A 80 años del infierno de Hiroshima y Nagasaki: Japón conmemora aniversario con récord de países asistentes

Se cumplen ocho décadas del lanzamiento de bombaredero nuclear que puso fin a la Segunda Guerra Mundial y que causó la muerte de 140.000 personas en Hiroshima y 74.000 en Nagasaki.

Turistas caminan frente a la Cúpula de la Bomba Atómica (izq.) en vísperas del 80 aniversario del ataque.
Turistas caminan frente a la Cúpula de la Bomba Atómica (izq.) en vísperas del 80 aniversario del ataque.
Foto: AFP

Redacción El País
Hace 80 años, el 6 de agosto de 1945, un bombardero estadounidense B-29 lanzó sobre Hiroshima, en el oeste de Japón, la primera bomba atómica dirigida contra una zona poblada de la historia.

Tres días más tarde, la misma pesadilla se repitió en Nagasaki, también en el suroeste del país.

Esta semana se celebran conmemoraciones en ambas ciudades japonesas, en las que estarán representados un centenar de países.

Estas dos bombas nucleares, las únicas que se han utilizado hasta la fecha en tiempos de guerra, causaron la muerte de 140.000 personas en Hiroshima y 74.000 en Nagasaki entre agosto y finales de 1945.

Una mujer reza después de tocar la campana en el Monumento a la Paz de los Niños dentro del Parque Conmemorativo de la Paz.
Una mujer reza en el Monumento a la Paz de los Niños dentro del Parque Conmemorativo de la Paz.
Foto: AFP

Lo primero que muchos habitantes de Hiroshima vieron la mañana del 6 de agosto de 1945 fue una “intensa bola de fuego”, según los términos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Little Boy”, la bomba atómica que explotó a unos 600 metros sobre la ciudad, tenía una potencia cercana a las 15.000 toneladas de TNT. La que se lanzó sobre Nagasaki, apodada “Fat Man”, tenía una potencia aún mayor, estimada en 21.000 toneladas de TNT.

Se estima que en el epicentro de la bomba de Hiroshima se alcanzaron los 7.000 °C. Un horno que provocó quemaduras graves y, en muchos casos, mortales en un radio de unos 3 kilómetros.

El intenso destello de las explosiones también provocó ceguera temporal y lesiones oculares irreversibles, según el CICR.

La radiación térmica que siguió a las explosiones en una fracción de segundo provocó numerosos incendios que devastaron varios km2 en Hiroshima y Nagasaki, donde la mayoría de las construcciones eran entonces de madera.

Un grupo de turistas se refugian bajo sombrillas en el calor del verano mientras esperan que cambie la luz, con la Cúpula de la Bomba Atómica
Turistas se refugian bajo sombrillas en el calor del verano delante de la Cúpula de la Bomba Atómica.
Foto: AFP

Las quemaduras y los incendios habrían sido la causa de más de la mitad de las muertes inmediatas en Hiroshima.

Muchas personas también murieron o resultaron gravemente heridas por los escombros que salieron disparados, otras por el derrumbe de edificios o al ser lanzadas por los aires.

Las explosiones atómicas también emitieron radiaciones nocivas a corto y largo plazo: la “enfermedad de los rayos” afectó a muchos de los que sobrevivieron a la devastación inmediata.

Los síndromes por “radiación aguda” -ómitos, dolores de cabeza, diarreas, hemorragias, pérdida de cabello- podían provocar la muerte en cuestión de semanas o meses.

Y los “hibakusha” (los supervivientes de la bomba) quedaron expuestos durante el resto de sus vidas a un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. De las casi 50.000 personas irradiadas de ambas ciudades a las que la fundación de investigación estadounidense-japonesa Radiation Effects Research Foundation hizo un seguimiento, un centenar fallecieron de leucemia y 850 de cánceres relacionados con la radiación.

La gente observa ceremonia sobre el río Motoyasu frente a la Cúpula de la Bomba Atómica.
La gente observa ceremonia sobre el río Motoyasu frente a la Cúpula de la Bomba Atómica.
Foto: AFP

Hiroshima y Nagasaki dieron el golpe de gracia a Japón, que se rindió el 15 de agosto de 1945, poniendo así fin a la Segunda Guerra Mundial. Pero los historiadores siguen debatiendo si este doble ataque nuclear realmente permitió salvar más vidas al acelerar el fin del conflicto.

Tras la guerra, el gobierno japonés creó la condición de “víctima oficial” de las bombas atómicas, que daba derecho a asistencia sanitaria gratuita. Pero este derecho se concedía en condiciones restrictivas, lo que excluía a miles de víctimas.

Un movimiento que reúne a los supervivientes irradiados, Nihon Hidankyo, que exhorta a los Estados a actuar para eliminar las armas nucleares, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2024.

En 2019, el papa Francisco visitó Hiroshima y Nagasaki para reiterar su “no” a las armas atómicas. En 2016, Barack Obama fue el primer presidente estadounidense en el cargo en visitar Hiroshima. Él también abogó por un mundo sin armas nucleares.

Cuervos vuelan alrededor de la Cúpula en vísperas del 80 aniversario del primer ataque con bomba atómica
Cuervos vuelan alrededor de la Cúpula en vísperas del 80 aniversario del primer ataque con bomba atómica.
Foto: AFP

Rusia, China y Pakistán, potencias ausentes

Japón conmemora hoy miércoles el 80º aniversario del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima con una ceremonia que espera un récord de países participantes, en un contexto marcado por llamamientos a abandonar las armas nucleares y las guerras en Ucrania y Oriente Medio. Representantes de 120 países y regiones asistirán a la ceremonia en Hiroshima.

Sin embargo, no estarán presentes grandes potencias nucleares como Rusia, China y Pakistán.

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