TRABAJOS EN MONTEVIDEO

El miércoles de esta semana quedaron operativos una serie de cierres de calles, flechamientos y cambios de recorridos en Capurro por las obras del Ferrocarril Central, que se estiman demandarán ocho meses de trabajo.

Uno de los puntos neurálgicos es el que se encuentra en Uruguayana entre Turini y Labandera, que ha sido cortado a la circulación vehicular. También se flecharon tramos que eran de doble sentido y se encendió un semáforo provisorio en las calles Capurro y Husares, para facilitar la circulación debido a los desvíos que generan las obras sobre Uruguayana.

Para muchos vecinos, su vida se ha visto alterada por esta intervención del tren que transportará, entre otras cosas, las cargas de la empresa UPM.

La vieja traza del ferrocarril que se toma como eje de la obra pasa literalmente frente por frente a algunas casas, y el movimiento de tierra ha generado suciedad en las propiedades y las calles. Los vecinos se comienzan a acostumbrar a vivir en medio del movimiento de grandes máquinas, ruidos de obra y el trajín de los obreros.

Varios vecinos consultados por El País manifestaron su preocupación por estos cambios en el barrio. Es el caso de Luis Méndez, dueño de un pequeño almacén ubicado a unos 30 metros de la vía.

“Nos va a afectar porque ahora van a cerrar para que los peatones no pasen. Esto nos embroma a todos los comerciantes, porque la gente no va a venir para este lado. Dicen que la obra va a durar ocho meses, pero sabemos que en este país te dicen eso y demora un año o un año y medio. La verdad es que con esto están matando a todo el mundo”, señaló.

Pero hay otros que creen que la obra no los afectará, como Juan Carlos Maldonado, quien hace siete años que vive en Capurro junto a la futura vía del tren. “Yo alquilo aquí al lado y no me molesta para nada. Estoy conforme con todo lo que se está haciendo”, destacó.

Alejandro Ruibal, representante del Grupo Vial Central, que se encuentra al frente de este proyecto de alcance nacional, dijo a El País que la iniciativa “no tiene antecedentes en el Uruguay de los últimos 100 años”.

“Esto es una obra que tiene los dolores de parto de los proyectos enormes, además de que ya se perdió la memoria de lo que era construir un ferrocarril, ni que hablar entrando a zonas urbanas. La gente se asusta con las expropiaciones, pero no existe en el mundo una carretera nueva o una obra para un ferrocarril en donde no haya que expropiar algunos terrenos. Creo que en este caso, acertadamente, se eligió la traza existente, lo cual ahorró muchísimas expropiaciones. Hay que ver la parte llena del vaso: se construye en un 85% sobre la traza vieja”, destacó.

“Los ingleses tuvieron sus motivos para hacer el ferrocarril ahí, tiene su explicación desde el punto de vista de la topografía, las cuencas, muchas cosas”, agregó el empresario.

En las zonas pobladas comprendidas por el trazado del tren se construirán pasajes a desnivel y, donde haya entradas a nivel se colocará señalización luminosa y efectos sonoros.

En la intersección de la vía férrea de Uruguayana y Capurro están previstos cruces vehiculares y peatonales para las calles Capurro, Flangini y Uruguayana. A su vez, se eliminarán los tres pasajes a nivel con esas calles y se sustituirán por ingresos a desnivel para dar más seguridad a la circulación, tanto vehicular como ferroviaria.

En la denominada “trinchera Capurro”, el tren circulará por debajo del pavimento. Además, habrá una modificación altimétrica del tramo comprendido entre Capurro y Zufriategui: se construirá una fosa dejando la zona del Paso Molino con barreras automáticas.

En el cruce de Agraciada, también en la zona del Paso Molino, se promoverá la preferencia peatonal disminuyendo el área de tránsito vehicular a un carril y medio. Para ello se incorporarán dársenas en paradas de transporte público, con el objetivo de ensanchar el área de circulación peatonal, sin interferir en el flujo vehicular. Asimismo, se eliminará la posibilidad de estacionar en el cantero central de Agraciada, bajo el viaducto.

En la zona del Anillo Perimetral, los vehículos que circulen por la ruta 102 irán en trinchera (por debajo) y el tren pasará a nivel de superficie.

A su vez, para Millán se plantea la construcción de un pasaje superior sobre la vía: un viaducto similar al que existe en Paso Molino. El tren se desplazará por debajo de la calle y los autos circularán como lo hacen actualmente, por lo que se construirán cruces a desnivel para sustituir los actuales.