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El hallazgo de miles de restos humanos en ataúdes y bolsas de consorcio en el cementerio municipal de La Plata, Argentina, sacudió a la localidad durante el mes de febrero. En total se encontraron en varios galpones del establecimiento 501 ataúdes y unas 200 bolsas consorcios con restos humanos, la mayor parte sin identificar.

Ahora, avanzan, en medio de una total reserva, los trabajos forenses para identificar los restos, mientras el municipio prepara un llamado a licitación para la construcción de un nuevo osario, dónde se prevé poder inhumar esos cuerpos.

Así lo confirmó a La Nación el titular de la necrópolis municipal, Jorge Melo Peneau, quien además informó que en el predio continua trabajando el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) cuyos peritos lideran las tareas para intentar dilucidar la identidad y origen de los restos.

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“Es la única solución para el normal funcionamiento del cementerio porque los otros dos osarios se encuentran inutilizados y ahora estamos precisamente abocados a eso”, explicó el funcionario.

El 5 del marzo, al inaugurar el 81° período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante de La Plata, el intendente Julio Alak había adelantado que se prevé “poner en valor el cementerio municipal, hoy en estado de colapso edilicio y funcional”.

En su discurso Alak se refirió al “pésimo estado” en que su gestión recibió el cementerio, que en su anterior administración estuvo comandado por Julio Garro. “Miles de cadáveres no fueron inhumados o reinhumados por la falta de construcción de un lugar de destino final digno de los restos humanos”, señaló el actual jefe comunal, quien tras el hallazgo impulsó una denuncia penal contra los funcionarios que lo precedieron.

Ahora, consultado por La Nación, Melo contó que al hacerse pública la situación se generó un gran impacto en la ciudadanía y se recibieron infinidad de consultas de personas que querían saber sobre la situación de sus familiares inhumados en la necrópolis.

“Nosotros revisamos los registros y les informamos sobre cada situación”, dijo el director, quien se excusó de dar mayores detalles debido a la reserva impuesta por la Justicia. De todas formas, aclaró que no se registraron casos de personas que reclamaran por un fallecido que no fuera encontrado en los registros. Se trata de que los peritos puedan identificar los restos y, luego, mediante el análisis de los asientos del cementerio, poder determinar su trazabilidad.

A su vez, abogados que representan a diferentes casos de personas desaparecidas como los del testigo Jorge Julio López y estudiante de periodismo Miguel Bru, entre otros, interpusieron recursos para poder cotejar muestras que permitan determinar si sus cuerpos pueden estar entre los restos descubiertos.

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Los peritos trabajan a las órdenes de la fiscal María Cecilia Corfield, titular de la Unidad Funcional de Investigaciones (UFI) N° 15, donde tramita la causa abierta tras el hallazgo por las actuales autoridades comunales y que lleva por carátula “averiguación de posibles ilícitos respecto de los cuerpos y los restos óseos hallados no identificados”. El primer objetivo planteado por la Justicia apunta a las posibilidades de identificación efectiva para luego analizar posibles delitos.

Días después de hacerse cargo del caso y tras recorrer el lugar, la fiscal Corfield convocó a referentes del municipio y a distintos actores vinculados en la investigación forense para organizar la tarea. Desde entonces y ante la conmoción generada por la noticia, dispuso restringir la difusión de información a la prensa.

Al mismo tiempo que comenzaron las pesquisas se comenzaron a estudiar los protocolos y responsabilidades de los funcionarios a cargo del cementerio, para intentar determinar si incurrieron en faltas o delitos. En este caso las eventuales imputaciones podrían alcanzar a funcionarios de varias gestiones.

La existencia de los cuerpos abandonados se conoció el pasado 21 de febrero cuando funcionarios de la intendencia de La Plata denunciaron penalmente haber descubierto arrumbados en varios depósitos de la necrópolis local 501 féretros y 200 bolsas de nylon con restos humanos en su mayoría sin identificación, incluyendo 22 rotulados como “angelitos”, correspondientes a niños.

Horas más tarde el titular del cementerio se presentó en tribunales para ampliar la denuncia y aseguró que, en la continuidad de la búsqueda, habían encontrado unos 2000 cuerpos más.

Las autoridades explicaron que el descubrimiento se produjo en el marco de una auditoría del lugar y remarcaron que todos esos sitios se encontraban en muy mal estado de conservación y limpieza, con olores nauseabundos.

“La gravedad del hallazgo reside que en muchos casos no se encontró la placa de los datos identificatorios”, indicó entonces el secretario general de la comuna, Norberto Gómez. “Para nosotros hay una cuestión de humanidad que es urgente resolver”, indicó el funcionario.