguardia que prevé que alguna de las partes -un solo país puede activarla- pueda solicitar la suspensión del acuerdo en caso de incumplimiento de sus disposiciones o de una perturbación en el mercado.
Para reforzar esa cláusula y satisfacer las reticencias de Francia principalmente, que teme por que su sector agrícola se vea afectado por las importaciones desde el Mercosur, la CE ha propuesto un acto jurídico específico sobre cómo la aplicaría que no reabre, en ningún caso, el texto pactado con el bloque suramericano.
Sefcovic explicó que la CE supervisará las importaciones de productos agrícolas cada seis meses "con total transparencia" y, si se halla "alguna anomalía" que pudiera causar perturbaciones en uno o más Estados miembros de la UE, se activarían medidas rápidas en un plazo máximo de 21 días.
También se refirió a la posibilidad de iniciar investigaciones cuando las importaciones aumenten repentinamente al menos un 10 % o los precios de importación bajen repentinamente un 10 % por debajo de los precios en la UE.
La CE está convencida de que no será necesario utilizarla, pero se ha propuesto una reserva para crisis agrícolas de € 6.300 millones en caso de perturbaciones del mercado. La propuesta de Política Agrícola Común (PAC) después de 2027 incluye un presupuesto específico de al menos € 300.000 millones para ayudas a la renta, lo que garantiza, según Bruselas, que los agricultores de la UE sigan percibiendo ingresos sólidos y estables.
Con información de EFE
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