La pérdida de potencia de los dos motores del vuelo AI171 de Air India, que causó el accidente en el que murieron 260 personas hace un mes cuando cubría una ruta con destino a Londres, pudo originarse en un fallo técnico sobre el que la aerolínea había sido advertida años antes, según los investigadores.
Un informe preliminar de 15 páginas de la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos de la India (AAIB) revela que Air India no realizó unas inspecciones de seguridad recomendadas en 2018 por la autoridad de aviación de EE. UU. sobre un posible defecto en el mecanismo de bloqueo de los interruptores de combustible, los mismos que detuvieron el flujo de queroseno a los motores tres segundos después del despegue.
El informe hace referencia al Boletín de Información de Aeronavegabilidad Especial (SAIB) NM-18-33, emitido por la FAA el 17 de diciembre de 2018, que advertía de que el mecanismo de bloqueo de los interruptores de control de combustible podría desengancharse, lo que aumentaba el riesgo de una activación no deseada. “Según la información de Air India, las inspecciones sugeridas no se llevaron a cabo ya que el SAIB era consultivo y no obligatorio”, indica el informe de la AAIB, llevando el foco de un posible error humano hacia un potencial fallo técnico del que existían antecedentes.
En el diálogo recuperado de la caja negra, un piloto pregunta al otro por qué cortó el combustible y este responde “no lo hice”, dando más peso en el informe a la posibilidad de que los interruptores se movieran a la posición de “CUTOFF” sin una acción deliberada.
La tripulación, encabezada por un comandante con más de 8.000 horas de vuelo solo en el Boeing 787, era altamente experimentada.
El análisis de la AAIB confirma que las condiciones meteorológicas eran buenas, la calidad del combustible cargado en el avión era satisfactoria y no hubo ninguna comunicación anómala con el control de tráfico aéreo que indicara un problema externo. Todo se concentró en la cabina y en la mecánica de la aeronave en la fase más crítica del vuelo.
Aunque el informe es preliminar y no asigna responsabilidades definitivas, estos hallazgos dirigen la investigación hacia la interacción entre la tripulación y un sistema de la aeronave sobre el cual pesaba una advertencia de seguridad que, según el documento, no fue atendida.
Reacción oficial
El Gobierno de la India pidió ayer sábado no establecer conclusiones prematuras en la investigación del accidente del vuelo AI171 y defendió firmemente a sus pilotos, en una declaración que busca contrarrestar la creciente especulación sobre un posible error humano tras la publicación del informe preliminar del siniestro en el que murieron 260 personas.
El ministro de Aviación Civil indio, Ram Mohan Naidu Kinjarapu, calificó a las tripulaciones del país como “la columna vertebral de la industria” y pidió esperar al informe final antes de “llegar a alguna conclusión”, en sus primeras declaraciones tras conocerse el documento. “Realmente creo que tenemos la fuerza laboral más maravillosa en términos de pilotos y tripulación del mundo entero”, subrayó el ministro.
El informe de la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB) enfatiza que en esta fase preliminar no establece ni exime de responsabilidades a la aerolínea, el fabricante o los pilotos, y detalla cómo los interruptores de combustible se movieron a la posición de corte segundos después del despegue. El documento asegura además que Air India no realizó unas inspecciones recomendadas en 2018 por la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA) que advertían sobre un fallo en el sistema de bloqueo de los interruptores, abriendo una línea de investigación sobre una posible falla técnica en lugar, o además, de un error humano.
Por su parte, Air India y el fabricante de aviones Boeing evitaron ayer pronunciarse sobre los hallazgos del informe. Air India se limitó a confirmar su recepción y a expresar su cooperación con las autoridades. “Dada la naturaleza activa de la investigación, no podemos comentar sobre detalles específicos y remitimos todas esas consultas a la AAIB”, señaló en un breve comunicado.
Según el informe preliminar, Air India consideró que el boletín era “consultivo y no obligatorio”, por lo que no llevó a cabo las inspecciones sugeridas en la aeronave siniestrada. Por su parte, el fabricante estadounidense Boeing emitió un comunicado igualmente cauto. “Continuamos apoyando la investigación y a nuestro cliente”, señaló el gigante aeroespacial.
El accidente ha puesto el foco sobre el historial del Boeing 787 Dreamliner, un modelo tecnológicamente avanzado pero que ha enfrentado serios cuestionamientos desde su lanzamiento.
Avances de la investigación
La tragedia sacudió a India y al mundo por su magnitud, en la que 260 personas resultadas fallecidas por la caída de un Boeing de Air India con destino a Londres el pasado 12 de junio, según informaron las autoridades.
El informe preliminar sobre las causas del siniestro ha sido muy esperado, y continúan la indagaciones. En su momento, Rakesh Joshi, director del principal hospital público de Ahmedabad, dijo pocas horas después del colapso que “Todos los restos humanos recuperados hasta ahora en el lugar del accidente fueron identificados y entregados a sus familias”. Todas las personas que viajaban en el Boeing 787-8 Dreamliner de Air India murieron, y solo una sobrevivió, cuando el avión se estrelló contra viviendas justo después del despegue en Ahmedabad. En la investigación, participan agencias de investigación de accidentes aéreos del Reino Unido y Estados Unidos. Según el sitio especializado The Air Current, ésta se “centró desde un inicio en el movimiento de los interruptores de alimentación de combustible de los motores, tras el análisis de los registradores integrados de datos de vuelo y de voz del Boeing 787.
AFP, Agencia EFE