Trabajan en plan piloto para reducir la pelusa que generan los plátanos: inyectarían hormonas a los árboles

Redacción El País
La pelusa de los plátanos es un tema de conversación que resurge cada primavera, ya que la caída de estos pequeños filamentos amarillos además de llenar de polvillo las veredas, las casas y las calles, le provoca alergias a una buena parte de los montevideanos.

Frente a este problemática, la Intendencia de Montevideo (IMM) y la Facultad de Agronomía buscan aplicar un plan piloto para reducir la cantidad de polen y pelusas de estos árboles a través de la inyección de hormonas.

Foto: Leonardo Mainé/archivo El País

"Los frutos surgen de la flor, que produce polen, y también tiene efectos alergénicos. Luego el árbol produce un fruto, que, en el caso del plátano, tiene unos pelitos que se llaman tricomas. Son duros y se liberan al aire, y generan alergias e irritaciones en los ojos", explicó Jaime González, ingeniero y docente de la Facultad de Agronomía, a Telemundo (Canal 12).

Las hormonas se colocarían en la primera etapa de floración del plátano, lo que le mandaría la señal al árbol de que ya tiene un fruto, por lo que florecerían menos o no florecerían. Tampoco producirían frutos. La aplicación de las hormonas, según señaló González, se haría todos los años y actuaría sobre la floración del año siguiente. "Es una sustancia que tiene un nivel de toxicidad muy baja", agregó.

Foto: archivo El País

"El proyecto evalúa aplicarlo sobre árboles más añosos y más jóvenes, todos que estén en etapa de florecer, probando en distintas partes de Montevideo distintas dosis", explicó.

De acuerdo a un informe publicado por la IMM en 2024 los plátanos componen un 10% del total del arbolado montevideano, con aproximadamente 23.000 ejemplares.

Hacia 1891, Montevideo comenzó plantaciones masivas del plátano (Platanus × acerifolia), una medida alineada con los estilos urbanos europeos, especialmente los franceses. Estos árboles resultaron muy populares por su rápido crecimiento, su capacidad para dar sombra y su tolerancia a la poda, la contaminación y las agresiones típicas del entorno urbano. Se eligieron como parte de la modernización de la ciudad y se plantaron en gran parte de la capital uruguaya.