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Viñoly cambia polémica torrepor dos "cruceros flotantes"

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San Rafael

El Intendente Antía quedó "encantado"

El nuevo proyecto para el San Rafael fue diseñado a bordo de un avión.

San Rafael

El arquitecto Rafael Viñoly reformó en su totalidad el proyecto original que había presentado para la manzana de Punta del Este donde hoy se levanta el deteriorado hotel San Rafael.

Los asesores jurídicos del holding encabezado por el empresario italiano Giuseppe Cipriani, presentaron ayer en la Intendencia de Maldonado el nuevo diseño cuya altura máxima alcanza los 97 metros, 172 menos que el anterior.

El diseño original presentado en mayo, en el que se destacaba la enhiesta torre de 67 pisos que generó tanta controversia, tenía 268,95 metros de altura y estaba llamado a ser uno de los edificios de mayor dimensión de Latinoamérica.

En la nueva maqueta, Viñoly "acostó" la torre y creó un perfil de dos edificios horizontales, perpendiculares entre sí, que flotan por encima del volumen del hotel. La primera asociación de ideas que surgió al difundirse el proyecto en las redes sociales, fue la de "dos cruceros a punto de chocar".

Sin embargo, los cambios fueron bien recibidos en la Intendencia.

El intendente Enrique Antía señaló que el proyecto "le encanta" porque "preserva el ícono (del San Rafael) y terminará en las revistas internacionales".

"A unos les puede gustar, a otros no; pero no tengo dudas de que este proyecto saldrá", agregó el intendente.

Dijo sentirse sorprendido fuertemente y destacó que el arquitecto tomó en cuenta las observaciones que le hicieron.

En pleno vuelo.

Las modificaciones sugeridas fueron bien recibidas por Viñoly, quien considera que "la arquitectura es hoy, cada vez más, un ejercicio de conciliación".

El nuevo diseño comenzó a tomar forma en la cabeza del proyectista compatriota el viernes 15 de junio, cuando volaba de regreso a Nueva York donde reside y tiene su estudio.

Una vez arribado a su estudio neoyorquino, Viñoly juntó a sus principales colaboradores y les enseñó algunos bocetos que había elaborado en el viaje desde Montevideo.

Así, en menos de una semana, quedó pronto el nuevo diseño que, en líneas generales, bajó a un tercio la altura original e hizo desaparecer al famoso "Campanile".

El nuevo proyecto toma en cuenta no solo los planteos efectuados desde la Intendencia de Maldonado y la Junta Departamental, sino también los reclamos de vecinos. Además deja mayor visibilidad al tradicional hotel de estilo Tudor, un emblema del balneario.

"La responsabilidad del arquitecto es absorber esos comentarios para producir una solución que no disminuya las expectativas mensurables de cualquier emprendimiento ni las aspiraciones intelectuales que están en la esencia de nuestra profesión. Por lo general, si uno tiene experiencia y práctica para escuchar, eso resulta en una mejor propuesta", enfatizó el arquitecto.

De todas formas Viñoly sostuvo que el nuevo diseño mantiene el espíritu expuesto desde un principio: "La reconstrucción del San Rafael depende de construir una cuota muy significativa de superficie adicional que puede solo estar orientada a un mercado internacional de alta exigencia y no a los mercados regionales altamente inestables".

Antía adelantó que el trámite, primero ante la Intendencia y luego en la Junta Departamental de Maldonado, será rápido dentro de los tiempos que marquen los técnicos y ediles.

Idas y vueltas

Esto es lo que proyectó Rafael Viñoly para el exSan Rafael. Foto: Ricardo Figueredo
Foto: Ricardo Figueredo

El empresario italiano Giuseppe Cipriani y el arquitecto Rafael Viñoly presentaron el 30 de mayo, en la Intendencia de Maldonado, el proyecto original que tiene como objetivo la reconstrucción del hotel San Rafael de Punta del Este.

La propuesta implicaba una inversión de más de 400 millones de dólares, la construcción de 123 mil metros cuadrados y la reparación total del histórico hotel San Rafael, que mantendría su magnífico estilo Tudor.

Luego de varios días de controversias, centradas sobre todo en la imponente torre de 268 metros de altura que desafiaba el paisaje de Punta del Este, la Intendencia sugirió cambios al diseño atendiendo a los reclamos de técnicos y vecinos.

El otro aspecto que mereció críticas fue el puente elevado sobre la rambla para que los residentes pudieran llegar a la playa sin tener que cruzar la ruta. Ese puente también fue desechado por la Intendencia.

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