EFE
La sesión del Senado argentino prevista para ayer miércoles, después de tres meses de inactividad, no tuvo lugar, por lo que quedó sin revisión, entre otros temas, la continuidad en el cargo de Ana María Figueroa, jueza clave en una de las causas por presunta corrupción contra la vicepresidenta, Cristina Kirchner.
El bloque oficialista pretendía darle continuidad en el cargo a Figueroa, que en agosto alcanza la edad jubilatoria de 75 años, debido a que preside la Cámara de Casación Penal y su voto podría mantener el sobreseimiento de Cristina y sus hijos, Florencia y Máximo Kirchner, por acusaciones de lavado de activos.
Sin embargo, la sesión se frustró ante la falta de los 37 legisladores necesarios para conseguir el quórum mínimo -ya que sólo hubo 34 presentes de 72-, que además debían debatir el ascenso de otros 75 jueces, fiscales y una decena de proyectos de ley relacionados con cuestiones sanitarias y educativas.
Ni el oficialismo ni la coalición opositora Juntos por el Cambio tienen mayoría en ambas Cámaras y están sujetos a acuerdos.
Por su parte, el senador Alfredo Cornejo -que preside la facción opositora en la Cámara Alta- apuntó contra la vicepresidenta, quien es titular del Senado por la “paralización” y achacó al gobernante Frente de Todos -ahora rebautizado Unión por la Patria- buscar “imponer” en vez de generar consensos.
“Al kirchnerismo sólo le preocupan las causas de Cristina Kirchner y la manipulación de la justicia. Nunca se interesan por los proyectos que resuelven los problemas masivos de los argentinos. Por eso no hubo quórum”, afirmó Cornejo en sus redes sociales.
Cristina Kirchner y sus hijos fueron acusados por presunto lavado de dinero y asociación ilícita en la llamada causa Hotesur-Los Sauces, nombre de las compañías hoteleras que administraba la familia Kirchner en la sureña provincia de Santa Cruz.
La Justicia sospechaba que la contratación de habitaciones, que quedaban vacías, en esos hoteles servía para dar una apariencia legal a supuestos sobornos a empresarios, cuando Cristina era presidenta de Argentina.
En Los Sauces estaban involucrados los mismos empresarios cercanos al kirchnerismo, que presuntamente también pagaron alquileres, como retorno de las adjudicaciones de obra pública que recibieron entre 2003 y 2015.