Redacción El País
Javier Fernández, el hermano de Diego –el joven cuyos restos fueron desenterrados en un predio junto a la casa en la que vivía el músico argentino Gustavo Cerati– habló del dolor que atraviesa su familia desde hace décadas.
“Me siento vacío. Muchísima indignación, tristeza, dolor. Muchas preguntas... 41 años. Necesitamos justicia, que se haga justicia”, dijo el hombre en diálogo con TN.
“Yo tenía 10 años en ese momento. Mi hermano 16”, recordó el hombre y acto seguido se quebró al recordar el triste final de su padre: “Mi papá murió buscándolo. En el año 1991 lo atropelló una camioneta en Galván y Congreso, ahí nomás de donde estaba Diego”.
Luego, Fernández contó que su padre, en todas las notas que daba a la prensa al momento de la desaparición de Diego, “decía que la policía no buscaba”. “Él pensaba que lo había secuestrado una secta en ese momento. Él hizo una investigación propia, solo, en una época en la que no había celulares, cuatro canales de televisión... no había cámaras en las calles”, detalló.
Su madre, que hoy es de edad avanzada, está recibiendo la noticia de la muerte de su hijo “a cuentagotas”. “Mi mamá sabe de los restos. Hay datos que todavía no le queremos decir. No hace falta, me parece. Pero por lo menos cerrar un ciclo, en parte, tener a quien llorar o enterrar, no sé qué vamos a hacer, y después necesitamos justicia para estar tranquilos todos”, sentenció el hombre.
El hallazgo de los restos de Diego Fernández
Diego tenía 16 años cuando desapareció el 26 de julio de 1984 en Argentina. Fue visto por última en el límite entre los barrios de Villa Urquiza y Belgrano, ubicados en Buenos Aires. Esa misma noche, como no regresaba a su casa, su familia quiso hacer la denuncia en una comisaría de la Policía Federal Argentina (PFA), pero no se la tomaron. Su padre, Juan, murió sin saber lo que había pasado con su hijo. Ahora, su madre y sus hermanos conocieron su triste final: fue asesinado y su cuerpo fue enterrado en el fondo de una propiedad de Coghlan, barrio cercano en Buenos Aires.
Su muerte comenzó a resolverse de casualidad. Parte de su cuerpo fue hallado el 20 de mayo pasado cuando albañiles trabajaban en la construcción de un edificio en un lote situado en la calle Congreso al número 3700, lo que había sido una casa donde vivió, a principios de siglo, el músico Gustavo Cerati.
“Personal de la Comisaría Vecinal 12C fue alertada desde el número de emergencias 911 sobre el hallazgo de restos óseos humanos, posiblemente de vieja data, en una obra en construcción situada en Congreso al 3700. Al arribar, los agentes se entrevistaron con el arquitecto a cargo del proyecto, quien refirió que mientras los obreros se encontraban realizando tareas de excavación sobre la medianera, en un momento dado se desprendió un trozo de tierra de la casa lindera y quedaron a simple vista lo que aparentaban ser restos óseos humanos”, habían informado en su momento fuentes de la Policía de la Ciudad.
Los fondos de la casa donde vivió Cerati y el inmueble contiguo, en su momento, solo estaban divididos por una ligustrina, que es una especie de arbusto. Si bien los restos óseos fueron hallados cuando los albañiles trabajan en lo que había sido el lugar donde vivió el músico y líder de Soda Stéreo, los investigadores creen que los huesos habían sido enterrados en el lote vecino.
Tras el hallazgo de los restos óseo se inició una investigación que quedó a cargo del fiscal Martín López Perrando, que tuvo la colaboración del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
A fines de junio pasado, los especialistas del EAAF le elevaron un informe al fiscal López Perrando. Los peritos habían logrado determinar que los huesos correspondían a una persona del sexo masculino de entre 16 y 19 años y que había sufrido una muerte violenta.
“Se trató de una muerte violenta, sin dudas. No se sabe si la puñalada provocó la muerte, pero sí con certeza sabemos que el muchacho fue apuñalado. La herida cortopunzante estaba a la altura de la cuarta costilla, como por detrás del brazo. También hay signos de que el cuerpo intentó ser desmembrado”, explicó en su momento a La Nación una fuente judicial.
Con información de La Nación/GDA