Solidarios

La academia Revolution Barber realiza la iniciativa desde hace dos años.

En el centro de la Plaza Cagancha, una barbería improvisada había sido montada en la mañana de ayer. Un total de 15 espejos con sus respectivas sillas y equipamientos estaban colocados uno al lado del otro al aire libre.

Allí los barberos pertenecientes a la academia Revolution Barber, invitaban a los que pasaban por allí a recibir un corte gratuito. La única consigna era traer —si podían— un alimento no perecedero o un juguete en buen estado que luego sería donado a comedores y centros infantiles.

De esa tarea se encargaría el Municipio B. "La idea era que la donación de los elementos debían cumplir ciertos requisitos: los juguetes no podían estar rotos y los alimentos debían estar en buen estado ya que el objetivo era realizar una acción de dignidad hacia el otro", explicó Carlos Varela, alcalde de ese municipio.

La propuesta surgió el año pasado a instancias de un Consejo Vecinal.

"Los cortes de pelo son cosas que tal vez algunas familias no pueden pagar y en esta jornada pueden recibirlo de forma gratuita", explicó Carlos Manuel Martínez, maestro de Revolution y uno de los impulsores de la iniciativa.

Los cortes comenzaron a las 12:00 y culminaron a las 17:00 horas. Durante ese tiempo unos 50 barberos —que trabajaban de forma alternada— se encargaron de realizar los más diversos cortes, aunque hubo varios que se repitieron, sobre todo el rapado a ambos lados de la cabeza y la cresta en el medio.

"Los clientes vienen, piden el corte que quieran y nosotros intentamos hacerlo realidad", explicó Martínez.

La idea de la academia con esta actividad fue por un lado "ayudar a la gente que más lo necesita" y por el otro darle una oportunidad a los alumnos que recién egresaron de la academia de ganar experiencia.

A las 15:30 horas habían pasado unas 50 personas. El año pasado durante toda la jornada habían realizado unos 200 cortes. Al final de la jornada se realizaron sorteos de distintos productos así como becas completas para ingresar a la academia Revolution.

Para realizar la iniciativa debieron trabajar cerca de un mes. Ellos mismos se encargaron de llevar todo el equipamiento hasta la Plaza, que incluyó espejos, las estructuras donde iban apoyados, sillas, así como los elementos para realizar los cortes, como maquinitas eléctricas, tijeras y aerosoles entre otros elementos.

Muchos de los barberos que se encontraban ayer en la Plaza Cagancha nacieron en Cuba y vinieron hace pocos años a radicarse al país. Ese es el caso de Martínez.

"Vine a Uruguay hace dos años y medio. Estoy muy agradecido por todo el apoyo que nos brindan. El uruguayo recibe a todos los extranjeros con las manos abiertas y esta actividad en parte es una forma de agradecerles todo lo que nos han dado", dijo.